Romeo Y Julieta {Zayn Malik y Tú}

Capítulo 59 "dream"

-Es aquí.

Sonreí abobada, mientras veía los resplandecientes ojos miel de Zayn recorrer todo el lugar. Estábamos en un hotel maravilloso, entre las montañas nevadas. El cielo estaba despejado y el alrededor era mágico.

Entramos al enorme hotel, nos registramos y subimos a nuestra habitación, piso diez. Teníamos una vista espectacular. Dejamos nuestros bolsos en la entrada, y la espaciosa habitación daba vista a la montaña, y un enorme bosque adornado de blanco.

-Es maravilloso - se acercó Zayn.

-Es lo menos que puedo hacer por ti, debes disfrutar la semana de receso. Y nunca volveremos a tener la misma suerte de salir sin ningún examen pendiente y la misma fecha.

-Eres la mejor.

Y una sonrisa iluminó mi rostro, los brazos de Zayn me elevaron y me hicieron caer sobre él en la enorme cama matrimonial, era como caer en las nubes. Comencé a besar sus dulces labios. Y su mano recorría mi espalda.

-Te amo.

-Yo igual te amo Zayn - y besé su frente - pero no podemos quedarnos aquí, hay mucho que recorrer.

Nos pusimos de pie y sacamos ropa más gruesa del bolso. Unas casacas y botas para la nieve. Bajamos y comenzamos a sacar fotos de todo el lugar. Caminamos cerca de la pista de sky y sin dudar, arrendamos un par de equipos. ¡es una locura! Estábamos totalmente perdidos, pero de a poco lográbamos mantener el ritmo. Tras extensos minutos tratando de mantenernos de pie, subimos unas colinas, y la vista era única. Estaba sin aliento.

El sol se escondió temprano. Estábamos congelados y subimos a la habitación a ducharnos con agua caliente. Pedimos comida a la habitación, y unos chocolates calientes para calentar el cuerpo.

-Yo recibo la comida.

Zayn fue, mientras corría unos sillones a los ventanales y abría las cortinas de par en par.

-¿Te parece si hago... Esto? - Y apagó las luces.

-¡Zayn! No veremos nada - reí.

Pero se acercó con un par de velas y las puso en la pequeña mesa junto a la comida. Era perfecto.

-No confiabas en mí, ah - se sentó junto a mi, y seguí su mirada con la mía.

Y se veían las estrellas en el cielo, seguía totalmente despejado, la ausencia de la luna dejqba a las estrellas como protagonistas. Iluminando completamente el cielo. Sonreí, y la mano de Zayn acarició mi mejilla.

-Comamos antes que se enfríe.

Lo seguí, deboramos la comida que teníamos y ya solo nos quedaba el chocolate, que seguía caliente.

Zayn giró su sillón y abrió paso al mío para que me sentara junto a él, me rodeó con un brazo y mi espalda estaba sobre su pecho, sintiendo lo cálido del chocolate bajar por mi garganta.

-Nunca creí que sería tan feliz, ni menos que una chica fuera la causante de esto - Dijo Zayn mientras jugaba con mi cabello - sé que todo lo que mis padres te dicen te sigue afectando, pero no deberías escucharlos, ellos no nos entienden. No saben cómo es nuestro amor.

-Sabes que no me gustan los problemas - susurré.

-Pero mientras estés conmigo, no dejaré que te pasen a llevar, ni aunque sean mis padres. Porque no te mereces nada de eso. Te mereces lo mejor.

Giré para quedar frente a Zayn para mostrarle una débil sonrisa.

-Eres hermosa a la luz de las estrellas - dejó un mechón de cabello detrás de mi oreja y sonrío - Eres la mujer más perfecta del mundo, y la única que quiero en mi vida.

Acercó su rostro al mío, quedamos apoyados por nuestras frentes, acaricié su rostro y vi cada detalle de él. Sonreía abobada. Pero sus ojos se comenzaban a cerrar, los míos lo perdieron de vista y solo sentí el calor de sus labios junto a los míos, un beso totalmente apasionado con una pizca de sabor a chocolate.

Desperté y ese bello rostro seguía junto a mí.

-¿Hermosa? - Su voz se notaba preocupada.

¿Dónde estaba? Había estado soñando, perdida en un recuerdo. Pero en esta realidad solo estaba tendida en la parte trasera de un auto en movimiento.

-¿Qué pasó? - Intenté sentarme.

-Te desmayaste. Lograste llegar cerca de mí, pero lamento no haber alcanzado a reaccionar, los pequeños venían encima. ¿Estás bien?

-Si - froté mis brazos, tenía un poco delicado - ¿los chicos?

Busqué desesperada con mi mirada, ya que no tenía la fuerza suficiente de apoyarme en el asiento para ganar altura o de bajarme del auto.

-Mamá se los llevó, vamos camino a la casa.

Su mano acariciaba delicadamente mi rostro. Y sus ojos atentos a cada gesto.

-¿Segura que estás bien?

Y no aguanté más, lo abracé y sus brazos sin dudar me rodearon. Acerqué mi rostro a él y solo logré susurrar en la casa hablamos ya que no íbamos solos en aquel auto.

Llegamos a la casa, ahora solo estaban mis suegros y mis hijos. No quería bajar, quizás qué caras iba a encontrar.

-¿Puedes ir a buscar a los chicos? No se me apetece entrar.

Zayn comprendió de inmediato, pero antes, pidió ayuda a su primo para traer los bolsos. Y fue momento de preguntar.

-¿Fue mi mamá? - dijo preocupado.

-Nunca le agradaré, recuerdo sus palabras - y mis ojos se cristalizaron - intenté ser fuerte, intenté hacer todo bien. Pero desde el momento en el que la saludé todo anduvo mal. Respondí bien, me comporté como siempre. No quise probar ningún bocado por miedo a que me criticaran por no haber ayudado. Evité su contacto, pero me siguió, dijo que no te merecía, que soy una pésima madre, dijo... - Y las lágrimas no me dejaron seguir.

Zayn me abrazó fuertemente y acarició mi espalda. Besó mi frente y susurró, tranquila, volveré enseguida.

Y temí lo peor, pero no quise hacer nada. Los bolsos ya estaban en el porta equipaje. El primo de Zayn se subió al auto, miró por el retrovisor y preguntó.

-¿Es cierto que tendrás otro hijo?

-¿Quién te dijo eso? - Alcé una ceja.

-Tricia lo está comentando. Dijo que no sabías cuando parar. Pero te felicito, un hijo es una bendición, aunque ya vas por el cuarto, gran familia - sonrío.

¡No puede ser! ¿Cómo puede seguir con esas blasfemias? Quizás qué otras cosas dijo  de mí al caer desmayada en pleno cementerio. Con toda esa gente mirando alrededor. Tomé la furia que tenía mantenida durante años, y las fuerzas no me faltaron. Me bajé del auto y decidida caminé hacia la casa, pero Zayn venía saliendo, bastante apresurado.

-Vámonos.

Quedé atrás, desentendida. Y al ver a Tricia hecha una furia, entendí que el "vámonos" era en serio. Seguí a Zayn y sentí como Tricia se volvía loca. En el auto no nos dirigimos ninguna palabra. Solo íbamos en silencio hacia el aeropuerto.