Capitulo 18

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—Buenas noches Nash.

—Buenas noches _____...

Me dí la vuelta y cerré mis ojos, miraba el piso y las paredes de la carpa, no podía dormirme, no tenía sueño.

Esperé unos minutos para que el sueño viniera a mí, tampoco sabía si Nash ya se había dormido, hasta que murmuró algo.

—¿Estás dormida?.

—No— reí levemente y me dí la vuelta para poder verlo.

—¿No tienes sueño o qué pasa?.

—No lo sé, simplemente no puedo dormirme— hice una mueca.

Nash me miró a los ojos y yo sin querer recorrí sus labios con mi mirada, lo odiaba, odiaba la manera en la que me hacía tan tonta.

Se acercó sin que yo puediera darme cuenta y me dio un dulce beso en los labios.

—Yo tampoco puedo dormir— susurró a centímetros de mi boca— quizás así si pueda dormir— me abrazó por la cintura y me apegó a él, me sorprendió un poco pero lo dejé, puse mi cabeza en su pecho, sentía tu calmada respiración y me gustaba su mano acariciando suavemente mi espalda— que duermas bien linda— dió un beso en mi cabello y yo me quedé cómodamente dormida.

(...)

Mis ojos se abrieron a tope, asustada por el insoportable ruido de una trompeta que se escuchaba, solo pedía a Dios que parara, mis oídos dolían, hasta que al fin pasó.

Miré a Nash, él aun estaba dormido como si nada, reí y acaricié su mejilla, se veía gracioso, lucía tan cómodo durmiendo pacíficamente que decidí despertarlo yo antes de que Gustav viniera a tocar la trompeta en nuestras caras.

—Nash...— nada— Nash...— tampoco nada— ¡Nash!— se movió apenas un poco luciendo molesto.

—Déjame dormir.

—Tenemos que levantarnos.

—No quiero— se tapó la cabeza con la almohada.

—Vamos.

—No.

—Al menos abre los ojos y mírame.

—No.

—Bien, entonces ya me pondré el sostén— dije gastandole una pequeña broma.

—¿Qué?— sacó la almohada de su cabeza y se giró para mirarme, que tonto, sabía que caería.— No se vale— frunció el seño.

—Ya deja de ser un perezoso y vamos.

Me levanté y salí, tomé jugo de naranja y el coordinador nos dijo que podíamos entrar al agua un rato más que nos iríamos para el almuerzo.

Me cambié en los baños junto con las chicas y salimos, Nash el vago dormilón ya se había levantado y estaba ahí bebiendo jugo con los ojos apenas abiertos.

Pasé cerca de él y me miró pícaro, Frida y Mika se fueron al agua mientras yo contestaba un mensaje con mi celular ahora que Gustav no estaba viendo.

Siento como alguien se acerca y me giro viendo a Nash, dejo mi celular en mi bolso y espero a que se acerqué más.

—¿No vas a entrar?.

—No creo.

—Vamos.

—No quiero ahora.

—No seas aburrida, vamos.

—Lo dice el señor dormilón- frunció el seño divertido y en un rápido movimiento me intentó cargar en sus brazos para llevarme al agua, pero yo le di un codazo en sus costillas haciendo que me soltara, no le había pegado para nada fuerte... podía ser peor, qué se pensaba, yo iría al agua cuando quisiese, odio que me manden o intenten dominar, para eso cómprate una mascota.

Caminé hacia el agua mientras él quedaba ahí parado, luego me siguió y cuando ya estabamos dentro comenzó a tirarme agua como si viviera por ello.

—¡¿Acaso tienes cinco años?!- grité ya cansada, tenía mis ojos cerrados y ponía mis manos delante de mí con no sé qué fin, quería que se detuviera.

—Si tuviera cinco años no haría esto— se paró detrás de mí y apretó mi trasero suavemente, lo fulminé con la mirada y le pegué en el brazo.

Gustav nos llamó porque teníamos que irnos, salimos todos del agua y seguimos el camino hacia el campamento.

Nosotros nos deviamos para ir hacia nuestra cabaña mientras los demás se iban a las suyas.

Cuando estabamos por llegar salí corriendo en la dirección mientras gritaba.

—¡Yo me ducharé primero!— corrí más rápido, necesitaba ducharme, quería sacarme el traje de baño, además que mi pelo era un asco por el agua.

—¡Claro que no!.

Subí los escalones rápidamente, agarré la ropa y entré al baño, cerrando la puerta con seguro.

—¡Por favor _____, no demores medio año!.

—No seas exagerado y ahora deja de molestar.

Me lavé el cabello y me duché, dulce y refrescante ducha, al salir para vestirme me di cuenta que no había traído ropa más que la interior, me había apresurado tanto para entrar primero que me olvidé de la ropa, genial, sigue así _____.

Me puse lo que había traído y me envolví en la toalla mientras pensaba que hacer, salir así no era una opción.

Campamento Militar || Nash Grier (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora