Agobiado por permanecer tanto tiempo en el palacio Jimin decide salir a caminar, pero de una forma diferente. Escapándose de los muros del palacio vestido de negro y escondiéndose como un ladrón conoce a una chica que le robara su corazón. Y tras en...
Esa mañana el joven príncipe se encontraba con su mejor amigo en el gimnasio donde practicaban esgrima. Llevaba mas o menos desde la siete en eso proceso y sin siquiera descansar, pues el príncipe estaba en una guerra interna.
Desde el día que se confesó con la joven chica no se habían visto, habían pasado tres días y él se tuvo que retirar ya que el duque venia en camino con su hija y su padre requería su presencia. Claro como todo buen caballero Jimin la mando a escoltar hasta su casa junto a su amigo. Tenía también consigo su número de teléfono, pero no tenía la valentía de llamarla o escribirle.
-Touche- suspiro frustrado.
-¿Qué tienes hoy?- Jin le tendió una botella de agua- estas más distraído de lo normal.
-Estoy perdido en mis pensamientos, solo eso
-Pues estas en un duelo conmigo, deberías prestarme atención- Jimin le se dio la vuelta saliendo de allí- ¡Oye! No me ignores estoy hablando contigo.
-Lo sé, solo quiero ir a mi recamara y darme un baño con agua fría- le entrego su equipo a un ayudante- nos vemos en el almuerzo.
...
En el almuerzo se encontraban en la cocina o mejor dicho en el comedor pequeño de la cocina, Jimin estaba sentado en la cabecera, su nana a su derecha y Jin a la izquierda, había un silencio un tanto intrigante ya que ellos conversaban e cualquier cosa.
-¿Cómo se pide una cita?- todo se quedó en silencio, menos Jin que escupió el agua- Jin que asco- Jimin le tiro la servilleta en la cara y nana veía a su tierno niño con las mejillas rojas.
-Que te dije de hablar de cosas como esas mientras comemos- suspiro hablando algo ahogado- ¿Me quieres matar?- Jimin sonrió.
-Lo siento-
-Cariño ¿me puedes repetir lo que dijiste?- nada lo miro fijamente a los ojos
-Quería saber cómo se pide una cita- susurro algo cohibido- No sé cómo se hace, nunca ante había hecho algo así.
-Oh cariño, será tu primera cita.- nana se apresuró a dar pequeños brincos en el banco- invítala al cine.
-No- dijo Jin inmediatamente- eso es cliché, a parte no tendrán privacidad y tendría que tomar medidas como cerrar el lugar para ellos.
-No quiero eso- negó- y a parte los reporteros si nos descubren no la dejaran en paz y no quiero que se canse de mí.
-No lo hará cielo- tomo su mano- ¿Una cena? Puedo organizarla.
-¿Aquí? Tendríamos que sacar a varios para que nadie divulgue esto.
-¿Por qué mejor no la llevas a cabalgar?- hablo alguien detrás de ellos.
-A cierto, puedes llevarla, todo eta monitoreado por..
Pero Jin se quedó callado, en ese momento los tres abrieron sus ojos hasta más no poder y se levantaron sumamente rápido dándose la vuelta a la puerta trasera de aquella cocina.
-Majestad- Jin y nana se inclinaron
-Padre- Jimin hizo una reverencia algo rojo- Disculpa no sabía que te encontrabas en el palacio.
-No te preocupes, estaba caminando con el señor Jeon- este se acercó tomando una manzana del mesón.- ahora mi querido Jimin ¿Quién es la afortunada de tener tu noble corazón?
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