[31]

643 66 34
                                    

[Raquel]

Mentiría si dijera que después de aceptar esa cena el día pasó rápido, cada minuto me mataba pero por fin había terminado, pude sentir mi pecho soltar la presión que tenía cuando el profesor dio por terminada la clase, recogí mis libros y los guardé en mi bolso, intercambie un par de palabras con Mónica acerca de que haría en la noche, oculte completamente el hecho que cenaría con Alicia. Camine hacia la salida y tome mi celular, había estado tan desconectada estas semanas que mis mensajes no leídos estaban llenos al igual que las solicitudes de seguimiento, iba aceptando de a uno, cancelé a otros, sentí un toque corto en mi cintura, me di vuelta rápido y al ver aquella silueta solté un corto suspiro. - Maestra Sierra - Dije con la mirada esquiva, roce mi muñeca buscando calmar aquellos nervios de los cuales aún no me acostumbraba a tener del todo. - Señorita Murillo - Dijo Alicia agregando una sonrisa al final de aquella frase, amaba cómo salía mi nombre de su boca. - ¿Me acompaña? - Pregunto en tono de juego, asentí y nos dirigimos a su auto, aún me dolía el abdomen pero intente no hacer ninguna mueca al sentarme. - ¿Cómo estuvo tu día? - Pregunto Alicia encendiendo el auto y dándome una mirada corta, no tenía nada genial para decir además de dar vuelta el té encima de mi cuaderno. - Lo normal, llena de trabajos - Respondí jugando con mis manos - ¿Y el tuyo? - Pregunte, Alicia soltó un suspiro y me miró por un par de segundos. - Fue un buen día - Respondió Alicia, aún tenía un poco de miedo, estaba deseando tanto que se le haya borrado de su mente aquella herida en mi labio que por cierto, estaba totalmente descubierta, el maquillaje se había corrido y tuve que quitarlo. Mire por la ventana perdida en aquellas calles de Madrid, ya estábamos llegando, sabía perfectamente aquel camino.

- Te haré mi especialidad - Dijo Alicia lavando sus manos. - ¿A sí? - Dije con una sonrisa, asintió rápido y soltó una risita. - Pero si queda mal, no digas nada, no soy la mejor en la cocina - Agrego Alicia dándome una última mirada antes de comenzar a cocinar, a los pocos minutos comenzaron a salir olores que en mi vida había sentido, me preguntaba seriamente que preparaba, se le veía tan concentrada contando las cantidades que debía poner en aquella mezcla que ni siquiera me atreví a desconcentrarla, saque los platos cuando sentía que ya estaba lista, Alicia cortó en dos pedazos y sirvió. - Prueba tú primero - Dijo Alicia dándome los cubiertos, corté aquella tortilla de patatas y comí aquel pedazo que se veía igual o más apetitoso que la autora de este, cerré los ojos por la satisfacción que llegó a mis papilas gustativas, supire y agregue una pequeña sonrisa, Alicia miraba todo en completo silencio, mis mejillas se tornaron de un color rojizo y con una temperatura alarmante. - Esta exquisito - Dije sincera, amaba tanto la tortilla de patatas pero esta había quedado diferente, Alicia sonrió victoriosa y probó de su obra de arte, asintió mientras masticaba. - Ali - Dije después de tomar un poco de agua, Alicia levantó la mirada hacia mi y me observó atentamente. - ¿Puedo hacerte una pregunta? - Alicia asintió con una leve sonrisa. - ¿Por qué te intereso esta carrera? - Pregunte, era una duda que reinaba en mi, Alicia soltó una inaudible risita. - Cuando era pequeña, defendía a mis compañeras de los niños que las molestaban - Dijo Alicia con una pequeña sonrisa aún en su boca - Entonces mi madre siempre dijo que yo iba hacer policía - Añadio, aquello había sido tan tierno, de sólo imaginarme a Alicia defendiendo a las niñas más indefensas, sonreí ingenua. - ¿Y a ti?, ¿Que te intereso de la carrera? - Pregunto Alicia acercándose levemente hacia mi. - Siempre me ha interesado, desde pequeña - Dije mirando Alicia formar una sonrisa - Entonces cuando llegue a Madrid y tuve la posibilidad lo hice - Dije por ultimo y comí otro pedazo al igual que Alicia, un pequeño silencio se hizo presente en aquel lugar, cuando termine de comer me dediqué a ver el rostro de Alicia, cada facción, era increíble, siempre que la miraba de esa manera descubría una cosa más, hoy día era que en su frente descubierta que por cierto nunca había visto, habían muchas más pecas y estaban incluso más juntas y notorias cómo en su nariz, sonreí totalmente embobada y pude ver cómo Alicia dirigía su mirada hacia mi con una pequeña sonrisa, se llevó el último pedazo de comida a la boca y suspiro cortamente cuando pasó por su garganta, miré cortamente sus manos y subí la mirada. Lo que daría porque este momento nunca acabará. Alicia entrelazo su mano junto a la mía y la acarició lentamente, sabía que podía pasar horas en aquella situación, me acerqué levemente a Alicia hasta rozar su piel y poder oler su aroma tan adictivo, Alicia se acercó un poco más a mi rostro y una pequeña sonrisa salió de su boca, dejó un pequeño beso en mi nariz y se alejó tomando los platos para dejar estos en el fregadero y seguido lavarlos, suspire enternecida y me levanté con cuidado por aquel dolor que habitaba en mi abdomen, se me había olvidado completamente los medicamentos que Mónica me había dicho que tomará cada ocho horas si presentaba algún dolor pero desde aquel día no he dejado de sentir dolor, hice una pequeña mueca y suspire al sentir una presión en el abdomen, puse mi mano en este tratando de aliviar el dolor en total disimulo, Alicia se volteó a verme, se acercó a paso lento y acarició mi mejilla, alejando algunos mechones de cabello que descansaban en ese lugar, sentí los nervios reinar en mi cuando Alicia se acercó a mi cuello, simplemente a oler mi aroma, dejo un corto beso en mi cuello y volvió la vista hacia mi con una sonrisa, lleve mi mano a su mandíbula y me acerqué sintiendo aquella respiración tranquila que caracterizaba a Alicia, sentí cómo rozaba sus labios haciendo que la desesperación nazca en mi, Alicia abrió levemente sus labios y se abalanzó hacia los míos, seguí aquel beso sintiendo cómo mi cuerpo volvía a producir adrenalina y no sabía el porqué, Alicia bajo sus besos hacía mi cuello, mordiendo algunas partes de este, sonreí y Alicia volvió a mi boca, tomó mi cintura y me acerco a ella, solté un pequeño jadeo por el dolor que ocasionó aquello, me separé rápidamente y hice una pequeña mueca, mierda. - Perdón - Me iba a dar a explicar cuando fui interrumpida por Alicia. - ¿Que pasa? - Pregunto acercándose a mi, negué con la cabeza y Alicia tomó mi mano que impedía la vista hacia mi abdomen, levantó lentamente la polera, suspire frustrada, Alicia levantó la mirada hacia mi. - ¿Eso lo hizo Alberto? - Pregunto tragando saliva, aquel ruido resonó en toda la cocina, asentí. - Con unos amigos de el - Agregue aquello, Alicia se acercó nuevamente a mi y puso su mano en mi abdomen por debajo de la polera acarició con la máxima delicadeza, mordí mi labio con fuerza por aquel dolor. - ¿Te hicieron algo más? - Pregunto Alicia mirando atentamente mi rostro, negué con la cabeza, un silencio se apoderó del lugar, sólo se escuchaba la tela de la polera chocar contra la mano de Alicia con cada caricia que daba. - Perdón - Solté y Alicia detuvo sus caricias. - ¿Disculpas por qué? - Pregunto. - Porque pude haber evitado todo esto - Dije con la mirada en Alicia. - ¿De qué hablas?, no tienes la culpa de esto, Raquel - Dijo Alicia siguiendo con las caricias, negué cortamente con la cabeza. - Tengo miedo, Ali - Confesé, sentí un alivio al decir aquellas palabras, Alicia llevo sus caricias a mi cabello, suspiro cortamente. - Ya no lo tendrás - Afirmó Alicia en un tono delicado, la observé y llevé mis manos a su cintura para abrazar esta suavemente dando pequeñas caricias.

Regálame tu corazón

A Punta de Espada//Ralicia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora