Diversas situaciones en las que el lindo Hyunjinnie se siente pequeño, y sólo desea hacer lo que todo bebé ama:
Jugar con sus peluchitos, tomar de su biberón, y recibir muchos abracitos por parte de sus compañeros, que, por cierto, lo miman demasiad...
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Hyunjin y Minho espiaban a Felix desde el marco de la puerta de su habitación, intentando ser lo más silenciosos posible.
"¿Tú crees que sea verdad?"
Minho negó repetidas veces. No le podía hablar porque tenía un chupete decorando sus labios; se estaba acostumbrando a usarlos, y ahora le gustaban mucho.
"Yo no le veo pancita, Minnie..." Susurró bajito, y su hermanito entrecerró los ojos para intentar analizar el cuerpo del australiano, quien se movía suavemente por la habitación, ordenando sus cosas mientras cantaba. Minho se quitó el chupete de la boca, y pronto volteó a ver a Hyunjin.
"Quizás sea un bebé pequeñito" Juntó sus deditos y cerró uno de sus ojos para verlos, intentando ejemplificar el tamaño.
"Tienes razón, seguro es por eso. ¡Los vimos darse un besito! Es obvio que Lixie está embarazado..."
"¿Qué hacen, niños?" Changbin, quien había decidido pasarse por la habitación del australiano para estar con él, se encontró con los dos chicos en su camino, quienes voltearon a verlo con sorpresa.
"¡Nada!" Hyunjin sonrió de forma inocente, juntó ambas manitas detrás de su espalda.
"Estamos espiando a Lixie para ver si tiene un bebé en la pancita" Minho balbuceó como si nada, y su hermanito lo retó porque los había expuesto ante el pelinegro, por lo que el pequeño se tapó la boquita al notar su error.
Changbin suspiró profundamente, llevando una mano al puente de su nariz, terminando en un ataque de risa; esos bebés jamás entenderían que lo que sospechaban era imposible.
"No sé qué hacer con ustedes dos"
Murmuró divertido, tomando las manitos de ambos para llevarlos a la habitación de Felix.
"Mira, Lix. Los pequeños parecen tener muchas ganas de verte" Exclamó al ingresar, y pronto el australiano volteó muy emocionado al notar que Minho finalmente se animaba a usar el chupete que le había regalado, en público.
Acarició las cabecitas de los chiquitos de la casa, y luego le dejó un suave besito en los labios a Changbin, diciéndole buenos días.
Jinnie los miró con la boquita abierta, y Minho simplemente los ignoró. No le gustaba ver a Bin darle cariño a alguien más.
"Ven aquí, pequeño celoso" El pelinegro se tiró a la cama para llenarle el rostro de besos, y el bebé lo miró con desagrado, intentando alejarlo de su cuerpo. Aún estaba enojado por no ser el centro de atención del chico.
Mientras tanto, Felix escuchaba a Hyunnie contarle el sueño que había tenido. El jovencito tenía su ropita manchada con salsa de la cena anterior, y eso le hizo recordar, que ninguno de los pequeños se había duchado anoche.
"Bin, creo que es momento de darle un baño a los niños..." Murmuró con pena, al notar las manguitas del suéter de Minho súper sucias por andar gateando y arrastrando sus manitas por el suelo.
