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[Raquel]

Un jueves helado en Madrid, se había dicho que iba a llover en la tarde y que no iba a parar hasta el sábado. Amaba la lluvia pero el hecho de ir a la academia en medio de esta me lo hacía un poco menos disfrutable. Tenía frío, mis manos estaban congeladas y para mi mala suerte la cafetería estaba cerrada hasta la segunda hora. Fui al salón a esperar cómo habitualmente hago a Mónica.

Una corta risa se escuchó a lo lejos y pude reconocerla de inmediato, al igual que su caminar al resonar en todo el salón, era Alicia junto al profesor Sergio. Estaban conversando pero había una distancia tan pronunciada que no podía escuchar absolutamente nada. Vestía tan bien que no importaba cuantos grados hubieran afuera, su vestimenta iba a ser la adecuada siempre. Baje la mirada hacía mi celular para que no fuera tan notorio que la estaba viendo, fui consumida por este y no me había dado cuenta cuando Sergio se fue y Mónica había llegado hasta que se sentó.

-Me estoy congelando y la cafetería está cerrada, ¿Te lo crees?- Dijo Mónica frotando sus manos rápidamente, sonreí. -La abren en la segunda hora- Respondí y aparté mi celular, un bufido se escuchó de Mónica. el salón se iba llenando poco a poco hasta que Alicia cerró la puerta de este, dejando caer un suspiro de su boca, a paso lento se dirigió a su mesa. -Hoy día conoceremos las partes de una pistola, cómo se ocupa, en que situaciones podrías ocuparla- Alicia aclaró su garganta -No iremos a la sala de tiro, simplemente quiero saber el nivel en el que cada uno esta- Comenzó a moverse por el salón - Porque las clases de tiro no son solamente enseñarte a disparar y ya- La miré aproximándose a mi lugar -También es enseñarte a controlar tus impulsos de poder tenerla en tus manos- Dijo por último Alicia pasando por mi lado y volvió a su lugar sacando aquellos papeles y comenzando a entregar uno por uno estos.

-Muy fácil, ¿No crees?- dije hacía Mónica en voz baja, unas risas se escucharon en el fondo del salón, Alicia levantó la mirada rápidamente y bastó solamente con eso para que el grupo de Alberto se callara y además pidieran disculpas. De verdad que aquella mirada era destructiva si quería. Traté de enfocarme en la guía que estaba en frente mío, era bastante fácil y la termine en unos pocos minutos. Me encontraba en una pelea mental de si ir a entregarla de las primeras o esperar aunque sea a Mónica, elegí claramente el segundo pero no sabía que hacer en ese tiempo y la opción de mirar a Alicia se hacía cada vez más presente, ya había revisado aquella hoja por lo menos cuatro veces, pude escuchar cómo algunos murmuraban a lo lejos, parece que no era la única que había terminado y no quería entregar, pasaron unos minutos y Mónica ya había terminado, me levanté yo primero y llegué al puesto de la maestra, aclaré mi garganta y dejé la guía en la mesa, Alicia levantó la mirada hacía mi y pude retener esta por unos segundos, asentí levemente antes de salir con nervios en cada movimiento que daba, suspire aliviada cuando salí del salón.

-Si te quedas a dormir hoy, te hago panqueques- Le propuse a Mónica, mis padres no iban a estar esta semana, ni la próxima y no quería quedarme sola, menos con lluvia. -Vale, acepto- Respondió Mónica y una pequeña risilla salió de mi boca. -No te vas arrepentir- dije por último antes de entrar a la cafetería, fuimos las primeras en llegar y claramente en ser atendidas, cuando tenía mi té en la mano pude sentir cómo mi cuerpo entraba en calor nuevamente haciéndome sentir un poco mejor, hasta que vi a Alberto y su grupo de amigos entrando a la cafetería, el problema no es que entraran, era el ruido que traían consigo, suspire y pude cruzar una mirada con Alberto que lo hizo acercarse a paso rápido, con una sonrisa se sitúo a nuestro lado. -¿Cómo te va?- Pregunto Alberto aún con esa sonrisa que enseñaba la parte superior de sus dientes. - Bien - Dije seca y al darme cuenta de esto intente salvar aquella situación. -Con frío- Dije por último y sonreí levemente tomando de mi té. -Que bueno- Dijo Alberto y bufo. -No que bueno que tengas frío- aclaró su garganta intentando que no se viera su nerviosismo. -Sino que estés bien- Dijo por último haciendo una mueca que me causó algo de gracia, mire de reojo a Mónica y pude notar su sonrisa, me iba a molestar toda la noche por esto. -¿Cómo estás tú?- Pregunté intentando que no fuera tan incómoda nuestra conversación, pero cuando comenzó a contar toda su vida me arrepentí de aquello. -Que guay- Dije después de su larga historia y le hice una seña a Mónica que captó. -Bueno, me tengo que ir, nos vemos en el salón- dije por último y salí de rápido junto a Mónica. -La parejita feliz- Dije Mónica y me empujó levemente. -Calla- Reí con mis mejillas algo sonrojadas.

íbamos de camino al salón, cruzando el pasillo pude ver aquella silueta, Alicia estaba ahí, se veía tan tranquila simplemente hablando, el cómo se expresaba me hacía sentir algo que en repetida ocasiones he intentado descubrir pero aún no lo logró entender. la bonita escena que estaba viendo fue interrumpida por Mónica. -Tía, ¿Por qué te quedas quieta?- Dijo Mónica y negué con la cabeza sonriendo. -Nada, nada, me distraje porque empezó a llover ya- Dije y para mi suerte era verdad.

Al llegar al salón las gotas de lluvias se escuchaban caer en el techo, dando aquel olor raro y al mismo tiempo satisfactorio de la lluvia. suspire. El día pasó lento, pero había terminado, salimos del salón rápidamente, ya era prácticamente de noche, las nubes habían tapado todo lo que quedaba de día y eran apenas las siete, el autobús no se demoró en llegar y en una cerrada de ojos ya estábamos en mi casa. -Ponte cómoda- Le dije a Mónica sacándome las prendas mojadas.










hola wawis, estoy muy feliz por todo el apoyo, muchísimas gracias❤💖💞💖💞💖 (se viene jajan't)

A Punta de Espada//Ralicia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora