Capítulo 27

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Gracias 

Jimin y su padre se encontraban en el despacho real del palacio, después de comer el príncipe y el decidieron hablar en privado.

Había contado toda la historia, desde el escape hasta el día de la confesión. No podía mentirle a su padre se sentiría mal por eso en este momento hablaban y se mostraba solo preocupado por lo que dijera el rey, ya su opinión valía mucho para él.

-Entonces, te escapaste. Jin te encontró prácticamente con las manos en la masa y conociste a alguien del cual estás enamorado. ¿Entendí bien?- este asintió con ambas manos en su espalda- Hijo, tal vez si hubieras hablado conmigo te permitiría salir, explorar incluso hasta viajar si te es posible. El hecho de que desobedecieras una orden impuesta por mí a Jin me hace pensar- Jimin levanto la mirada- Pero sé que no tuviste opción y tampoco confiaste en mí, soy tu padre si algo no está bien o no anda bien debes decírmelo por algo estoy aquí.

-Lo se padre, lamento haber roto la regla de las salidas sin supervisión o vigilancia- se puso recto- pero no me arrepiento de ello. Ya que si lo hubiera hecho no la habría conocido.

Jimin nunca se iba a arrepentir por lo que había hecho, jamás. Estaba contento, feliz de haber sido correspondido y que lo haya aceptado como un hombre, como alguien normal y no como el futuro rey.

-¿Me apoyaras?- pregunto el cabello negro al hombre de algunas canas.

-¿En qué te apoyare?

-En que quiero tener una relación y formalizar.

-Jimin, sabes lo que esto ocasionara al concejo y no solo a ellos a los medios también.- su padre le dio la espalda y camino hasta la gran ventana con cortinas azules.

-Creo que el concejo se quedó atrasado en los tiempos donde escogían una princesa o alguien de sangre real para unir reinos, ellos tendrán que entender. Yo no soy un premio soy una persona que merece vivir y ellos no me arrebataran eso por estar sentados donde tú los pusiste- da un paso hacia delante- tendrán que acostumbrarse a mis decisiones así no les guste, seré su monarca, seré su rey. Y les guste o no ya conseguí a la mujer que se, me hará feliz así como mama te hizo feliz a ti papa.

El rey aunque estuviera dándole la espalda tenía una bonita sonrisa en su labios, después de todo era terco como él y como su madre y sabía que no lo haría cambiar de opinión tampoco pretendería hacerlo. Después de todo su madre era una simple chica que trabajaba en el hospital.

Sin más que decir Jimin tenía una decisión ya tomada nadie la cambiaria. Camino hasta la puerta para Salir hasta que la voz de su padre lo detuvo.

-Te apoyare en todo lo que decidas, eres mi hijo y me siento feliz y orgulloso de ti- camino hasta el apretando sus hombros- pero de ahora en adelante tendrás que tener mucho cuidado, ella tiene que ser fuerte ya que no será una chica más, si funciona esto que tienes hijo ella será la prometida del monarca.

-ellas es fuerte papa, yo lo sé- sonrió- ahora ¿Cómo le pido una cita?

Su padre soltó una tenue carcajada entre ellos, pues así estuvieran hablando de algo serio o no Jimin sacaba su faceta tímida.

-Te gusta mucho esa chica ¿no?- asintió- bueno, como te dije tráela a cabalgar será una cita distinta y así no tendrán que ser acosados por la prensa. Más que todo lo digo por el bienestar de ella.

-Está bien. Hablare con Jin y le diré que le avise o le escribiré yo por teléfono- suspiro algo rojo mientras su padre sonreía.

Se dio la vuelta nuevamente caminando a la salida, metido en sus pensamientos hasta que antes de salir se detuvo nuevamente y llamo a su padre, este subió su rostro hasta encontrarse con esos ojos oscuros d su hijo.

-Gracias padre- dicho esto sonrió hasta que sus ojos desaparecieron y se volvió para salir. 

The Golden Prince©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora