Cara a cara
El príncipe salía de la rueda de prensa que daba su padre para el proyecto del orfanato, a su lado venia Jin y varios guardias, al salir miles de camarógrafos tomaban fotos de él.
-¿Nunca te han visto antes?- dijo Jin
-Es su trabajo, no puedes culparlos – se encogió de hombros y sonrió para varias cámaras- ¿nos vamos?
-Si
Jin camino rápido hasta el auto color negro con banderas del país, Jimin subió y se quitó sus lentes oscuros, suspiro por décima vez, la semana estaba siendo algo cansada pues ya se venía este proyecto y el país estaría viendo lo que el príncipe Park haría este año.
Cada año se le atribuía un proyecto al príncipe, donde se veía reflejado su ayuda al país y sus intenciones para mantener la armonía, las leyes y la paz. Lo bueno era que el había demostrado desde hace mucho tiempo que era digno se su cargo y el que vendría en un futuro como Rey de Corea.
Al llegar al palacio Jimin se fue hasta su despacho para seguir con su trabajo, ya no se había escapado más, aunque Jin no le había dicho nada con referente a sus escapadas y lo del "infiltrado". Mientras estaba al teléfono en la oficina Jin entro soltando una carpeta color marfil delante de él, Jimin frunció el ceño y se despidió para hablar con el mayor.
-¿Qué es?- lo abrió aun mirando a Jin quien mantenía una sonrisa- ¿Mas trabajo?
-Créeme es mejor- pero Jimin no dijo nada, solo se quedó observando aquel papel con los ojos muy abiertos y tratando de sacar algo coherente de su boca- sí, ya sé que soy el mejor- se rio- se llama Choi Lili, su padre y su madre están en el extranjero no se tratan mucho desde que ella se vino a vivir a la capital con su amigo- señalo la foto de un chico de cabello castaño y extranjero- él se llama Max, los dos llevan viviendo seis años aquí- señalo y Jimin lo escuchaba atentamente- el estudio economia y ella repostería, mm, viven juntos en un edificio en Gangnam-gu.
-¿En Gangnam-gu?- abrió los ojos, ese lado de la ciudad era muy caro.
-Si, yo también me sorprendí pero...- le saco otro papel de la carpeta- su amigo es hijo de un millonario de estados unidos, los dos se mudaron hasta acá por la diferencias que tenía ella con sus padres- suspiro- por lo que mi gente investigo el padre del chico los mando hasta acá, les compro el apartamento en el que viven y le manda algo mensual, aunque ninguno lo necesite- se sentó derecho y prosiguió mientras su amigo lo veía atentamente- la chica trabaja como gerente y es jefa de una pastelería- Jimin abrió sus ojos sorprendido- claro la pastelería fue un regalo de su amigo, el chico trabaja para uno de los bancos prestigiados de aquí y obvio mueven fortunas. Los dos tienen una buena vida, no tienen antecedentes, solo su amigo por pelear con un hombre hace tiempo en un bar por tratar de propasarse con ella- Jimin se levantó de la silla rápidamente y Jin rio- Tranquilo hombre eso fue hace un año así que quédate tranquilito. Ahora romeo ya que te levantaste, vamos te llevare as un lugar.
-¿a un lugar?-este asintió- ¿Cuál lugar?
-¿Querías salir no?
-si
-Bueno, eso haremos- abrió la puerta y comunico por su radio que prepararan el auto- iremos a comer algo- dijo encogiéndose de hombros.
De camino Jimin observaba la gente en la calle, algunos caminando, escuchando música, hablando o incluso con mascotas. Hasta que su vista se percató de que habían estacionado a un lado de una pastelería llamada Lima. Varias personas veían los tres autos que se habían estacionado e inmediatamente sacaron sus celulares pues el auto que estaba en el medio tenia las banderas reales y en menos de un minuto Jin salió al igual que varios escoltas para abrirle paso a Jimin.
-Pensé que querías comer- comento colocándose nuevamente los lentes oscuros
-Y a eso vine
-¿Pero dulce?
-si- no dijo más y se adentraron a local
Ya dentro varias personas lo observaban alegremente y él sonreía con los labios apretados, una chica de cabellera larga rubia lo reverencio y lo llevo hasta una mesa apartada del resto, y allí pidieron su orden y ella se retiró. La chica llego con sus pedidos muy nerviosamente, y los entrego. Jimin probo el café con leche y vainilla mientras Jin cortaba una tarta de fresas.
Había pasado un rato y varias personas se habían retirado por lo cual Jin se levantó para pedirles que no dejaran entrar a nadie más, pues el príncipe quería comer solo. Cosa que era mentira, pero lo logro no había gente, solo el, los tres escoltas y el príncipe. Al sonar la campana de la entrada todos miraron y allí en ese momento Park Jimin se ahogó con un nuevo café que le habían traído.
-¿Alteza se encuentra bien?- le decía uno de los guardias mientras se recuperaba y el levantaba la mirada para fulminar a su amigo quien sonreía con malicia. Si, exacto Jin lo planeo todo.
Date por muerto Kim
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The Golden Prince©
FanfictionAgobiado por permanecer tanto tiempo en el palacio Jimin decide salir a caminar, pero de una forma diferente. Escapándose de los muros del palacio vestido de negro y escondiéndose como un ladrón conoce a una chica que le robara su corazón. Y tras en...