Romeo Y Julieta {Zayn Malik y Tú}

Capítulo 103 "we need to do something"

Tratamos de huir por el patio trasero. Había un sendero que conducía a una piscina, la rodeaba y el camino seguía, daba directamente a la calle principal de la playa. Liam sostenía mi mano, pese a que no había tanta gente al rededor. Estaba oscureciendo, estaba derrotada... Las lágrimas que caían por mi rostro me impedían ver el camino. Solo quería caer, derrumbarme y quedarme ahí. 

-¡Vamos, muévete! - me agitó Liam, mientras trataba de seguirle el paso. 

-Liam - susurré - ¿Qué objetivo tiene? - las lágrimas caían por mi rostro - Zayn está... muerto, Zayn ha muerto.

-No puedes afirmar eso - dijo. 

-¿No puedo? - lo miré perpleja - ¡Tú has visto lo mismo que yo! ¡Sabes lo que has visto! - grité - Hemos llegado tarde, es mi culpa... por mi culpa él está muerto. 

Cada vez que esa palabra salía de mi boca, se formaba un nudo en mi garganta. Mordí mis labios. Y cerré mis ojos. Aguantando el llanto, Liam seguía tirando de mi, ¿Dónde iba? 

Llegamos hacia una calle bastante transitada, Liam buscó desesperadamente un medio de transporte, totalmente shockeada y deprimida traté de seguirle el paso. Subimos a un vehículo, en el cual Liam indicó la dirección a la que queríamos llegar. 

-Escucha - susurró frente a mí - tenemos completamente todas las evidencias de que Leila ha hecho algo, esta vez no se puede salir con la suya, habrá una investigación, tendrán que buscar a Zayn, Leila por fin pagará y terminará el martirio de todas sus vidas. 

- ¿Qué punto tiene? - dije totalmente deprimida - Leila siempre sale con las suyas ¿Crees que alguna vez podrá pagar por lo que ha hecho? ¡Jamás! Zayn no está Liam, hay sangre por todos lados ¿Crees que de verdad estará por ahí? ¡Piensa! 

-Iremos a la embajada, no nos podemos dar por vencidos si ya estamos acá - se acercó aún más a mi y tomó mis brazos dulcemente - Eres más fuerte de lo que crees ________, necesitas el último esfuerzo y verás como todo se solucionará. 

Llegamos a la embajada en muy pocos minutos, desde que entramos tuvimos que explicar nuestro caso desde el principio. Pero con cada pregunta, cada vez que debíamos esperar que alguien se comunicara con la persona encargada. Cada vez que llegaba otra persona a hacernos otro tipo de preguntar, de pedir nuestra información, buscar denuncias anteriores en la base de datos, comprendía que sería imposible. 

Pruebas, no tenemos pruebas. Siempre nos deshicimos de cualquier cosa que vinculara a Leila en nuestras vidas, no teníamos testigos, ni nuestros amigos... Solo estaban las palabras de Liam y mi desesperación. Hasta el momento no había forma de solicitar ayuda, dimos la dirección, somos testigos de que algo había ocurrido ahí. 

-¿Está consciente que acaba de admitir que ingresó indebidamente a un recinto privado? Eso es un delito - dijo un hombre robusto, canoso y bronceado.

-¡Estoy consciente de absolutamente todo! ¡Pero por favor hagan algo! Me hago responsable totalmente.

Y nos dirigimos nuevamente hacia esa dirección, las estrellas brillaban tenue en el cielo. Pese a la temperatura elevada a esas horas, me encontraba tiritando, estaba helada. Al acecho de lo que pudiera pasar los siguientes minutos.