Di cuando (#2 A través de ti)

<Capitulo 31>

Nada como estar en tu propio espacio personal, en bóxer, tomando una cerveza y viendo la maratón de la serie que te gusta. Es todo lo que esta bien luego de una larga y pesada semana laboral, y de estudio.

Nathalie se había ido a cenar con Marie y Chloe, querían tener su momento de chicas. Creo que esas palabras aterran "momento de chicas" ni siquiera quiero pensar en que deben estar haciendo, o que deben estar hablando. Solo... aterra.

El timbre suena, y me interrumpe en el mejor momento del capitulo.

¿Quien se atreve a hacerme esto?

Me siento en el sofá, y me detengo a pensar en si debo o no ponerme un pantalón antes de abrirle la puerta a mi molesta visita no esperada. Pero me da demasiada pereza ir hasta la habitación, así que me encojo de hombros y voy hasta la puerta.

–¿Qué paso, perra? –me dice Sam en cuanto la abro. Y me mira de pies a cabeza– Veo que ya estas preparado.

Le frunzo el ceño.

–¿Preparado para qué?

–¡Para tu despedida de soltero! –Hunter viene caminando por el pasillo, con una sonrisa enorme en su rostro. Una sonrisa que me decía "Me las pagaras" y detrás de él viene Blaine, sonriendo de la misma manera. 

Los tres se paran uno al lado del otro con los brazos cruzados, y con ojos malignos. Me rio negando con la cabeza.

–Ya quisieran... –quiero cerrar la puerta, pero Blaine es mas rápido que yo y la abre de un tiron– ¡Hey!

–Blaine agárralo –dice Hunter y Blaine se acerca a mi.

–Te juro que si me tocas sera lo último que hagas.

–Valdrá la pena –me dice él y me agarra llevando mis manos hacia mi espalda. Quiero luchar, pero es mas fuerte que yo y se me es imposible.

–Hunter...

–Hunter, nada –me dice seriamente– Quiero mi venganza. Dije que me las pagarías.

Me mira a los ojos y por momentos me recuerda a las películas de acción cuando dos enemigos se enfrentaban.

–¡Sam, eres mi amigo! –lo miro pidiéndole auxilio, pero me sonríe negando con la cabeza.

–Lo soy, pero una venganza es una venganza.

–Ya te tocara a ti –le digo entre dientes y se ríe.

–Si, bueno. Para eso falta mucho.

Quiero escaparme del agarre de Blaine, pero es totalmente inútil. El idiota tatuado es fuerte.

–Y yo aprovechare para vengarme también –dice y lo miro con el ceño fruncido.

–¿Qué te hice? –eleva ambas cejas, y me rio– Oh... claro, le tuve ganas a tu novia –me rio y tras la seña de Blaine a Sam, éste me golpea en la cabeza– ¡Oye! 

Hunter mira su reloj, y luego a Sam y Blaine.

–Ella vendrá en un rato –dice.

–¿Ella? ¿Contrataron a una prostituta?

–Si... algo así.

–¡Nathalie me matara!

–No, no lo hará –se ríe, y luego se le suman Blaine y Sam.

–Hunter... ¿qué... –y suena el timbre, los tres nuevamente se rien– ¿Qué demonios trajeron?

Hunter se acerca a la puerta, y Blaine me arroja al sofá de un tirón.