Cabina De Grabación

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No era la primera vez que Minho buscaba a Christopher con las mejillas empapadas en lágrimas, sosteniendo a su osito cerquita de su pecho

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No era la primera vez que Minho buscaba a Christopher con las mejillas empapadas en lágrimas, sosteniendo a su osito cerquita de su pecho. El muchacho balbuceaba incoherencias mientras pedía desesperadamente que lo alzaran, y no lograba calmarse hasta estar entre los brazos de alguno de sus compañeros.

Aquella tarde, el castaño ingresó a la habitación del rubio con sus ojitos cristalizados y un tierno pucherito decorando sus labios, sollozando alto.
Chan se levantó rápidamente de su siesta, tardando unos segundos en comprender el contexto en el que se encontraba envuelto.

"Minho..."
Lo reconoció en un hilo de voz. El mayor restregó sus ojos en su lucha contra el cansancio, y se sentó en la cama tras un suave bostezo, recibiendo al chico e intentando no despertar al lindo Hyunnie que aún dormía a su lado, haciendo tiernos soniditos con su chupete.
"Ven con Channie, cielo..."

El pequeño avanzó con sus piernitas temblando a cada paso y gateó por entre las mantas para poder acurrucarse cerquita del contrario, quien lo rodeó amorosamente, intentando protegerlo de todos los monstruos del universo. El chiquito, como de costumbre, había llegado abrazado a su osito de peluche; no lo había soltado desde que despertó de su siesta, ahogado en un angustioso llanto que le hizo sentir la gran necesidad de estar con el rubio.

"Todo está bien, bebé. Yo te cuido..."

Christopher estaba muy preocupado por Minho, no sólo porque últimamente estaba llorando mucho más de lo normal, sino, por lo que él creía que era el causante de dicho estado emocional.

Los ataques de angustia del chico habían iniciado minutos después de haberle pedido que en unos pocos días, intentara volver a su mentalidad adulta, pues tenían que continuar con sus actividades como grupo. Desde que el jovencito recibió aquellas noticias, lo único que hizo al respecto, fue romper en un llanto desconsolado, negándose con mucha tristeza ante la simple idea de tener que abandonar su Little Space.

El rubio creía que Minho lloraba dentro de su estado pequeñito, todo aquello que no lloraba cuando se sentía un niño grande; este no estaba listo para dejar la felicidad que le provocaba ser el bebé del grupo, porque asumir que era un adulto, le devolvía todos esos miedos que le aterraba afrontar; aún no superaba lo sucedido en el evento anterior, y tenía miedo de que algo similar volviera a ocurrirle.

"N-No quiero, C-Channie..."
Balbuceó angustiado, sin dar más explicaciones. El mayor no planeaba forzarlo a expresarse más de aquello que dejaba salir de su boca, pues el chiquito no había hablado casi nada desde el día en el que él le avisó sobre el calendario de actividades.

"¿Qué no quieres, pollito?"
Preguntó dulcemente, sin esperar una real respuesta.

"N-No quiero"
Repitió mientras sorbía su naricita.
"Know Know bebé..."

Lino se acurrucó cerquita de su amigo, pegando una de sus mejillas a su pecho. Se aferró fuertemente a su osito con sus brazos temblorosos y deslizó su dedito pulgar por entre sus labios, intentando tranquilizarse mientras succionaba suavemente de él.

Hyunjinnie! - Stray Kids, Little Space! 🍼✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora