A Punta de Espada//Ralicia

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[Raquel]

-Venga, pruébalo- Dijo Mónica extendiendo el cigarro hacia mi con una sonrisa tranquila. -Vale- dije rápido y tome el cigarro lentamente hasta llevarlo a mi boca, aspire el humo de este, sentí cómo rápidamente llegaba hacía mis pulmones formando una pequeña tos que desapareció cuando le di otra calada. -Al parecer te gusto- Dijo Mónica riendo, asentí dejando que el humo del cigarro saliera de mi boca. -Venga, pregunta lo que quieras- Dije ya que Mónica había insistido tanto en jugar a las preguntas. -¿Te gusta Alberto?- pregunto, pensé que era una broma pero no lo era. -Nop, las pocas conversaciones que hemos tenido han sido muy incómodas- solté, la verdad es que Alberto llamó mi atención por un minuto pero sus actitudes me hicieron cambiar de opinión. -Venga, ahora te toca- Dijo Mónica y así estuvimos hasta que se hizo tarde y nos dimos cuenta que teníamos que dormir porque había clases y por lo demás examen.

A la mañana siguiente cómo ha sido todos los días, una rutina de la cual no me podía quejar, mis padres habían conocido a Mónica pero cómo nunca estaban no intercambiamos muchas palabras.

Llegamos a la academia, estaba confiada por los exámenes de hoy, habíamos estudiado lo suficiente cómo para estar tranquilas. llegamos al salón y fuimos a nuestros lugares, ahí estaba Ángel el chico del otro día, la verdad es que es muy majo, llegamos a nuestros asientos. -Hola chicas, ¿Cómo están?- dijo Ángel tomando de su café. -Pues aquí, sobreviviendo- Dije y las risas de los dos se hicieron presentes.

después de intercambiar unas palabras más el maestro llego y aquí iba de vuelta, tres horas en un examen, descanso de veinte minutos y tres horas más en otro examen. Me sentí aliviada cuando entregue la hoja al profesor, salí del salón soltando un suspiro pesado, había sido agotador hoy y eso que aún no terminaba, me estaba empezando a doler la cabeza, fui a la cafetería junto a Mónica, necesitaba un té o cualquier líquido que pasara por mi garganta y aliviará la sed que sentía. -Una clase más y ya esta- Dijo Mónica tomando de su bebida. -Por fin- Dije exagerando mi voz a tono de súplica. llegamos al salón y nos sentamos. -Mañana hay una fiesta en la casa de Alberto, me dijo que te invitara, ¿irás?- Dijo Mónica, me tomo por sorpresa y lo pensé por unos segundos pero al final acepté, que más daba.

[Alicia]

La sala de profesores era tan serena aveces, era acogedora, había una maquina de café que estaba encendida todo el día en cada momento, no había casi ningún ruido, pero hoy no, hoy no sobre todo cuando a la directora se le ocurrió hacer una cena de aniversario de la academia, todos los años con la misma cena, no entienda el porque la gente se preocupaba tanto. -El sábado a las siete- Dijo Marsella antes que saliera de aquella sala, solamente asentí y salí de ahí tan rápido cómo pude, próxima y ultima clase, mi clase favorita, el porque lo sabia muy bien, era un salón muy callado y entendían muy rápido todo a pesar de ser los de primer año y otras razones.

[Raquel]

La maestra había llegado, al fin, no la había visto en todo el día, no sabía si eso era bueno o malo pero sólo por el hecho que siempre que estaba cerca algo en mi se estremecía, no era algo que me molestará ni mucho menos, simplemente quería saber que era lo que ocasionaba eso.

la miré detenidamente, el cómo movía sus manos cada vez que explicaba algo era fascinante, sus expresiones faciales decían absolutamente todo sin que ella dijera alguna palabra. -Recuerden que el lunes tienen examen de tiro- Dijo por último la maestra antes que nos diera las instrucciones para la actividad que íbamos a realizar esa corta hora, ya lo había terminado, pero no quería irme, era demasiado relajante mirarla. Mónica llamó mi atención diciendo que ya había terminado, nos levantamos a la par pero ella entrego primero. -Raquel Murillo- Dijo la maestra levantando la mirada hacía mi, asentí esperando que siguiera hablando -Revise tu examen, el que tanto te había costado- Soltó en un tono más bajo -Te fue bien, por si querías saber- Dijo por último agregando una dulce sonrisa, estaba feliz pareciera cómo si el cansancio se hubiese esfumado de mi ser. -Si no hubiese sido por su ayuda no me hubiese ido tan bien- Dije, era la realidad y estaba agradecida por eso -Gracias, maestra- dije por último antes de salir de aquel salón.

Mónica me estaba esperando afuera del salón, actué normal pero por dentro mi mente iba a mil por hora. nuestros caminos se separaron, mañana iba a ser la fiesta y tenía que ver mis prendas.

luego de horas y horas buscando en mi armario conseguí el atuendo perfecto para la fiesta.

perdón por el episodio tan cortito pero sigue so no se preocupenhshdudh😔