Romeo Y Julieta {Zayn Malik y Tú}

Capítulo 36 "you should probably stay"

-¿Zayn? – alcé mis cejas, su nombre salió en un hilo de voz.

Bajé la ventana del auto, y sonrío tímidamente.

-¿Qué pasó?

-Yo debería preguntarte eso - lo miré angustiada.

-Princesa, no sé qué ocurre - dijo.

-Es increíble que me odien de esta manera, no te he hecho nada, te apoyé más de lo que ellos hicieron - mi voz se estaba quebrando.

-Quizás solo fue una mala primera impresión.

-Zayn - abrí la puerta y salí de mi auto, quedando frente a él - ¿Estás molesto?

-Solo fue un mal momento - respondió enseguida.

-¿Estás molesto conmigo? - Repetí.

-No lo sé - cerré los ojos intentando contener las lágrimas.

-No sé si sea la indicada para ti - solté.

-Pero

-No te merezco Zayn - interrumpí.

-Hey, abre tus ojos - se acercó a mí - lo siento mucho.

-¿Por qué?

-Por todo, pero llegará el momento en el que todo se aclarará.

-Zayn ¿De qué hablas?

Pero me abrazó fuertemente, como si lo necesitara con urgencias. No pude insistir, era un abrazo necesario. Reconfortante.

-Te quiero mucho - susurró en mi oído.

-Te quiero mucjo, Zayn - repetí.

Y besó mis labios. Extrañaba sus besos, fue un beso muy húmedo, ya que aún sentía mis lágrimas caer. Y al parecer, sus ojos se inundaron en lágrimas en segundos.

...

Llegué a casa y mis padres estaban en su habitación por lo que no decidí ir a molestarlos, entré al baño, di el agua caliente de la ducha y salí a los quince minutos después, el agua caliente me había relajado, terminé de vestirme y me tiré en la cama cayendo en un profundo sueño.

-Hija, hija ya es hora de despertar, vas a llegar tarde al colegio – escuché a mamá que se sentaba junto a mí.

-¿Qué hora es? – mis ojos aún no se abrían por completo.

-Entras en veinte minutos más, apresúrate para que tu padre te alcancé a ir a dejar – mamá se levantó mientras corría las sábanas por mí.

Rápidamente me cambié de ropa, no tuve tiempo para comer, salí de casa y papá me fue a dejar, estaba tan adormecida que papá no me permitió tomar mi auto. Llegué dos minutos antes, aún así no tendría tiempo para ver a Zayn. Por lo que me dirigí enseguida a mi sala.

-¡Hola ____! – Alison se acercó a mí y me abrazó, mientras besaba mi mejilla.

-Hola Alison – la imité.

Al mismo tiempo se lanzó Hannah con Kim, ambas me asfixiaban, pero su cariño era esencial. 

-Hola ¿Llegaste bien anoche? – Liam se acercó y me abrazó luego de que las chicas se alejaran. 

-Sí, y muchas gracias por el café de ayer – comenté cerca de su oído mientras seguíamos abrazados.

Se alejó y besó mi mejilla, al escuchar al profesor entrar, cada uno se fue a su puesto. Para que la clase pudiera comenzar.

Al sonar el timbre, me dirigí al casino a comprar algo para comer, y en el camino me encontré con Zayn. Rápidamente me lancé en sus brazos y él me besó muy cálido.

-¿Cómo estás?

-Bien princesa ¿Y tú? – comentó mientras tomaba mi mano.

-Perfecto – sonreí.

El ánimo de Zayn es completamente distinto, creo que por fin podremos seguie una vida más normal, solo intentaré dejar de pensar en sus padres. Me compró un néctar y un pastelito para que comiera, él sabía que no había comido nada en la mañana. Me fue a dejar a la sala, me besó y se fue rápidamente a la suya.

Las horas pasaron, y por fin llegó la hora de salida. Me despedí de las chicas con un beso y un abrazo. Y obviamente de Liam igual. 
Me separé de él al ver que Zayn estaba en la puerta de la sala un poco intimidado, y con una leve sonrisa. Las chicas lo saludaron con una gran sonrisa.

Pero esta duró poco ya que recibí una llamada urgente de papá y tuve que marcharme, claramente a Zayn no le gustó la idea, solo hizo una mueca y se fue.

Me demoré en llegar, ya que papá me vino a dejar esta mañana, po lo que llegué un poco agitada. Ambos estaban fuera de la casa, con maletas y el auto cargado. Suspiré agobiada.

-¿Qué creen que hacen? - Dije apenas llegué a la entrada.

-Hija - interrumpió mamá - nuestro tratamiento es a unas horas de aquí, no es tan lejos.

-Prometieron que no se irían más 

-Es por el bien de todos - se acercó papá y acarició mis hombros.

-¡Genial! - grité mientras me alejaba de ellos - otra vez sola - reí sarcástica.

-Llamamos a Margaret, mañana estará de vuelta - mamá pasó por mi lado y subió al auto.

Cero abrazo, cero despedida, cero cariño, cero amor hacia mí. Fantástico.

-Espero que les vaya bien en su tratamiento, ¡Porque lo necesitan! - Grité fuertemente y cerré la puerta.

Estaba enfadada, escuché el motor alejarse y los portones al cerrar. Luego inundó el silencio, por todas las paredes, en todas direcciones. Caí hasta el suelo, mi espalda seguía apegada a la puerta y no podía mantener mi llanto.

Pero el golpe en la puerta me alteró, me puse de pie y abrí.

-¡¿Y ahora qué se les quedó?! - Grité.