—¡Dylan, ______! ¡Qué sorpresa encontrarlos aquí!
Esto no podía ser verdad. ¡Qué maldita coincidencia! Pero no, estaba casi totalmente segura que esto lo había hecho a propósito, con el claro fin de joderme un rato más.
Miré a Dylan, sin saber qué hacer o qué decir, me encontraba algo confundida y sorprendida. Él tenía el ceño levemente fruncido, mientras miraba a Nash.
—¿Qué haces aquí? —logré decir, con un pequeño tono de enfado.
—¿Puedo sentarme? —se dignó a preguntar, con esa sonrisa burlona asomándose en sus labios.
—¿Qué quieres, Nash? —me recosté en mi silla, sabiendo que él no se iría.
—Hola, Dylan, hace un tiempo que no nos veíamos.
—Ni me lo digas —sonrió sin ganas.
—A ti por suerte te vi hace un rato —me miró, y entendí cuál era uno de sus propósitos, molestar a Dylan—. Vengo casi todos los sábados a este lugar, a veces con los chicos, o simplemente solo —mintió.
—Te mudaste a Los Ángeles hace menos de un mes.
—Éste lugar también está en Miami.
—Qué interesante —habló Dylan, claramente odiando a Nash en este momento. Luego me miró y me sonrió, mientras agarraba mi mano por sobre la mesa.
—¿Interrumpo algo? —preguntó, haciéndose el inocente, mientras miraba nuestras manos juntas.
—Sí —me apresuré a decir.
—Qué más da —dijo Dylan.
La mesera dejó los platos sobre la mesa y le preguntó a Nash si pediría algo, a lo que él contestó que sí e hizo su orden.
Mientras comíamos, Dylan y yo hablábamos como siempre, ignorándo a quien teníamos sentado con nosotros en la mesa.
—En una semana es el cumpleaños de mi hermana, podrías venir si quieres.
—Eh... Dylan, creo que... —no pude terminar la frase correctamente ya que sentí por debajo de la mesa la mano de Nash en mi rodilla, lo miré con los ojos abiertos, ordenándole con la mirada que sacara de mano de ahí, pero en vez de eso, comenzó a subirla muy lentamente.
—¿Crees que...? —dijo ya que yo no había finalizado.
—Que estaría bien —eso no era lo que quería contestar, sino todo lo contrario, mi intención era decirle la razón por la cual había aceptado tener una cita, pero mi mente se encontraba algo alejada, concentrada en la maldita mano de Nash que subía cada vez más.
—Lo siento, ya vuelvo —dijo Dylan y se alejó para atender su teléfono.
Suspiré notablemente y alejé furiosa la mano de Nash.
—Eres un estúpido.
—Ambos sabemos que querías que subiera aún más.
—Tienes suerte que estamos rodeados de gente y no puedo darte el golpe que quiero.
—Que señorita eres.
Lo miré fulminante, lo único que me faltaba era que me saliera humo por los oídos, estaba realmente enojada. Esto había sido a propósito, él sabía de mi cita con Dylan, ¿pero cómo? Y ahí recordé, el viernes antes de irnos a la fiesta, cuando salí de ducharme, probablemente vio mi celular.
Me enfadé aún más, él había venido a molestar esta noche porque en realidad pensó que yo estaba interesada en Dylan, cuando en realidad yo solo quería aclarar las cosas con él, y todo por Nash, además, había estado de chusma con mis cosas. Esto no lo dejaría pasar.
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Campamento Militar || Nash Grier (Editando)
FanfictionLos padres de Kendall Collins piensan que ella es demasiado problemática para su prestigiosa familia y la envían a pasar el verano en un campamento militar sin su consentimiento, allí conoce a Nash Grier, un chico que pasa su segundo verano en el ca...