<Capitulo 32>

128K 7K 688
                                    

Observar el techo blanco de la habitación, como si fuera la cosa más divertida de todas. Observarlo con atención, como si allí encontraras la respuesta a todo, como si se reflejaran imágenes de tu vida, de tu pasado y tu posible futuro.

Parece algo estúpido, pero todos alguna vez en nuestra vida nos recostamos a mirar el techo y pensar en las cosas que hicimos, en las que no y en las cosas que vienen. Muchas de esas veces te sientes triste, y sin ánimos de nada. Pero en mi caso de hoy, de ahora, estoy sintiéndome extraño. Pero feliz. 

Nathalie suspira a mi lado, y es como si recién cayera de que esta aquí. La miro y esta con el rostro tranquilo, y eso me contagia una paz infinita.

–Mañana... –dice.

–Mañana –le repito y me mira.

–¿Puedes creerlo?

–Si, y no. 

–Yo estoy igual –me sonrie– Pero es una sensación tranquila, no desesperante.

–Comparto eso. Aunque se que me mostrare nervioso cuando este allí.

Se ríe, y le sonrío.

–Espero que esos nervios no te obliguen a correr lejos de mi.

Me giro para verla directamente a los ojos, y ella hace el mismo movimiento.

–Se que soy un idiota, pero no tanto como para alejarme de ti –me sonrie y acaricia mi mejilla. Mi cuerpo reacciona ante su suave contacto, y se que soy para ella. Solo para ella.

–Parece como si fuera ayer que empezamos a estar juntos, y míranos... a punto de casarnos –me sonríe.

–No se tú. Pero a mi el tiempo no me importa en absoluto, no si estoy contigo. Lo único que me importa es hacerte feliz, ser feliz con ello y vivir lo que tenga que vivir junto a ti. El tiempo contigo se siente como un para siempre.

A Nathalie se le llenan los ojos de lágrimas, y se ríe de si misma mientras seca las pocas que lograron salir.

–Estoy muy sensible y me sales con esto... –le sonrio– Eres el mejor ¿lo sabes?

–No se si lo sea, solo soy un idiota enamorado.

–Y yo te amo por eso.

–Si, es tu culpa que sea así. Me amas porque eres la culpable de volverme así –sonrie negando con la cabeza.

–Te amo porque estoy enamorada de ti.

–Claro, lo dices solo porque dije eso –me siento y me cruzo de brazos, para luego escuchar la carcajada de Nathalie – ¿Te parece gracioso?

–Luego te preguntas por qué te dicen que eres la mujer de la relación.

Se vuelve a reír, y la miro con el ceño fruncido. Pero el sonido de su risa es el mejor de todos, así que ahora me encuentro sonriendo mientras la miro.

–Dejame adivinar... –dice secando las lágrimas de su risa– Ahora vas a querer que tengamos sexo, solo para mostrar lo macho que eres –se sienta a mi lado con una mirada divertida.

–¿Por qué me estoy a punto de casar contigo? –se rie– ¡¿Por qué?! 

Me agarro la cabeza con ambas manos, actuando como un desesperado y ella se parte de la risa a mi lado. En cuanto la miro, su risa se vuelve contagiosa y me río junto a ella.

Mañana es el día, mañana nos casamos. Y aquí nos encontramos... riéndonos como dos niños en un parque.

Di cuando (#2 A través de ti)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora