Romeo Y Julieta {Zayn Malik y Tú}

Capítulo 31 "afraid of you"

Era Zayn, tenía una gran sonrisa en su rostro, sin duda le había ido muy bien, las chicas estaban desentendidas, no entendían porqué él estaba fuera de mi casa, y con esa enorme sonrisa. 

-¡Zayn me has asustado! – abrí la puerta de golpe.

Zayn miró extrañado a las chicas, y noté su incomodidad por la mirada que tenían sobre él. Claramente Zayn era un chico hermoso, pero su forma de vestir era demasiado distinta a la que las chicas están acostumbradas de ver, claramente no estaban acostumbradas a ver a un chico moreno tan guapo como él, sin dudas su belleza era exótica. 

Estaba intimidado, por lo que en segundos me despedí de las chicas para que se marcharan lo más pronto de mi casa. 

La puerta se cerró tras nosotros y me lancé a los brazos de Zayn, sentí su cálido cuerpo junto al mío. 

-¿Y cómo te fue con tus padres?

-Me ha ido muy bien - sus brazos me alejaron de él, y de la mano me llevó hasta el salón para poder sentarnos - hablamos y nos explicó todo, creo que tenías la razón – sonrió.

-Ves, siempre tendré la razón – le dediqué una sonrisa.

-Sí, lo sé preciosa – apretó fuertemente mi mano.

-¿Y qué fue lo que te dijo? – tenía esa duda de saber todo lo que había pasado en esa cena.

-Hablamos tantas cosas. Te juro que mañana a primera hora te contaré todo, ahora estoy muy cansado – se paró y comenzó a caminar hasta el segundo piso. 

-¿Te irás? – me extrañé. 

-Claro, ya he arreglado todo con mis padres, y volveré a casa.

-¿Entonces por qué has venido? Si estás así de cansado te hubieras quedado a dormir enseguida allá – me enfadé.

-Lo que pasa es que creí que todo saldría mal y no quería llevar mi maleta para volver acá de nuevo – río.

-Ah... está bien, vete, déjame sola, da igual que venga algún asesino y me mate – dije sarcásticamente, pero por dentro la risa no aguantaba.

-¿Con que crees que eso te pasará a ti? ¿Eh? – respondió divertido.

-Sí, y no te rías porque soy bastante débil y un asesino en tres segundos me liquidaría, a decir verdad, denante los escuché en el sótano, solo están esperando que te vayas – seguía contando, aguantando mi risa lo que era un poco imposible, ya que hasta a mí me causaba gracia lo que estaba inventando.

-Vaya, no tenía idea de que había un sótano.

-Claro que si lo hay –  me acerque a él.

-Es bueno saberlo, así podría aprovechar de ir a decirles a esos asesinos que no te hagan nada, porque tú eres mía – una sonrisa picara apareció en el rostro de Zayn.

-¿A sí? ¿Eso les dirás? 

-Claro, tú eres mía – Se acercó a mí – solo mía – me tomó de la cintura delicadamente, y me comenzó a rozar con sus dulces labios.

-Zayn suéltame ¡Ayuda señor asesino! – intenté alejarme de sus brazos y correr por la habitación.

-No te arrancaras de mí – su voz cambió intentando hacer una voz diabólica, pero estábamos riendo tanto que caí al suelo y Zayn me imitó.

Me tomó por la cadera y en el suelo comenzamos a reír como unos pequeños niños. 

-Creo que no me iré a mi casa, ya eres mía y no permitiré que esos asesinos te hagan algo – comentó Zayn mientras besaba mi frente.

-Eso está bien – me alejé de ahí solo para besar sus labios. 

-¿Qué te parece si vamos a echar un vistazo al sótano? Para que se larguen de ahí– propuso Zayn.

-Me parece una gran idea, así verás que no miento – Zayn se puso de pie y tomó mi mano para ayudarme.

Bajamos al primer piso y abrimos la puerta que se encontraba al lado del baño, la puerta crujió, típico de un sótano con mal aspecto, un lugar oscuro, sombrío y helado. No sabía donde se encontraba el interruptor por lo que me aferré bien a Zayn para evitar caer por las escaleras.

-Zayn – mi voz temblaba - ¿Por qué mejor no vamos a dormir? 

-No me digas que tienes miedo – susurró Zayn.

-No, solo... quiero evitar que caigamos por las escaleras – mentí.

-Creo que alguien tiene mi-e-do – se burló Zayn.

Y de un segundo a otro Zayn se aferra a la muralla para evitar caer. 

-Creo que tienes razón - comenzó a reír. 

Nos aseguramos de cerrar muy bien la puerta del sótano apagamos las luces de la sala y nos dirigimos a nuestros cuartos. Nos arreglamos y ya estábamos en nuestras respectivas habitaciones. 

-Zayn... - aparecí en su habitación tras varios minutos. 

-¿Sí? – murmuró.

-¿Estabas despierto?

-No, pero hace poco desperté. 

-Lo siento. Es que no puedo dormir – comenté.

-¿Tienes miedo? 

-No lo sé. 

-¿Y qué sucede? - Zayn se sentó en su cama y con un ligero movimiento de muñeca indicó que me acercara a él, no hacía falta encender la luz de la habitación, la noche estaba iluminada por la luna y las estrellas, la cual se asomaba por la ventana y dejaba a la vista un gran porcentaje de la habitación. 

-He estado pensando en tus padres, que volvieron a ti para explicar todo el mal entendido - me senté en la cama junto a él - y no logro entender cómo mis padres no vuelven a la casa, vuelven conmigo, a veces... solo necesito un fuerte abrazo y no tengo a nadie - la melancolía comenzó a invadir en mi cuerpo. 

-Sabes que ahora me tienes a mí - acercó su cuerpo al mío - quizás, cuando menos lo esperes, tus padres estarán de vuelta. 

-No sabes cuánto anhelo eso - tragué un poco de saliva y le sonreí. 

-Entonces así será, princesa. 

Zayn se volvió a recostar, pero antes dejó un espacio a su lado, me metí debajo de las sábanas, y me aferré a su cálido cuerpo. Posé mi cabeza en su brazo y con el otro me rodeó por la cintura, me apegó más a él y mi espalda sintió todo su duro torso. Estaba en el paraíso.