Si no fuera porque tenia que conservar la seriedad, estoy seguro de que Beth al enterarse de las nuevas noticias, se hubiera puesto a saltar y a aplaudir como una adolescente cuando tiene los tickets para ver a su arista favorito. Y estoy completamente seguro de que siempre se pone de esa manera cada vez que una familia le brinda un nuevo hogar a un niño.
Ahora todo quedaba en manos de la ley. Ahora teníamos que pasar por infinitas entrevistas para que se aseguraran de que no tenemos problemas psicológicos, y también supieran más de nosotros, como a qué nos dedicamos, de qué trabajamos y cuanto cobramos por ello. Así como también vinieron a visitar el departamento, para que vieran que el lugar en donde vendría Nolan estuviera en buenas condiciones. Y espero que lo este, el departamento es grande, espacioso, y contamos con una habitación, que era la de Hunter cuando vivía aquí. Y si Dios lo permite, será la nueva habitación de Nolan.
Sabia que teníamos que pasar por todo esto a la hora de poner en acción nuestro plan de adopción. Pero una cosa es saberlo, y otra totalmente diferente es vivirlo. Y al vivirlo siento mis nervios a flor de piel, pienso las peores cosas y eso me entristece, me asusta. Intento tranquilizarme, pero cuanto más intento peor se me hace.
Que sea lo que tenga que ser. Buenas o malas noticias, encontraremos la forma de salir adelante y si Nathalie no puede, la ayudare con eso. Incluso aunque este peor que ella.
–¿Nathalie? –salgo de la habitación buscándola.
–Estoy aquí...
Su voz proviene de la habitación que ahora esta vacía, me dirijo allí y la encuentro observando con atención las paredes.
–Puedo imaginármelo aquí... –dice y me mira por primera vez desde que entre– Y eso me asusta. Me asusta imaginarme algo que tal vez no sea posible.
–Todo ira bien...
–Paul, deja de decirme eso –suspira– Siempre me lo dices ¿y si nada va bien? ¿No estas asustado? –se cruza de brazos– Es molesto que quieras ser siempre así.
–Estoy siendo fuerte por nosotros –me quedo parado en el umbral de la puerta, observándola detenidamente– Digo que todo va a ir bien porque realmente quiero que todo vaya bien. Perdona si eso es molesto para ti, perdona si quiero ser positivo, perdona si intento ser fuerte –niego con la cabeza– Estoy lleno de miedos, Nathalie. Solo que prefiero tapar esos sentimientos con algo positivo.
Me mira a los ojos y suspira profundamente mientras se acerca con pasos lentos a mi.
–Lo siento. No quise hablarte así, se que ambos estamos en el mismo bote, el mismo mar, solo... no se que hacer con todo esto. En serio, lo siento.
Asiento y pongo mis manos en su cintura.
–Estas abrumada, pasamos por demasiadas cosas... entiendo que estés así.
–Deja de ser tan bueno conmigo, y enójate.
Me río y le niego con la cabeza.
–Tú lo dijiste, estamos en el mismo bote, en el mismo mar ¿De qué serviría enojarme?
Le sonrío, y me devuelve la sonrisa. Tapo esa sonrisa con un beso fugaz, y luego de regalarnos una sonrisa tranquilizadora, y sincera nos abrazamos.
El teléfono del departamento comienza a sonar, y nos hace sobresaltar. Con Nathalie nos miramos por unos segundos, preguntándonos si sera lo que pensamos.
–Atiende tú, por favor... –me dice y asiento.
Me acerco al teléfono y suspiro profundamente antes de contestar.
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Di cuando (#2 A través de ti)
RomanceSegunda parte de A través de ti. © Todos los derechos reservados. Esta totalmente prohibida la copia o adaptación de la historia. Obra registrada en Safe Creative bajo el código 1508034804056 © Paul West vivió enamorado de su vecina durante mucho ti...