Capítulo 53

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Audiencia

Habían pasado tres semanas desde que los dos jóvenes se recuperaron, a pesar de que al tercer día estaban bien decidieron pasar un tiempo y relajarse los tres. En lo cual todos estaban de acuerdo.

En la mañana todos estaban listos y embarcaron directo a Seúl, Lili regresaría al palacio a preparar lo que faltaba para la boda, mientras Jin y el tomarían camino hacia la corte.

-Bienvenidos- dijo el padre de Jimin, quien fue directo a abrazar a la chica y luego a Jin, él se había quedado en el reino cuando Jimin se había ido a Busan-¿Cómo están? ¿Se sienten mejor?

-Sí, aunque Jimin quiso tomar vacaciones antes de tomar su puesto- bromeo Jin ganándose un bufido de Jimin.

-¡Mis niños!- nana salió corriendo en la sala y los abrazo a los tres regalándole un beso a cada uno y luego soltando lágrimas de tranquilidad y alegría.- estoy tan feliz de que los tres estén bien, estaba muy preocupada.

-Tranquila nana, sigo siendo fuerte- bromea Jin ganándose un golpe en el hombro por parte de la señora-¡Auch!

-¿No eras fuerte?- dijo el pelinegro sonriendo- Gracias por preocuparte nana, pero ya están aquí, ya estamos aquí- beso su mejilla.

-Gracias por preocuparse por nosotros- Lili tomo sus manos y las beso, para luego abrazarla. La señora se había comportado tan bien con ella.

-No tienen que agradecerme, somos familia al fin y al cabo, pero ahora hay algo más importante para todos nosotros.- los miro- Cariño, tenemos que medir tu vestido, el día de la boda paso por esta desgracia y ahora Jimin ya coloco una fecha.

Todos voltearon a ver al joven, Jimin sonrió con las mejillas rojas.

-Que pícaro. ¿Ya deseas la noche de bodas?

-¡Jin!- grito abrumado y rojo.

-Ya, ya dejen sus juegos tontos- tomo la mano delicadamente de la chica- Vamos cariño, tu y yo estaremos ocupadas hoy. Además alguien especial te espera.

-¿Quién?- preguntaron Jin y Jimin al mismo tiempo.

-¿Qué les importa?- la nana les saco la lengua y se llevó a Lili por las escaleras.

Se escuchó una risa detrás de ellos y al voltear el rey estaba de brazos cruzados.

-Aun no cambian su forma de ser, parecen niños.

-¡No somos niños!- arqueo una ceja y ambos callaron.

-Sí, claro- se puso más serio- Bueno como sabrás ya que tiene una fecha para tu boda Jimin, también hay una fecha para la audiencia y es hoy- lo miro fijamente- ¿Estás preparado?

-Si- no titubeo- Lo estoy. ¿Estarán todos presentes?

-Los del concejo y varios de títulos. Nadie sabe tu decisión pero algunos se la imaginan.

-Espero que ninguno se ponga en mi contra.

-¿Quién se pondría en contra del rey?- dijo Jin sonriendo.

...

La sala estaba llena de personas, si bien podrían hacer eso en Busan, Jimin prefirió en el anexo central de concejo en Seúl, llevar a cabo una audiencia teniéndolo a él como juez. Esto se debatiría y tomaría la decisión a puerta cerrada y en privado. La prensa se enteraría después.

Caminando por un pasillo con paredes blancas y cuadros de antiguos reyes y hombres de alto título se encontraba el príncipe siendo seguido por su fiel comandante y mejor amigo. Cuanto lo extrañaba.

Las puertas dobles se abrieron y todos se levantaron al ver su gran porte y presencia. Jimin llevaba una camisa blanca de botones y encima un saco bordado a mano por su diseñador personal, en el área izquierda donde se encontraba su corazón, estaba la insignia del reino.

La inclinación ante él fue exactamente al mismo tiempo, y luego todos se sentaron en sus lugares.

-Buenas tardes a todos los presentes- hablo- hoy estamos aquí, para llevar a cabo la audiencia en privado- miro a todos que lo observaban atentamente- por favor le pido a mis guardias hagan entrar a los acusados.- dicho esto dos guardias vestidos de negro dejaron entrar a el duque y el canciller esposados, y con un uniforme de la prisión- siéntense. Ahora que estamos presentes todos y que sabrán que esto será claro y me decisión ya este tomada quiero saber ¿Por qué?- todos se quedaron mirando al príncipe- ¿Por qué secuestrar a la princesa? ¿Por qué secuestrar a mi primer oficial?

-Esa no es una pregunta inteligente joven Park- hablo el canciller- la pregunta aquí es ¿Por qué elegir a una don nadie? Encaminara el reino a la perdición.

-¿Cree que encaminare a mi nación a la perdición?- elevo una ceja, se inclinó colocando ambos codos juntando sus manos frente de el- Creo que si siguiera con usted en una de esas sillas tal vez mi reino si se fuera a la perdición, teniendo a un traidor que ve por sus beneficios y no por los demás, una persona capaz de hacer daño para beneficio propio. Usted es una falsedad para mi gente y mi nación- la sala solo veía al príncipe, su mirada se volvió hacia el duque- Y pensar que mi padre confió en sus manos nuestro territorio, su gente y su voto. No merecen nada.

-¡Mi hija merecía ser reina! ¡Yo he dado todo por este reino!

-¡Su hija no merecía nada!- el hablo en el mismo tono de voz- Usted y su complot no merecen nada, traicionaron mi confianza y la de mi padre. lo que hizo por este reino quedara en la historia, al igual que su traición- miro el papel en sus manos y luego comenzó a leer- En el día de hoy veinticuatro de septiembre del año dos mil veinte se dicta la siguiente sentencia. Por traición al reino de Corea del Sur, a su alteza real y rey se le declara culpable. Por secuestro del primer oficial, comandante y mano derecha del príncipe se le acusa al canciller del reino de Corea culpable.- lo miro- Por secuestro de la princesa y prometida futura reina del reino de Corea se le declara culpable, sin posibilidad de declarar por propia voz- el salón se encontraba en un sepulcro silencio- se le dictara por órdenes del nuevo rey la pena de muerte, decapitación.

Los murmullos no se hicieron esperar, esa tradición se había dejado hace años y que él la empleara era un vivo ejemplo de que con esto, no iban a meterse con su persona y menos con la nación.

-Silencio- dijo uno de los ancianos del concejo- por favor su alteza, prosiga.

-Gracias- inclino su cabeza- Duque- este lo miro- Por traición al reino de Corea del sur, a su alteza real y al rey se le declara culpable- Jimin nunca aparto la mirada de él, su hija se encontraba en esa sala con la cabeza gacha- por secuestro del primer oficial, comandante y mano derecha del príncipe se le acusa al Duque del reino de Corea, culpable. Por secuestro de la princesa y prometida futura reina del reino de Corea se le declara culpable, sin posibilidad de declarar por propia voz- se levantó- Por traición, por secuestro, por tortura he intento de asesinato- todos lo vieron con asombro- se dicta por mis órdenes la pena de muerte, decapitación.

Jimin camino hasta el medio de la sala siendo seguido por los numerosos ojos que lo observaban con admiración y otros con temor.

-Por traicionar a mi reino y meterse con mi familia se dictara la pena de muerte.

-Por traicionar a mi reino y meterse con mi familia se dictara la pena de muerte

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The Golden Prince©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora