Capítulo 34

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Concejo II

-¡Como se atreve a venir a exigir algo como eso!- un hombre mayor de algunas canas situado a lo último de aquella mesa se levantó golpeando esta.

-Lo exijo porque soy el príncipe de esta nación, soy el futuro rey de este país- se levantó el también manteniendo la compostura, pero la tensión y sus ojos más oscuros delataban que estaba molesto. Jin quien se encontraba en una esquina salió a luz- Que le quede algo claro canciller, el hecho de que esta en esta sala, sentado en esa silla y dando su opinión es porque mi padre lo puso allí. No por sus logros- silencio, solo eso- Ustedes están aquí para apoyar y ayudar a la nación a que sea mejor cada día y avanzar.

-Y eso hacemos príncipe Park- dijo el duque tomando la palabra.

-No- negó- No lo hacen, me lo imponen, si bien recuerdo mi madre era una simple muchacha de la ciudad. De hecho era enfermera y mi padre se enamoró, y se casó con ella.

-Ese fue un caso aparte- dice el canciller- su padre aún no estaba comprometido. Usted si.- dice con unas sonrisa.

-¿Si?- dice mirando a su padre, quien le da una mirada significativa- ¿Quién es la chica que según ustedes me ayudara a liderar y tomar decisiones, aparte de tener un heredero el cual ustedes querrán manipular a su antojo?- algunos se sorprendieron por lo que el príncipe había dicho otro simplemente admiraron a ese chico que muy pocas veces hablaba de lo quería.

-Sera la hija del duque, la señorita Han- sonrió el canciller junto con el nombrado anteriormente- Ella paso la prueba que colocamos.

-No sabía que para ser esposa de un hombre se necesitaba hacer un examen- Jimin se volvió a sentar- ahora díganme. ¿Cuándo les hare el examen a ustedes de honor e intelecto?- risas de algunos se escucharon mientras el duque y el canciller tensaban la mandíbula- Dígame duque ¿su hija está aquí?

-Sí, ella está afuera

-Kim- dijo con autoridad, Jin se colocó a su lado cual fiel soldado- Llama a la señorita Han, que haga presencia en la sala.

-Si alteza- reverencio saliendo de la sala.

El silencio estaba presente, nadie sabía que decisión tomaría aquel joven príncipe. Todos permanencia a la expectativa, aun cuando la chica de cabello rubio entro bien vestida detrás del escolta personal del chico.

-Señorita Han- ella hizo una reverencia- La he llamado aquí para hacerle una pregunta.

-Si su alteza- sonrió.

Todos miraron al príncipe que aún no decía nada.

-¿Dígame señorita Han, usted me ama?- los ojos de la chica se abrieron y los demás solo la observaron atentamente.

-Príncipe yo...

-¿Cómo puede preguntar eso príncipe?- hablo el canciller casi escandalizado por la pregunta- ella se va a casa con usted, claro que lo ama- la chica miro inmediatamente a su padre quien le sonreía con suficiencia.

-Canciller dos cosas, la primera siéntese- señalo la silla- la segunda, no le pregunte a usted si me amaba- ahora dejando en ridículo al canciller miro a la chica que aún mantenía su mirada en la de su padre- Señorita Han le hice una pregunta.

-Si

-Ahora- se levantó llamando la atención de todo y Jin colocándose a su lado- les hablare no como príncipe; Señorita Han lo lamento mucho, pero usted no es de mi interés. No lo amo y mucho menos me gusta- la chica lo miro completamente roja- Amo a otra persona la cual me debe estar esperando y sigo perdiendo mi tiempo aquí.- camino hasta la puerta de la salida- por favor no intervengan más o actuare como futuro rey- antes de salir agrego algo mas- no se metan en mi vida.

- camino hasta la puerta de la salida- por favor no intervengan más o actuare como futuro rey- antes de salir agrego algo mas- no se metan en mi vida

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The Golden Prince©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora