Romeo Y Julieta {Zayn Malik y Tú}

Capítulo 90 "treason"

-¡Qué! - respondí la llamada de Liam, una entre cientos. 

-¿Zayn dónde estás? - dijo preocupado. 

-Viendo unos asuntos que no tienen importancia, voy camino a la casa. 

-¿Entonces Leila no se comunicó contigo? 

-Para nada - respondí con mi voz gélida. 

-¿________ está contigo? - su tono de voz cambió completamente. 

-No... Liam ¿Dónde está? - mis ojos se abrieron como platos.

-Creo que debes venir lo más rápido posible. Hace unos minutos tomó mi auto y escapó no se a qué rumbo. Leila debe estar detrás de esto.

No puede ser... 

narra ________: 

No puedo creer que aún no logre llegar a mi destino, he salido de la ciudad, he entrado por caminos totalmente descuidados. Pero aún así voy a toda velocidad. Mis hijos me esperan, Leila me espera y me debo afrontar a ella. 

Una enorme construcción aparece en mi vista, si no fuese por la entrada y los enormes árboles que la rodean se podría dimensionar su tamaño. Estacioné, y poco a poco me fui acercando al lugar. La puerta delantera estaba abierta, no veía ningún vehículo al rededor ¿Estarán en un subterráneo? 

Mis pasos eran poco firmes, lo que sentía a mi alrededor era peor que cualquier pesadilla. Mi corazón latía mil veces por hora. Revisé mi celular y no había rastro de señal. Lo guardé y entré a aquel lugar. Una puerta enorme, ventanales tapizados con madera, enredaderas. Un lugar vacío, abandonado totalmente. Con suerte entraban los débiles rayos del sol por entre las ventanas. 

-¿Leila? - pregunté, y mi voz se multiplicó por mil en la inmensa construcción. 

Caminé desconfiada sobre el asfalto. Subí una enorme escalera, y busqué habitación por habitación algún rastro de vida. Hasta que una voz conocida me alerta de mi objetivo. Tania... Sus llantos se escuchaban por todo el lugar, desesperada comencé a buscar el lugar de origen ¿Mis hijos están aquí?

Bajé la escalera, hasta llegar al enorme y vacío espacio de la entrada. Donde observé dos asientos y uno de ellos ocupados. Leila... bajé desafiante, con mucho coraje y me acerqué a ella.

-Hola preciosa - dijo con su voz hueca y hostil. 

Estaba sentada de pierna cruzada, con un vestido rosa muy llamativo. Y su cabello peinado a la perfección, parecía que en cualquier momento aparecían las cámaras y comenzaban un rodaje fotográfico con ella. 

-Leila - mascullé. 

-Toma asiento, querida - indicó el asiento que tenía frente a ella. 

-Quiero que me dev... 

-Sh - interrumpió, acercando sus dedos con manicure recién hecha - ambas sabemos por qué estás aquí, no vale la pena que malgastes tu voz querida. 

Estaba hirviendo de rabia, mis mejillas tomaron un color rojo intenso, mi boca se secó y solo quería gritar un millón de cosas frente a esta rubia desgraciada. 

-Primero que todo, estás bajo mi vigilancia, no puedes correr de mi, no puedes huir..

-No lo haré - interrumpí.

-Sh - volvió a poner su dedo en mi boca - Necesito que sepas y que entiendas la razón de porqué estás aquí - sonrió, falsamente.

Se alejó y comenzó a dar pasos largos por la habitación.

-Bien... Primero que todo, no soy una lunática - bufé - soy una mujer enamorada. Verás... Creerás que tengo todo lo que quiero, y bueno, tengo todo el dinero del mundo, belleza, un montón de gente a mis órdenes, pero no es lo que de verdad quiero. Mis padres me adoran, mi madre falleció hace unos años, antes que conociera a Zayn. Y bueno, su madre, tu querida suegra, me acogió. Me preguntarás porqué ha de hacer semejante sacrificio. Bueno... Tu querida suegra, estaba hasta el cuello con deudas, a punto de ser deportados del país. Pero se acercaron a mi padre, a pedirle un favor. A pedirle con sus vidas que los ayudaran en ese momento, la pobre mujer no podía llegar con las manos más vacías que con las que se fue. No podía permitir que sus hijos pasaran hambre. Y bueno, como es de buen hombre mi padre, les dio un montón de dinero y arregló sus visas, dejó como empleado a tu suegro y mi querida Tricia, aceptó cuidarme, recibir el cariño que nunca tuve. Además de estar a mi mandado, lo que yo quisiera, ella debía hacerlo sin objeciones. Con el tiempo comenzamos a acercarnos, y me contó de sus hijos que tenía en este lugar. ¡Me conmovió por completo! Y como soy una buena persona, le concedí los pasajes para que fuera en busca de sus hijos. Pero nunca creí que Zayn fuese tan atractivo. Claro, Tricia siempre me lo comentaba, pero no le creí, es su madre, siempre encuentran que sus hijos son los más bellos del mundo. Pero en este caso, Zayn era uno en un millón. Cada vez me empecé a obsesionar más y más con él. Tricia debía acceder a todos mis caprichos. Pero Zayn no cedía ¡No cedía! 

Sus pasos comenzaron a disminuir. 

-¿Y sabes por qué no cedía? - se acercó a mí - ¡Por una puta barata como tú! - gritó en mi rostro.

No iba a aguantar que hiciera algo así, con toda mi furia, levanté mi mano y golpeé fuertemente su hermoso y perfecto rostro. Leila dejó escapar un grito ahogado, y de la nada aparecieron dos tipos enormes detrás de mí y me ataron a la silla en la cual me encontraba.

-No era necesario queridos - dijo a los enormes tipos - tengo todo bajo control. 

Los hombres se alejaron, pero seguían a la vista nuestra. Mi corazón se aceleró, y no pudo controlarse en cuanto Leila saca una navaja de su pierna. Se acerca a mí, y hace un pequeño corte en mi mejilla. Lancé un grito ahogado. Pero ¿Qué podía hacer? Si estaba completamente atada.

-Odio, odio que me interrumpan, querida - sonrió frente a mi - Como decía... ese maldito infeliz, no quería estar conmigo porque tenía aún tu recuerdo ¡No te quería olvidar! Y no lo comprendo, mírate. Creyendo ser la mejor del mundo, con ese rostro patético, esa vida miserable que tienes. Querida, tu padres tienen dinero ¿Qué tienes tú? 

-A Zayn - escupí.

Y fue ahí donde pegó aquella navaja en mi ojo. Un rastro de sangre comenzó a salir inmediatamente. Pero no, el dolor no sería impedimento para mí en estos momentos. 

-No sé que te crees, ahí tan fuerte, tan superior. ¿Crees que tienes a todas las personas bajo tus pies? A tus amigos, las personas de confianza... - comenzó a reír - Cariño, créeme que las estúpidas de tus amigas no dudaron ningún segundo en estar contra ti. Simplemente les ofrecí un poco de dinero y accedieron a hacer lo que yo les dijera. ¿Cómo crees que te encontré? ¿Cómo crees que me enteraba de toda tu vida sin siquiera estar en el mismo país? - su risa estaba descontrolada.

¿Alison? ¿Hannah? ¿Kim y Kelly? ¿Todo este tiempo? No quise derramar ninguna lágrima, pero por dentro, sentí como mi corazón se hacía pedazos.