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[Raquel]

Aquellas palabras fueron suficientes para tener el mejor cumpleaños de mi vida pero Alicia no paraba de sorprenderme, cada cosa que hacía simplemente me dejaba sin palabras.

Expulse el humo del cigarrillo con una sonrisa, podía ver a Alicia gracias a la luz de la luna, me recosté en el pasto y fije mi mirada en el cielo, las estrellas brillaban, se encontraban palpitantes y juraría que podía verlas más cerca, Alicia se recostó a mi lado y soltó el humo, tapando la vista del cielo, la miré y ella a mí, sonreímos a la par.

- ¿Que hacías cuando cumpliste veinte? - Pregunté y saqué el cigarro de sus manos, miro a un punto fijo intentando recordar. - Creo que me fui de fiesta - Dijo y soltó una risita. - Oh no, ya recordé - La miré atentamente - Me hicieron una fiesta sorpresa - Dijo mirándome, asentí. - ¿Quiénes estaban? - Pregunté. - Mi madre, algunos amigos, ya sabes - Dijo con una pequeña sonrisa, me acerqué y le extendí el cigarro. - ¿Ali? - Dije mientras sentía sus calidas caricias en mi brazo, Alicia me escuchó atenta. - Gracias por esto - Dije sincera y lleve mi mano a su abdomen dando un pequeño paseo con la yema de mis dedos en este. - ¿El qué? - Pregunto Alicia con una tonta sonrisa. - Por el cumpleaños, todo ha sido hermoso - Dije y la miré con una leve sonrisa. - Ya te dije que no me dieras las gracias por esto - Dijo. - Lo sé pero estoy agradecida y quería hacértelo saber - Dije desviando la mirada, un pequeña risita salió de Alicia y pude sentir una brisa de aire frío chocar en mi, un escalofrío paso por todo mi cuerpo, lo que ocasionó mi piel de gallina, Alicia detuvo su caricias y se sentó mientras me miraba con preocupación en sus ojos. - ¿Tienes frío?, tu abrigo quedo en el coche, podemos ir a buscarlo - Pregunto Alicia levantándose y extendiendo su mano, asentí levantándome gracias a su ayuda. - Creo que en mi abrigo queda tabaco - Dije mientras caminábamos hacía el coche. - Genial, ¿Que sabor? - Dijo y apretó levemente mi mano, traté de recordar. - Si no me equivoco, Uva o café - Respondí teniendo en duda mi palabra. - Me gustan los dos - Dijo abriendo el maletero. - Debe estar por aquí - Dijo Alicia mientras buscaba mi abrigo, suspire al sentir otro escalofrío. - Aquí está - Dijo victoriosa y se acercó a mi, rodeó el abrigo a mi cuerpo, mi estómago rugió y la mirada de Alicia se enfocó en mi. - Shh - Callé a mi estómago y solté una risita, Alicia sonrió y siguió ayudándome con el abrigo. - ¿Tienes hambre?, podríamos buscar un lugar de comida - Dijo y mordió su labio concentrada en ponerme correctamente el abrigo, quedé embobada hacía aquella acción, abrí levemente mi boca. - Puede ser - Dije en un tono bajo, casi inaudible, Alicia se acercó subiendo el cierre del abrigo y seguido me miró con una sonrisa. - Ya está, mucho mejor, ¿No? - Dijo Alicia pero yo estaba en otro planeta por sus lindas facciones, asentí. - Esta bien - Dije totalmente perdida en la conversación, Alicia se acercó. - ¿Bien? - Dijo y arqueo una ceja. - Sí - Respondí mirando sus ojos, lleve mis manos a los bolsillos de mi abrigo, mis manos estaban congeladas. - ¿Te apetece lo de buscar un lugar para comer? - Pregunto nuevamente, ordené las arrugas que habían en los hombros de su vestido y di un paso más rodeando mis brazos a su cuello y estando cada vez más cerca, Alicia sonrió y puso sus manos en mi cintura acercando mi cuerpo al suyo, me acerqué a su rostro podía sentir su cálida respiración, Alicia rozó mis labios, ella amaba eso, amaba poder sentir mi desesperación por besarla y eso en parte me agradaba porque al final terminaba saboreando sus labios una vez más. Comencé aquel beso, Alicia apretó mi cintura y terminó bajando sus manos lentamente hasta mi trasero y hacer la misma acción, aquello me provocó una sonrisa que Alicia pudo notar.

- Sube al auto - Se escuchó su voz sobre mis labios, entré a la parte trasera y seguido ella, recuperé sus labios apenas cerró la puerta, tan pronto cómo pudimos estaba sentada a horcajadas encima de ella, comencé a desabrochar mi abrigo mientras Alicia pasaba sus manos lentamente por mis muslos, al sentir sus frías manos pasar por mis desnudos muslos pude soltar un pequeño jadeo ocasionado por un escalofrío, continúe besándola, sus manos desabrocharon mi pantalón tan rápido cómo fue posible, desate la parte trasera de su vestido y ella bajo el vestido hasta su cintura, se acercó nuevamente a mi y comenzó a besar mi cuello, dejó algunas marcas, lo pude notar por el tiempo que estuvo ahí, continuó bajando y sacó mi polera, lo extraño fue cuando no sacó mi brasier y del poco espacio pudo recostarme en los dos asientos restantes, sus frías manos pasaron por todo mi cuerpo, separó mis piernas con lentitud, aún tenía mis bragas y al parecer en sus planes no estaba sacarlas, volvió por unos segundos a mis labios pero volvió a bajar, acomodó su rodilla en mi entrepierna y comenzó a frotarla contra mi intimidad, solté un gemido que fue callado por mi mano, no sabía verdaderamente lo que era la desesperación hasta que Alicia siguió haciéndolo, me miraba fijamente y de vez en cuando su mirada se iba a su acción, mi cuerpo comenzó a sudar y a desesperarse más de lo común por no tener lo que necesitaba en ese momento, mi respiración se agitó y un pequeño jadeo se escapó de mi boca antes de decir alguna palabra. - Alicia - Dije sin poder mirarla - Por favor - Pero mis súplicas fueron en vano, Alicia subió y bajo la velocidad en un corto tiempo. - Raquel - Su ronca voz me hizo dar un sobre salto, la miré atenta. - ¿Que es lo quieres? - Pregunto Alicia bajando la velocidad, solté un suspiro pesado. - Ali... - Dije apenas. - Responde - Dijo serena aumentando sus movimientos pero no duraron tanto cuando los volvió a disminuir, suspire nuevamente y trague saliva, Alicia abrió los ojos esperando atenta a mi respuesta. - ¿Que es lo que necesitas, Raquel? - Cambió cruelmente la pregunta, aún así la iba a responder. - A ti - Solté pero Alicia se acercó un poco más. - ¿Puedes repetirlo?, no lo he escuchado - Dijo en su pillería, sonreí negando con la cabeza. - Te necesito - Respondí modulando bien aquellas palabras, lo cual no fue nada fácil, Alicia detuvo sus movimientos, solté un jadeo por ello, bajo mis bragas y las tiró a la parte delantera, se hizo una improvisada coleta con el elástico que tenía en su muñeca, volvió a mis labios que buscaban con desesperación algo de Alicia, pronto comenzó a bajar dejando pequeños besos en cada parte de mi cuerpo, beso la parte interna de mis muslos y deslizó sus manos hacía estos para separar un poco más mis piernas, se acercó a mi intimidad, agarré con fuerza el asiento del auto cuando sentí su tacto, podía sentir la mirada de Alicia ser permanente en mi.
Baje mi mano para poder agarrar la suya pero el clímax estaba llegando y cuando estaba ocurriendo apreté con fuerza su mano. - ¡Auch! - Dijo con una sonrisa y se separo para limpiar su boca. - Lo siento - Dije recuperando el aliento.

Los vidrios estaban empañados y el aire casi era escaso, podía jurar que el calor que había adentro del coche era satisfactorio.

Alicia tiró su cabeza hacia atrás, llevó su mano a la ventana y esta se resbaló por lo húmeda que se encontraba dejando la marca de su mano, introduje el tercer dedo con lentitud, comencé a mover mi mano en un frenesí, un gemido alto se escuchó de Alicia y su mirada se enfocó en mi, dio una pequeña sonrisa y cerró sus ojos, su respiración se agitó más de lo normal, aumenté la velocidad y pude sentir cómo sus paredes se contraían para mí, Alicia arqueo su espalda, soltó un suspiro pesado y largo. Me acerqué rodeando su cintura con mi brazos y apoyando mi cabeza en su pecho, Alicia se acomodó mejor en el asiento y comenzó a dar caricias en mi cabello haciendo pequeñas ondas que desaparecían cuando su tacto iba hacía otro mechón, podía estar en esa situación para toda la vida, los sonidos del viento al chocar contra las ramas de los árboles era lo único que se escuchaban. - Raquel - Resonó su voz por todo el lugar. - ¿Sí? - Dije descansando su pecho. - ¿Puedes repetir lo que dijiste en la tarde? - Preguntó Alicia, sonreí levemente, aclaré mi garganta. - Te amo - Dije y subí la mirada hacia Alicia, su sonrisa estaba inmensa, sus pecosas mejillas estaban sonrojadas, me acerqué a su rostro esperando, chasqueó su lengua. - Sabes que yo también - Entrecerró sus ojos, besé sus labios apenas esas palabras salieron de su boca.

A Punta de Espada//Ralicia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora