Romeo Y Julieta {Zayn Malik y Tú}

Capítulo 1 "as all begins"

Narra__________

-Papá, no puede ser que te marches otra vez, no quiero quedarme sola en casa, mamá se marchó hace unos meses. No quiero que tú estés lejos también... por favor, quédate... te necesito – insistí, rompiendo el incómodo silencio que habíamos creado, él seguía ordenando su maleta.

-Hija por favor, sabes que mi trabajo es muy importante, estaremos comunicándonos contigo – se giró y tomó mi rostro con ambas manos – sabes que eres lo más preciado que tenemos, pero necesitamos aprovechar estas oportunidades con tu madre, para darte un buen futuro.

Rodeé mis ojos, intentando alejarlos de los suyos, odiaba que su empleo tomara el primer puesto y me destronaran al segundo. Odiaba estar sin ellos.

-Margaret te cuidará, no te preocupes. Lindos sueños, te amo hija – besó mi mejilla fuertemente, luego lo imité. No podía hacer nada para cambiar su opinión.

-Está bien papá, como tú digas. Buen viaje – admití mi derrota y con mi mirada fija en el suelo caminé hacia mi habitación.

Mañana será un nuevo día, lo mejor de todo es que una semana de vacaciones se acerca. Podré estar junto a mis amigas, y divertirnos. Lo único que me entristecía era notar la ausencia de mamá y papá. La casa no es lo mismo sin ellos.

(...)

Al día siguiente me preparé para ir al colegio, mi papá se había marchado varias horas antes, así que sin más remedio tomé el auto y me fui al colegio. El camino se hizo eterno pensando en ellos. Aunque mi lado optimista me sacó de mis pensamientos, al ver a unos pocos metros a mi mejor amiga, la rubia de pelo ondulado.

-¡Alison! – luego de estacionar el auto se lanzó frente a mí con un abrazo.

-¿Cómo estás? – se alejó un poco de mí y me enseñó su perfecta dentadura.

-Bien – intenté mostrarle una sonrisa, insuficiente de mi trabajo, ella lo notó.

-¿Qué te ocurre? Vamos, algo mal anda contigo.

-Papá salió de viaje otra vez – y mi sonrisa desapareció.

-¡Pero qué novedad! - rió - siempre estás sola en tu enorme casa, ¿Pero sabes que se acerca?

-¿Qué? – alcé una ceja, ocultando mi enfado ante la notoria preocupación de mi mejor amiga.

-La fiesta en casa de Nicholas – alzó sus finísimas cejas.

-¿Y tú crees que me invitará?

-Ambas estamos invitadas – sonrió picarona.

Tapé mi boca y comencé a reír. Alison solo me miraba aturdida. Claro, ella no sabía que aún seguía sintiendo cosas por Nicholas. Uno de los chicos más guapos y populares del colegio.

(...)

Las clases fueron tan aburridas e interminables como siempre. Hasta que el timbre de nuestra libertad nos liberó de las aulas, todos salíamos con sonrisas enormes. En casa, estaba Margaret esperándome con algo de comida. Como dije, ella era como mi segunda madre, me crió desde que nací ya que las largas jornadas de trabajo que tenía mamá, impedían que fuera una madre de tiempo completo para mí. Una lástima.

-¡Hola Margaret! – besé su mejilla y la abracé fuertemente.

-Hola mi niña – dijo con su voz maternal mientras acariciaba mi cabello.

-¿Tienes la comida preparada? – miré por sobre sus hombros como una niña pequeña.

-Sí, lleva esa bandeja a tu habitación si quieres, debo terminar de hacer aseo en las habitaciones del segundo piso.

Irónico, solo era ella y yo, la habitación de mis padres estaba la mayor parte del tiempo desocupada. Sonreí ante la idea de llevarme la bandeja, comer en un enorme comedor sin compañía no me hacía gracia.

Subí a mi habitación, me tiré en la cama, con la bandeja a mi lado derecho y mi laptop al lado izquierdo. Alison solo me hablaba de la fiesta de Nicholas, que sería mañana en la noche. Cada vez que ella lo nombraba, su imagen venía a mi mente. Su escaso y rebelde cabello dorado, sus claros ojos azules, su nariz perfilada que combinaba a la perfección con su mandíbula.

Muchas veces había hablado con Nicholas... Claro que eso fue varios años atrás, cuando recién entramos al colegio. Solo que ahora, la adolescencia le había llegado de golpe, y su cuerpo cambió más rápido de lo normal. Su abdomen perfecto y brazos trabajados hacían babear a más de una docena de chicas.

Al terminar de comer, ocupé gran parte de mi tiempo buscando por internet algún atuendo de moda para ir lo más arreglada a la fiesta de Nicholas. Un mensaje de Alison desvío mi mirada de los elegantes atuendos de Internet.

“Amiga, mañana después de clases quiero que nos demos la tarde entera para buscar con qué ir a la fiesta de Nicholas”

Y así fue, el día siguiente saliendo de clases, Alison estaba fuera, con su típica sonrisa. Y junto a ella estaba Hannah, nuestra amiga en común. Las tres, somos inseparables.

-¡Hannah! – sonreí eufórica.

Se dio media vuelta con un poco de dificultad, ya que andaba con unos enormes tacos. Su rubia cabellera se movió con el viento. Dio un corto paso y me abrazó fuertemente.

(...)

-Alison ¿Con qué irás a la fiesta? – pregunté fastidiada intentando buscar entre la pila de ropa que tenía frente a mí.

-No lo sé, quizás con un vestido ajustado.

-¿Hannah? – miré de costado, esperando que mi amiga estuviera en la misma situación que yo... no saber que vestir.

No escuché ninguna respuesta, por lo que me giré a verla. Estaba frente a un enorme espejo, volteándose. Se veía magnífica.

-Ese vestido te queda espectacular – dije maravillada.

Alison se acercó por mi derecha.

-Ahora es tú turno, eres la única que no tiene atuendo – tomó mi brazo y mientras Hannah se cambiaba, Alison se sentó de piernas cruzadas esperando que saliera con el mejor atuendo.

-No, no, está muy mal – dijeron ambas.

-Deberías usar algún tipo de vestido que no haga que tus piernas luzcan tan gruesas.

Alison se puso de pie, y en pocos segundos tomó una prenda del mostrador.

-Pruébate éste – dijo.

Entré, tomé el vestido entre mis manos, la suave tela se resbala con facilidad. Entré al probador, cambié mi ropa, me miré satisfecha y al salir, las chicas quedaron asombradas.

-Sin dudas, ese te queda perfecto.