Capítulo 8

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Lina

A lo largo de las dos semanas, muchas cosas tomaron lugar y muchas otras tomaron forma.

Día tras día aprovechaba de practicar en el salón a medida que Erik tocaba sus melodías encantadas. Habíamos puesto un horario, hicimos un acuerdo sobre nuestra nueva rutina.

Primero que todo, ambos nos levantábamos a la misma hora. Casi siempre era él quien debía tocar mi puerta y sacarme de los múltiples sueños que vivía, pues siempre se me pasaba la noche volando y mi cuerpo no se adecuaba a tener su propio despertador. Le había comentado mi impulso por querer ayudarlo y no abusar de su buena voluntad, así que ambos preparábamos el desayuno al modo que nos gustaba.

En segundo lugar, ambos decidimos que nos acompañaríamos y apoyaríamos en este nuevo viaje. En esta ida hacia un futuro mejor, hacia nuestro futuro soñado, de tal forma que, permanecía a su lado en el momento de múltiples creaciones musicales realmente hermosas y que siempre nos sacaban miles de sonrisas y él, que tocaría como acompañamiento  de mis coreografías, algunas fallidas y otras triunfantes.

Ambos nos sentíamos fluir, crecer con cada segundo que pasábamos juntos. Éramos amigos, pero había algo distinto. No solo había amistad entre nosotros, sino que, algo más fuerte e implacable. Tal vez era cariño, tal vez era confianza, tal vez era... ¿Qué podría ser realmente? Solo nuestros corazones andantes lo sabían. Ellos eran quienes se sentían fluir y danzar en medio de una melodía sublime e inocente de alegría y de paz, de recuerdos magníficos que se volvían inolvidables e infinitos, de abrazos y palabras llenas de amor.

Ya no había vuelta atrás, habíamos cruzado un punto del que solo había camino de ida y en el cual nos sentenciamos a un destino trascendente e impredecible, lleno de instancias magistrales que se quedarían con nosotros y nos marcarían, ¡Y cómo lo harían!.  Generamos una unión más que indomable; era un lazo indómito y grandioso del que solo éramos partícipes Erik y yo, dejando a un lado al mundo cruel e insensible que permanecía a nuestro lado, atentando contra la felicidad de quienes lo hacían posible. Unimos nuestras vidas, las sellamos en un tratado, en un documento invisible a nuestros ojos, pero que ambos habíamos firmado desde que nos mostramos tal cuál éramos, por dentro y por fuera, y decidimos avanzar juntos a cada paso que dábamos.

Claramente, todo aquello no lo notaríamos hasta un tiempo más tarde, cuando nuestro universo comenzó a girar imparable y dio tales vueltas que solo generaron más heridas a medida que se iban eliminando viejas cicatrices. Solo en aquel momento seríamos capaces de comprender que el pasado siempre te lleva al presente, que es imborrable y que deja huellas detrás de ti para poder encontrarte, una y otra vez, aunque escapes y corras de él. Y quizá, solo quizá, necesitábamos aferrarnos a aquellos recuerdos dolorosos para poder sacar a la luz unos buenos, mejores y optimistas por más que significase nuestra rendición ante una guerra que habíamos comenzado, pero no terminado, sino que, solo ignorado.

Así sucedieron los trece días tan anhelados. Cada jornada parecía ser de un cuento de hadas y no quería que terminaran. Con Erik nos acostumbramos a la presencia del otro, a necesitarnos para las cositas más mínimas y a valorar nuestras miradas de una manera impensable. No podría especificar cuántas veces reímos, pero sí podría asegurar que las lágrimas habían cesado, esfumado. Ahora, nuestros ojos se sumergían en un regocijo majestuoso y el brillo que había en ellos nos llenaba de esperanza.

Mi madre continuó trabajando, cada vez con más ahínco y asumió una rutina en la cual solo nos veríamos unas tres veces por semana. De esta forma, la única compañía que tenía era el genio que, día a día, amaba más y más sin darme cuenta. Mamá no volvió a comportarse de manera extraña, le parecía suficiente el saber que el uno al otro nos cuidábamos con tanta fidelidad como era imposible creer. Sin embargo, sus miradas atentas y controladoras nos acechaban permanentemente.

Los Límites de Nuestro Amor Eterno (Un fanfic de "El Fantasma de la Ópera)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora