<Capitulo 14>

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Logre calmarme desde esa noche en el cumpleaños de Nathalie. Hice cosas para distraerme, estudie, estuve mas horas en las residencias, salí a correr, fui al gimnasio, salí a pasear con Zoey, fui a eventos de medicina con Hunter, en fin... tuve a mi mente ocupada.

Cuando algo no va bien en tu mente, es mejor ocupar tu tiempo en otra cosa que no sea pensando.

Nathalie me hablo, por supuesto, y no le dije como me sentí en su cumpleaños. Preferí no hacerlo. Hablamos bien, no le di a saber que algo me pasaba. Siempre que me decía para vernos, le metía alguna excusa, como que tengo que estudiar, o como que estoy en mis horas de residencia. La gran parte de ello es cierto, así como es cierto también que aun no estoy listo para verla. 

Otra forma de distraerme, es poniendo musica en el departamento y bailando al ritmo. Musica de la cual todo hombre escucharía.

Yo, i'll say you what i want, what i really really want. So tell me what you want, what you really really want –¿todo hombre escucha algo de las Spice Girls, verdad? Me río de mi mismo cuando me encuentro bailando mientras ordeno la sala–  If you wanna be my lover, you gotta get with my friends –el timbre suena por encima de la musica, y la bajo. Abro sin antes ver de quien se trataba, y me encuentro con la persona que tal vez no quería ver en estos momentos, y a la vez... echaba demasiado de menos.

Todo se vuelve una mierda cuando necesitas alejarte un poco de alguien, pero resulta que también necesitas estar junto a ella.

Ella se ríe cuando escucha la musica de fondo, y yo sonrío encogiéndome de hombros.

–¿Por qué no me sorprende?

–Mi sueño era ser una Spice Girl, pero me tuve que conformar con la medicina –estalla en una risa ante mi, y yo sonrío aun mas ante el sonido– ¿Qué haces aquí?

Me muestra la caja de pizza que trae con ella, y también el pack de la cerveza que nos gusta a ambos.

–Te echaba de menos, y solo quise darte una sorpresa.

–Solo me convences con lo que traes en tus manos –le sonrío y la dejo pasar. Cuando lo hace su aroma llega a mi nariz, y me siento débil. Juro que odio esto, pero mas odio evitarla.

Apago la musica, y me siento junto a ella en el sofá. Comenzamos a devorar las pizzas, y a beber de las cervezas, mientras nos ponemos al día sobre nuestras vidas.

No le pareció para nada extraño que me haya ausentado estos días, pero claro... ella no sabe que muchas veces le mentí para no verla. Solo piensa que me ausente por hacerme cargo de mis responsabilidades como adulto, lo cual es cierto, pero hay algo mas que ella no sabe.

No se como sucedió, pero luego de las pizzas, Nathalie termino sentada encima mio y besándome como si no existiera un mañana. Mientras mas la beso, mas siento como se mete debajo de mi piel, y eso no me importa en absoluto. Al menos no ahora. Mi cuerpo también la echo de menos, así que quiero darle lo que necesita.

La llevo a mi habitación y hago que gima mi nombre, mientras que los dos llegamos al orgasmo al mismo tiempo. Solo que esta vez me siento diferente.

Me recuesto a un lado de Nathalie y estoy sonriendo, pero ella me esta mirando con ojos interrogantes.

–¿Qué? –le pregunto– ¿No te gustó?

–Oh, no es eso. Si que me gustó.

Sonrío y le doy un beso fugaz.

–¿Entonces qué es?

–Es que... te he sentido diferente –le frunzo el ceño esperando a que me diga mas– Has sido... ¿tierno?

Di cuando (#2 A través de ti)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora