En cuanto Andrómeda y Teddy Lupin llegaron, el ambiente en torno a James se intensificó. Sus manos que anteriormente habían estado secas, comenzaban a sudar, no buscando otra alternativa que huir a la cocina mientras los nuevos invitados se entretenían saludando al resto de la familia.
Esa noche estaban todos; los Weasley, los Granger-Weasley, los tíos Neville, Theodore, tía Luna... ¡vaya!, casi toda la generación del 98. Ayer creía que con la idea de una "comida", sus padres se refería a una cena familiar, no una fiesta/reunión.
Para colmo, Edward lucía como todo un príncipe azul digno de un cuentos de hadas; con su estatura alta, porte elegante, y conservando su habitual cabello rubio y mirada encantadora.
No se sentía con ánimos de salir y enfrentarlo, la vergüenza de ayer se devolvió a su estómago en forma de retorcijones de un latigazo. Esperen, ¿Teddy lo habría visto huir? ¿Que pensará de él si sí? Debió verse estúpido...
—Hola.
James pegó un brinco, sobresaltado.
Resopló. Sí, si se dio cuenta.
Reuniendo todo el coraje que sus genes pudieron haberle heredado, se giró sobre sus talones. Labios sellados en una sonrisa nerviosa y mirada perdida en el calzado del otro.
—Hola —respondió.
—¿Por qué estás aquí?
—Tenía sed —se excuso rápidamente tomando lo primero que encontró al alcance sobre la isla de marmol al centro de la habitación.
Como respuesta, Teddy rio.
—Eso es una piña, Jamie.
Sus mejillas se calentaron. En este momento parecía más hijo de Harry Potter que de Draco Malfoy...
—Si, eh... ¿quieres?
—¿Por qué no?
Teddy tomó un cuchillo y comenzó a pelar la fruta. A su costado, James sentía que iba a vomitar... ¿Por qué estaba actuando como si apenas lo conociera? ¡Eran novios!
—Lamento lo de ayer, el sermón de papá y todo eso.
—No te preocupes, pero sí me tomó de sorpresa ver su despacho de repente en la chimenea. Un minuto antes y me atrapan saliendo de la ducha.
Esta vez fue el turno de James de reír, un tanto más relajado.
—Eres muy malo picando fruta, olvida eso ya, mejor hay que ir con los demás.
Teddy asintió con la cabeza, dejo el cuchillo sobre la superficie plana y, antes de que James pudiera dar el primer paso fuera de su alcance, tomó su muñeca. James se devolvió tímido, comprendiendo el mensaje cuando Teddy abrió sus brazos hacia él.
—Te extrañé, Jamie.
James torció una sonrisa, sonrojado. Y sin ganas de seguir postergando ese momento, se hundió entre sus brazos. Fundiéndose en un abrazo cálido e inocente.
—Tambien te extrañé, Teddy.
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A CRAZY MAGIC FAMILY: Primera Temporada
FantastikUna familia mágica funcional y un tanto... peculiar. Primera temporada de la serie 'A Crazy Magic Family', también publicada en mi sitio de facebook: los barcos de cassie.