Agobiado por permanecer tanto tiempo en el palacio Jimin decide salir a caminar, pero de una forma diferente. Escapándose de los muros del palacio vestido de negro y escondiéndose como un ladrón conoce a una chica que le robara su corazón. Y tras en...
-¿Por qué lo hiciste hijo?-Jimin se encontraba en la habitación de su padre, el rey había sido trasladado a palacio después de unos días. Tras eso, se había enterado por su secretaria la decisión de su único hijo- pensé que querías estar tranquilo hasta después de tener hijos.
-Y lo estaré papa, pero ya es muy agotador todo lo que haces- tomo sus manos- es mi turno.
-Hijo, esto es una gran responsabilidad ¿Estás seguro de tu decisión?- este asintió- sabes que siempre te apoyare.
-Por los momentos prepararan todo, tu secretaria me ayudara en estos meses- sonrió- será después de la boda.
-Que rápido pasa el tiempo ¿verdad?- miro en su mesa de noche- Tu madre está orgullosa de ti Jiminie- lo miro- y pensar que antes corrías en pañales por las escaleras, jalándoles el cabellos a las criadas o jugándole bromas a los guardias- ambos rieron- Eres un príncipe, en toda la palabra. Un príncipe de oro. Y muy pronto un rey.
-Gracias papa- se acercó y abrazo a su mayor, la puerta fue tocada y una chica vestida de empleada hizo presencia- ¿Si?
-Disculpe la interrupción, alteza. Majestad- reverencio- llego un señor al palacio, dijo que tenía una cita con el príncipe.
Jimin miro su reloj de muñeca.
-Oh si, padre tengo que retirarme- se levantó- es el que hará mi traje, para el matrimonio- reverencio- nos veremos más tarde.
...
-¿Se te ve más trasero con ese?- Dijo Jin ocultando su sonrisa.
El príncipe estaba frente tres grandes espejos, cada uno le daba un ángulo diferente.
-¿Crees eso?- se miró y luego frunció el ceño tras la carcajada de su amigo- eres un idiota- mascullo.
-Tranquilo, Jiminie.- sonrió levantándose- se ve bien, pero siento que es muy común.
-¿Común?
-Sí, común- se arregló el cabello frente al espejo- ósea, casi todos los novios usan los mismos trajes negros, corbatín o corbata negra y una flor en su saco- torció los ojos- es predecible, por eso la novia impacta más.
-¿No es la idea?
-¡No!- chillo- Los hombres también tienen derecho de verse y lucirse en su boda ¿no?
-Sí, pero debe destacar la novia- rasco su nuca- ¿Según tú, que debería usar?
-Algo que llame la atención- se encogió de hombros. Jimin bufo.
...
Lili se miraba en el espejo de aquella sala de pruebas y medidas, sus ojos miraban aquel reflejo. ¿Algunas ves pensó verse vestida de aquella manera? No.
Pero allí estaba, con un hermoso vestido de novia y su mejor amigo detrás de ella sonriéndole.
-¿Te gusta?
-¿Me tiene que gustar a mí, o a ti?- esta lo miro mal por el reflejo- Bien, sí. Es precioso, me gusta.
-Las medidas están perfectas alteza- la modista se había acercado a ellos- por los momentos. Recuerde mantener este peso. Si come mucho tendrá que agregar algo de tela más, Si come menos tenemos que recoger más el vestido- dijo la señorita.
-Por favor, solo dígame Lili- sonrió algo apenada- creo que todo estará bien.
-No creas, lo estará.- dijo Max con una gran sonrisa- Tus padres llamaron esta mañana- ella inmediatamente se volteo a mirarlo.
-¿Qué dijeron?
-Que querían hablar contigo y sobre todo verte- bufo- casi seis años sin hablar con su hija, ahora se enteran que será reina y quieren verte. ¿Qué harás?
-No lo sé- mordió su uña, un habito malo de la ansiedad- No hablo con ellos desde hace mucho, como dijiste- suspiro- ¿Crees que deba verlos?
-Calma, respira- la tomo de los hombros- todo saldrá bien, ahora es tu decisión pastelito. Todo está en tu corazón, tú decides si hablar con ellos o no.- la volteo de nuevo a su reflejo- ahora mira lo que tienes en frente. ¿Qué ves?
-A una chica.
-Eso, esa chica que ves allí a estado luchando por su sueños desde hace muchos años- sonrió- esa chica trabajo duro por lo que es hoy en día, esa chica no descansaba hasta saber todo a cerca de su carrera, esa chica se enamoró de alguien especial que corresponde sus sentimientos- se paró frente de ella- y esta chica se casara y será feliz.
Ella lo abrazo fuerte y puso el rostro en su pecho, sintiéndose cálida, protegida por uno de los hombres en quien más confía.
-Te quiero.
-Y yo a ti, pastelito- la separo secando algunas lágrimas-¿estas listas?
-SI.
-Bueno prepárate, tienes tres días antes de ser futura reina- ambos sonrieron.
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