Romeo Y Julieta {Zayn Malik y Tú}

Capítulo 85 "stressed out"

A los pocos días hemos conseguido cambiarnos de casa, la nueva es mil veces más pequeña que la anterior, solo tenemos dos habitaciones. La nuestra y la de mis hijos que deben compartir. Tania tiene su cama en el extremo de la ventana, mientras que Daniel y Ben comparten una cama doble para poder ahorrar espacio. Espacio del cual solo alcanza el armario y para dar unos cuantos pasos. Solo tenemos un baño, y la cocina es compartida con el living y comedor. ¿Pero qué problema hay? Comenzamos de nuevo, estamos felices, mis hijos disfrutan cada minuto con su padre. Y yo disfruto cada minuto con su padre. 

Zayn encontró un trabajo en una empresa que comenzó hace poco, está a pocos minutos de la casa, aunque no tiene el mejor puesto, es un buen lugar para comenzar. Yo igual encontré un lugar, ayudo a una mujer mayor en una boutique que está a unas cuadras de la casa, incluso puedo ir a pie. El dinero no es mucho, pero estoy muy feliz, aunque todos estamos muy estresados, agobiados por el nuevo ritmo de vida que estamos llevando. 

Mis hijos están en una nueva escuela, en una escuela pública. Lo único que extraño, es la cercanía que tenía con la casa de Liam, le he comentado los cambios por mensajes, sé que no se los tomó a bien y que me exige una conversación en persona. Pero desde aquellos días en el hospital no hemos vuelto a vernos. 

En fin, hoy es un nuevo día, nueva rutina. Nos levantamos un poco más tarde de lo que solíamos levantarnos, por la cercanía de nuestros lugares a los que acudir. Luego de arreglarme, preparo la comida para todos. Los almuerzos de los niños, y almuerzo para Zayn, ya no puede darse el lujo de comer fuera todos los días. Zayn lleva a los niños a la escuela, y yo, tomo mi bolso y camino con toda tranquilidad hacia la boutique. 

-Buenos días Martha - anuncio a la anciana mujer mientras abro la puerta de par en par. 

-Buenos días querida ¿Cómo te sientes para el día de hoy? - pregunta con una dulce sonrisa en su rostro.

-Preparada total - le devuelvo la sonrisa, aunque ocultando el cansancio que inunda mi interior - ¿Han llegado los pedidos? 

-En una hora más llegarán, prepárate mientras y me acompañas a comer. No pude tomar desayuno esta mañana.

Hice lo que pidió, me acerqué a ella y conversamos una parte de la mañana. Mientras ella bebía una taza de té con unos deliciosos pasteles de los cuales tuve el placer de probar. 

(...)

Liam: sabes que no te esconderás de mi toda la vida, amiga, te necesito, más que nunca. Por favor deja de ignorarme. 

2:55 p.m.

-Querida - me llamó Martha - antes que te vayas, debo decirte algo. Mejor dicho, pedirte un favor.

-El que usted quiera - me acerqué a ella.

-Mañana debo ir a realizarme otro examen, y la verdad es que no sé cuántos días deba estar en reposo, y sabes que no tengo a nadie más... ¿Podrías cubrirme esos días aquí en la tienda? - oh no, ¿Cómo lo haré con mis hijos? - sabes que pagaré extra los días que te quedes, querida, no quedes así de sorprendida. 

-No es molestia Martha - cambié rápidamente mi rostro - y claro que no tengo problema.

-¡Muchas gracias querida! - dijo dando énfasis a cada palabra - espero que mañana tengas un buen día, cumple con el horario de atención y cualquier problema te comunicas conmigo. 

-Espero que a usted le vaya muy bien en sus exámenes. 

-Gracias, corazón. Ahora ve a por tus hijos - se acercó a mi para despedirse - ¡Que tengas unos días fabulosos! 

Besó mi mejilla, le sonreí, tomé mi bolso y me marché a casa para preparar algo para cenar y dejar lo necesario para luego salir en busca de mis hijos, ya que Zayn sale mucho más tarde de lo que salía normalmente. Más tarde de lo normal... ¿Cómo lo haré el día de mañana? ¿Y los que se supone que debo estar a cargo de la boutique? ¿¡Cómo iré a buscar a mis hijos!?

Los nervios comenzaron a apoderarse de mi cuerpo. No había forma de encontrar solución, hasta que recordé el mensaje que me llegó de Liam hace unas horas... Liam... tendré que acudir nuevamente a él. 

narra Zayn: 

El trabajo el día de hoy se volvió más agotador de lo normal, la nueva empresa tiene mucho que hacer, poca gente a cargo, y de esa poca, hay muchos que no saben. La lengua se me hace nudos cuando quiero intentar corregir a mis superiores, pero me recuerdo que debo mantener un empleo. Solo me tienen a cargo de mucho papeleo, mucho papeleo. Además de corregir los errores catastróficos de la gente que está sobre mi, errores garrafales, que no saben corregir. Claramente no puedo quejarme, lo hago y obtengo el mismo sueldo. ¿Qué más da? 

Mi mente estaba agobiada entre tanto papeleo, que el sonido de una notificación de mi celular hizo que mi corazón pegara un brinco. Debe ser mi esposa. Sonreí. Pero la sonrisa se extinguió inmediatamente. 

Desconocido: Buen empleo el que tienes, ah. Quizás en unos 180 años trabajando en el mismo lugar llegarás a ganar el sueldo que tenías en la antigua empresa. 

Ignoré el mensaje, traté de pensar en alguien de la empresa que me hubiese escrito algo así, pero tapé la lista concentrándome en lo que debía hacer.

Desconocido: ¡Toc, toc! He vuelto a tu vida. Espero que me hayas extrañado. ¡Besos! 

No puede ser...