<Capitulo 3>

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–¿Podrias entonces llevarle los medicamentos tú a los niños? 

Veo que me pregunta Alicia, una mujer de mediana edad. Compañera de mis residencias en el hospital. Es con la que mas afinidad tengo, y con la que mejor me llevo. Siempre me guió en todo momento, y me alentó para que no dejara de estudiar. Es lo mas cercano a una madre que tengo.

–¿Qué?

Me frunce el ceño.

–Es la tercera vez que te lo pregunto.

–Lo siento.

–¿Qué ocurre?

–Nada –Nathalie ocurre, eso. No deje de pensar en ella desde ese día en el departamento. Y para ser exactos, pasaron tres días. Tres malditos días donde invadía mi mente, y cada vez que pensaba en ella la quería cerca. Quería reír con ella, ver una película con ella, o salir a cenar. No tocamos el tema de como nos miramos cuando se cayo encima mio, hablamos como si nada hubiera ocurrido. Pero eso no ayudo a que no dejara de pensar en ella, y en sus jodidas sexys piernas.

Nuevamente me perdí en mis pensamientos, vuelvo a la tierra cuando Alicia pasa su mano por delante de mis ojos.

–Esto no me lo creo –la miro y sonrie– ¡Es una chica!

–¡¿Qué?!

–¡Una chica te pone así! Dime ya quien es, porque dudo que se trate de Marie.

Alicia todo lo sabe. Todo. Incluso mis salidas nocturnas con chicas que apenas se su nombre, claro esta que mas de una vez me regaño por ello. 

–Tú estas loca.

–Las mujeres reconocemos algunas miradas, y esa mirada es por una chica.

–No hay ninguna chica, no hay nadie. 

–Dilo hasta que lo creas.

–Sabes que no soy de sentimientos.

–Las cosas no siempre salen como esperamos, y algunas otras nos sorprenden. Si Marie pudo obtener tu atención, tal vez otra chica obtenga tu corazón.

Me río en una carcajada fuerte.

–Bueno, cuando tenga un corazón lo hablamos.

–Paul... –suspira.

–No quiero hablar de eso. Dime que tengo que hacer.

Suspira pesadamente y me pasa algunos medicamentos.

–¿Puedes llevarle esto a los niños?

–¿Chris y Miles? 

–Si, ellos te aman. Y solo toman su medicamento cuando se los das tú.

Chris y Miles eran dos chicos de 7 y 5 años. Ambos enfermos de cáncer. Desde que entre al hospital con las residencias, me hice muy amigo de ellos. Y según Chris, juntos eramos "Paul y su pandilla"

Guardo los medicamentos y subo hasta el piso en donde se encontraban, una vez allí me encamino hasta su habitación y los observo riéndose. Miles, era muy cómico, siempre hacia bromas conservando su inocencia, y Chris lo adoraba.

Siempre intente que mas allá de su enfermedad, ambos se sintieran felices. 

–¡Paul a punto de anunciarse! –digo ocultándome y ellos dejan de reír.

–¡Damas y caballeros! –grita Chris y sonrio– Tenemos el honor de presentarles al mejor líder de todos los lideres.

–¡Y con el mejor cabello de todos! –agrega Miles y los tres nos reímos.

Di cuando (#2 A través de ti)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora