Epílogo

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Capítulo dedicado a todas aquellas que estén leyendo esto❤

Miró de nuevo la prueba en sus manos. Se veía borroso porque las lágrimas no tardaron en aparecer. Eran las 12:05pm, y Nash llegaría dentro de veinticinco minutos. Desde hace un año que vivían juntos, luego de todos los incidentes de hace un tiempo, pensaron que era lo mejor, además, ahora tenían veintitrés años.

Los padres de ______ se habían divorciado, a Marisol, su madre, la veía seguido, solía ir a visitarlos y había aceptado totalmente a Nash y que vivieran juntos en un departamento. Con su hermano también seguía en contacto, sin embargo, luego de que el juez dictara que su padre perdía el control sobre ella, no lo había vuelto a ver, y todo era mejor así.

—¡Linda, ya estoy aquí! —gritó Nash al entrar a la sala, observó a su alrededor, y no habían rastros de su novia.

______ rápidamente lavó su rostro y salió del baño, lo saludó y lo abrazó con fuerza, mientras no podía evitar pensar en cuál sería su reacción sobre que ella estaba embarazada.

Era algo que ambos sabían que iba a suceder, desde hace pocos meses lo hacían sin protección porque decidieron que estaban listos para tener un bebé, y que cuando llegara sería porque así debía ser. Sin embargo, ella nunca pensó realmente en cómo sería cuando ese día finalmente llegara.

—¿Qué sucede? ¿Por qué lloras? —preguntó preocupado.

—Nash...

—¿Estás bien? ¿Te sucedió algo?

—Es que...

—¡Dime! —era gracioso porque él no la dejaba hablar.

—T-tendremos un bebé —logró soltar y observó atentamente la expresión de su novio; sus ojos azules se abrieron con sorpresa e intentó articular alguna palabra, más hubo un silencio de unos largos segundos.

—¿Estás embarazada? —inquirió, asegurándose de lo que suponía, ella asintió—. Oh mi amor, tendremos un hijo —rió y la abrazó con fuerza, haciéndola sentir la mujer más feliz de la tierra—. Pero espera, ¿por qué llorabas?

—Yo no sabía cuál sería tu reacción.

—No seas tonta, ______ —sonrió, a pesar de todo seguían teniendo esa relación en la que se hacían bromas y se decían cualquier cosa—. Te amo, y te apoyaré en todas las circunstancias, porque eres mi novia, y me encantaría que fueras algo más.

—¿Qué insinúas, Grier?

—Que te vistas que saldremos —habló y le robó un beso.

Cuando ambos se subieron en el auto, Nash comenzó a conducir hacia el lugar que tenía planeado; era un hermoso domingo, y todo iba bien por ahora, aunque los nervios aparecieron ni bien se sentaron en una mesa a la intemperie del restaurante francés.

—No es París, pero al menos podemos imaginar.

—¿Por qué elegiste este lugar? —rió ella.

—¿No te agrada? —preguntó nervioso.

—Por supuesto, pero te noto algo inquieto, ¿está todo bien? —le preguntó tomando su mano por sobre la mesa.

—Claro que sí linda... ¿Recuerdas nuestros meses en el campamento? —rió, intentando desviar un poco el tema.

—Detesté ese lugar —negó con la cabeza—. Nunca volví a ver a Frida y Derek, solo hemos hablado por teléfono, aunque con Mika nos reunimos un par de veces.

—Yo no he sabido nada más de Carter, pero con Matt hemos hablado. Podríamos juntarnos un día.

—Sería genial y... —el señor que los atendía llegó interrumpiendo la charla, llevaba una bandeja en las manos, era pequeña, como de postre, y tenía una tapa encima.

Campamento Militar || Nash Grier (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora