Diversas situaciones en las que el lindo Hyunjinnie se siente pequeño, y sólo desea hacer lo que todo bebé ama:
Jugar con sus peluchitos, tomar de su biberón, y recibir muchos abracitos por parte de sus compañeros, que, por cierto, lo miman demasiad...
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Christopher estaba emocionado y nervioso. Habían pasado varias semanas desde su última visita a la casa de sus padres, y estos habían podido presenciar parte de la videollamada que había tenido con Hyunjin durante su estadía. El niño lo extrañaba mucho, por lo que Felix no había dudado en marcar su número para que el bebé pudiera hablar con él.
Cuando Chris volvió a casa, luego de haber estado un fin de semana lejos, Hyunjin no quiso despegarse de él por nada en el mundo.
"Jinnie, bonito, voy a llevarte donde mis padres por la tarde..." Le habló dulcemente, acariciando el cabello del menor con delicadeza. Ambos estaban sentados en la cama; habían despertado unos minutos atrás, y ahora se encontraban mirando la televisión juntos. "Quieren que nos quedemos por unos días. Tienen muchas ganas de conocerte..."
Con esto último, se refirió al little space de su niño; sus progenitores morían por ver cómo actuaba de esa tan bonita manera infantil. Cuando la llamada que había tenido con Hyunnie había concluido, estos le hicieron un enorme interrogatorio, tras haber escuchado ese extraño apodo con el que se había referido el castañito, al decirle a Chris que extrañaba sus mimitos.
"¿Puedo hacerles un dibujito?" Preguntó de forma tierna, con su carita de niño bueno, y sus ojitos brillando intensamente.
"Claro que sí, amor, ve..."
Hyunjin chilló alegre, y por primera vez en el día, se separó de Christopher para buscar sus crayones, mientras papi le armaba una ligera maleta para llevar.
"¡Eres malvado, Chan! ¿Por qué no nos sacas a pasear a todos, uh?" Minho aprovechó para molestar a su amigo cuando este se sentó en la cama, lanzándose sobre él cuando tuvo la oportunidad, fingiendo estar en una pelea similar a la lucha libre. Ese día no se sentía pequeño, pero aún así, tenía muchas ganas de fastidiar a sus amigos. ¡Eso era una buena señal!
"¡Por Dios, Minho!" Carcajeó el rubio de manera alegre, intentando quitarlo de encima.
"¡Al menos tráeme un recuerdo! Ya sabes, uno de esos adornos que cambian de color según el clima, o algo así..." Murmuró, robándole más risas.
"¿Qué tal un chupete nuevo, uh?"
Se burló de manera juguetona, avergonzando al muchacho. No le gustaba que le recordaran que había estado dentro de su Little Space durante bastante tiempo, ya que había tenido una regresión realmente intensa, y podía recordar cada uno de los biberones, los balbuceos, e incluso sus berrinches.
"Yo sé que estas cosas te dan un poco de vergüenza, pero, ¡Mira! ¡Compré trajecitos para ti y para Hyunnie!" Chilló alegremente, buscando una bolsa debajo de su cama, agitándola hacia los lados con euforia, justo frente a los ojos de su amigo.
Christopher estaba más que contento, pues, ayer había vuelto de la empresa caminando y en el recorrido a casa había encontrado una tienda que vendía ropa muy bonita e infantil, por lo que no pudo evitar ingresar y elegirles un conjuntito a sus dos hermosos niños.
