Diversas situaciones en las que el lindo Hyunjinnie se siente pequeño, y sólo desea hacer lo que todo bebé ama:
Jugar con sus peluchitos, tomar de su biberón, y recibir muchos abracitos por parte de sus compañeros, que, por cierto, lo miman demasiad...
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Cuando Felix llegó a la habitación de Chris, con Minho tomando su mano delicadamente, Hyunjin comprendió que algo raro estaba pasando. No dijo nada al respecto, y tampoco intentó resolver sus dudas, simplemente se hizo a un lado, dejándole un lugarcito en la cama al chico.
Pronto se dio cuenta que Minho estaba muy juguetón, y no pudo evitar reaccionar completamente feliz y de forma positiva ante ello, puesto que ahora tenía un genial compañero de travesuras.
No entendía del todo aquel comportamiento que poseía el chico, mas le encantaba porque habían estado jugando juntos durante toda la mañana, y no se había opuesto a nada de lo que le propuso.
Cuando a su amigo le trajeron un vasito de plástico con dos manijas, porque sus hyungs temían que uno de vidrio se le cayera de las manos, Jinnie comenzó a comprender la situación.
"¿Te sientes pequeñito, Minnie?" Le preguntó cariñosamente, pero el jovencito no le respondió por estar bebiendo su juguito de naranja.
¡Tal y como él lo hacía cuando tomaba sus biberones!
"¡Te sientes pequeñito!" Chilló alegre, respondiendo sus propias dudas con el simple hecho de verlo.
¡Ahora podría ser un hermanito mayor!
Hyunjinnie corrió a abrazarlo de forma brusca, logrando que Minho tirara un poco de su jugo sin querer y soltara un leve quejido de molestia.
"¡Podemos hacer muchas cosas juntitos!" El castañito no paraba de dar brinquitos llenos de emoción. Tomó la mano del chico, y lo arrastró con él directo a su habitación, que estaba llena de juguetes; su cuarto se había transformado en una sala de juegos porque la mayoría del tiempo se sentía pequeño, y cuando no lo hacía, optaba por continuar durmiendo con Chan, pues se había vuelto muy apegado a él y a pesar de no encontrarse en su little space, adoraba estar en una misma camita, disfrutando de su calorcito; por lo tanto, aquella habitación que solía ser suya, ahora había cambiado de función.
Minho soltó una queja ante la hiperactividad del contrario; él solo quería quedarse sentado en la sala, disfrutando de su juguito, probablemente viendo la televisión o haciendo absolutamente nada, pero ya era tarde porque Hyunjin lo había llevado escaleras arriba.
"¿Dinosaurios, peluches, o autitos?" Le preguntó una vez que llegaron a la habitación, pero no recibió respuesta alguna.
El castañito miró a su compañero de manera desconcertada;
¡Minho no había emitido ninguna palabra desde la mañana! Sólo había balbuceado y chillado un par de veces.
"¿Pasa algo, Minnie? ¿Estás enojado conmigo?" Cuestionó de forma curiosa, y tampoco contestó. Al principio, no pudo evitar sentirse triste porque creyó que el niño estaba enfadado, pero pronto comenzó a pensar, que, quizás se sentía muy pequeñito como para hablar.
