Campamento Militar || Nash Grier (Editando)

Capítulo 2: Campamento de verano

Y ahí me encontraba yo, en el auto con Marisol, mi madre, yendo hacia el instituto debido a que había hecho una cita con el director.

Ni bien estacionó el auto me bajé y corrí hacia mi clase de arte. Me senté al lado de mi amiga Emily y sin darme cuenta comencé a mover la pierna en un intento de calmar mis nervios.

—Ya te han castigado antes, Kendall —dijo restándole importancia mientras caminábamos a la salida—, estarás dos semanas sin salir y luego todo será como siempre.

—Lo sé, pero mamá estaba más enojada ésta vez, creo que es por todo lo que ya he hecho.

—Bueno ya, vamos, luego me llamas y me cuentas que pasó.

Habíamos tenido tan solo dos clases ya que al ser los últimos días de curso los profesores se ausentaban o la mayoría de los alumnos ni siquiera asistían.

—¿Llegaste? —cuestionó la voz de mi madre cuando yo cerré la puerta de entrada.

"No, soy un extraño asesino que casualmente tiene llaves de la casa y por eso estoy aquí".

—Sí —grité.

—Ven al comedor.

Dejé mis cosas en el living y fui hasta allí. Al entrar vi a toda mi familia sentada en la mesa, con las servilletas sobre el regazo y la comida humeante sobre la mesa, algo bastante extraño ya que no almorzábamos todos juntos muy a menudo; Jefferson, mi padre con su traje y corbata como siempre, mi madre con su camisa, falda y tacones, y Marie tanto como mi hermano Kyle, también muy bien vestidos mientras que yo traía unos jeans y vans, pero que más da, siempre es así.

—Tenemos algo que decirte Kendall —dijo mi padre con notoria tranquilidad.

—Lo escucho —hablé mientras me sentaba en la silla libre.

—Te irás por un tiempo...

—¿Irme? —repetí sorprendida, ya sabía que ellos no me aceptaban del todo pero nunca pensé que me echarían de la casa.

—Sí, por unos meses, a un campamento.

—¿Campamento? Deben estar bromeando —reí sin gracia y los miré incrédula.

¡Qué horror! ¿Un campamento de verano? Tiene que ser una jodida broma.

—Un campamento militar.

Clavé mi mirada en mis padres, con mi mandíbula por tocar el piso. ¡¿Militar?! ¡¿De dónde salió esa idea?!

—El director nos dio este folleto sobre el campamento de verano —mi madre me entregó el papel por sobre la mesa—. Ahí van los chicos que necesitan disciplina.

—Yo no necesito nada de eso.

—Claro que sí, solo será por los meses de vacaciones.

—Ustedes no me quieren aquí, ¿verdad? quieren que deje de darles problemas.

—No digas tonterías, es por tu bien, te gustará.

¿Me gustará? Cómo se nota que no me conocen en nada.

—Como sea.

—El campamento es en California, así que te irás la semana que viene cuando terminen las clases.

—Ve armando tus valijas —finalizó mi madre.

Mis hermanos no dijeron nada en toda la conversación, sólo se pusieron de pie y se fueron cuando terminamos de almorzar. Me quedé sola en la mesa, aún indignada de que me iría a ese tonto lugar. ¿Podría quizá convencer a Emily de que me acompañara? No lo creo, detesta la naturaleza.
De todos modos, intentaría divertirme, me rehusaba a malgastar mis vacaciones.