Capítulo 48

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Fiesta II

Eran las diez con treinta de la noche, algunos bailaban y bebían. Ya el rey había dado su discurso y todos estaban felices por la futura boda del futuro rey.

-Espera, espera- sonrío las castaña- debo ir al baño.

-Puedes ir después- sonrío el chico

-Jimin, por Dios- se soltó de su agarre aun riendo- volveré enseguida.

El solo asintió y vio cómo su chica desaparecía por una puerta de servicio.

...

Lili se veía en el espejo, su maquillaje seguía bien. Tomo su bolso para salir y al voltear se asustó al ver a Jin.

-Me asustaste soldadito- dijo tocando su pecho, desde que Jin comenzó a llamarla princesita, ella tomo aquello como confianza y le había puesto así.

-Lo siento- sonrío- Jimin está buscándote, dice que tardaste mucho.

-Por Dios- sonríe negando- solo llevo cinco minuto lejos de él.

-Pues, mini dramático está desesperado.

Los dos caminaron para poder salir del área del servicio, un golpe en seco hizo que la castaña se volteara. Un hombre casi de la misma estatura que Jin lo había golpeado en la cabeza. Ella al intentar socorrerlo fue tomada por la espalda, un pañuelo blanco fue colocado en sus fosas nasales y boca impidiéndole respirar bien.

Jin, como pudo levanto la mirada viendo como el cuerpo de su amiga caía en unos brazos masculinos.

-Llévala al auto.

-¿Qué hacemos con el guardia?- pregunto el que tenía la chica. Jin no reconocía sus voces.

-Tráiganlo. Nos servirá.

...

Jimin miraba a todos lados, Lili llevaba más de veinte minutos sin volver y Jin no respondía su celular. Seguro se quedó coqueteando en la cocina con su chica.

Camino a paso seguro hasta la puerta de servicio, las luces de aquel pasillo estaban apagadas, solo la luz de la luna entraba por uno de los ventanales.

Frunció su ceño, todo estaba tan silencioso en esa parte que daba miedo, camino con sigilo.

-¿Lili?- llamo. Silencio solo eso- ¿Jin?- nada, tomo su celular del bolsillo dispuesto a llamar a sus teléfonos, pero este resbalo cayendo al suelo. Bufo y se agacho a recogerlo; al tocar el frio piso del pasillo también toco algo líquido. Hizo mueca de asco pensando cualquier otra cosa- Que asco. ¿No limpiaron?- se acercó a la luz y la encendió, al voltearse esta vez dejo caer su celular. En el suelo a una corta distancia de donde había caído su teléfono estaba una mancha de sangre.- ¿Pero qué...- miro su mano, esta estaba llena de lo mismo. Sus ojos se ampliaron y con un mal presentimiento tomo su celular apretando el botón de emergencia.

Las alarmas de los soldados en dichos dispositivos comenzaron a sonar al mismo tiempo, las entradas y salidas se cerraron, la guardia real custodio todo el lugar. Los invitados estaban asustados, uno por uno fue llevado a una sala de resguardo.

-¿Qué está sucediendo?- pregunto el rey.

-Majestad, el príncipe Park activo la alarma.

-¿Qué?- miro a todos lados-¿Dónde está mi hijo?

-Estoy aquí- el padre del pelinegro volteo, allí a una distancia considerable del pasillo estaba Jimin.- Papa, no sé dónde está Jin- camino con la cabeza gacha- No sé dónde está mi prometida.

-Tranquilo hijo, todo estará bien.- la atrajo en un abrazo- posiblemente estén escondidos. Jin es inteligente.

-¡Alteza tiene que venir!- un soldado algo sudado y con la respiración agitada entro- Tiene que ver esto- ambos se miraron.

...

Los ojos de Jimin estaban oscuros, sus manos estaban hechas puños y su respiración era agitada. A su lado su padre miraba lo mismo que él, en una sala llena de pantallas enormes y trabajadores vestidos de negro se reproducía una grabación de la escena que vivieron ambos chicos hace más de una hora.

-¿Quiénes son?- pregunto el rey.

-No lo sabemos señor- negó uno de seguridad- lo que sabemos es que el chico que atrapo a la princesa, trabajaba en el servicio- entrego unas hojas al rey- esos son su datos, investigamos y todo es falso. Alguien lo infiltro.

-Me están diciendo, que tengo un traidor entre mis hombres- el guardia asintió

-Quiero que cada policía, guardia y personas de seguridad busquen a mi prometida y a mi mejor amigo- todos los observaron, ya no había rostro tierno- Quiero que busque por cielo, mar y tierra- observo a cada uno- Quiero las entradas y salidas cerradas hasta nuevo aviso, nadie entra o sale del país, mucho menos de la ciudad- camino hasta estar en medio de la sala- ¡Quiero que encuentren a mi comandante!- exigió- ¡Quiero que encuentren a la futura reina de Corea!

-¡Si señor!- se reverenciaron, cada uno tomo su posición y cumplió su orden.

-Hijo...

-Cuando los encuentre los are pagar- su padre lo miro- Se metieron con mi familia. 

 

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The Golden Prince©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora