Génesis

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Christopher jamás se hubiera imaginado atravesando esa rara y curiosa sensación de paternidad, Hasta que comenzó a cuidar a Hyunjin

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Christopher jamás se hubiera imaginado atravesando esa rara y curiosa sensación de paternidad,
Hasta que comenzó a cuidar a Hyunjin.

Era extraño, ni siquiera se parecía a hacerse cargo de su grupo, y eso que llevaba ocupándose de ellos hace ya unos cuantos años.

Con el menor era diferente, había aprendido a asumir responsabilidades, e incluso su paciencia había tenido que expandirse exponencialmente; estaba muy agradecido por ello, pues el amor pareció hacerlo de la misma forma.

Dedicaba su tiempo a cuidar de Hyunjin, y combinar dicha acción con sus tareas de todos los días; se sentía la persona más responsable del mundo, ya que hasta el momento, había logrado cumplir con ambas cuestiones.

Ser padre.
Le encantaba recordarse a sí mismo, que era uno.

Tenía un pequeñito que lo esperaba en casa con ansias, que balbuceaba lo mucho que lo quería e insistía todo el tiempo que fuera necesario para finalmente recibir mimitos.

El corazón se le desbocaba cuando pensaba en lo lindo que se sentía despertar con Hyunjin en su pecho, o cuando este le daba un abrazo de oso para demostrarle su amor. Le gustaba ser levantado por las mañanas, sintiendo un peso sobre su estómago, para encontrarse con la carita sonriente de su niño, que con su bonito chupete en la boca y entre soniditos tiernos, le decía:
"¡Buenos días, papi!"

Estaba muy orgulloso de Hyunjin; cada pequeño garabato que hacía, lo colgaba en el refrigerador; incluso las paredes de su habitación estaban decoradas con algunos de sus dibujos, y el primer cajón de su escritorio ahora se dedicaba a guardar el resto de creaciones que su niño le regalaba.

De un momento a otro, los estantes que tenían adornos aburridos, se habían llenado de juguetes y ahora su ropa desaparecía con más frecuencia porque a Hyunjinnie le encantaba robarle las cosas a papi.

El menor había ingresado a ese bonito mundo mucho antes de recibir el cariño y la aceptación de su grupo. Se encerraba en su habitación cuando se sentía frustrado, y utilizaba su viejo chupete de la infancia para eliminar todo estrés de su cuerpo; aquel objeto parecía calmarlo por completo.

Pronto descubrió que con un poco de música tranquila y la soledad de su cuarto, podía ingresar en un estado mental en el que sólo se dedicaba a disfrutar de los soniditos de su chupete, y los pequeños balbuceos que le parecían tan placenteros de soltar.

Un día, simplemente ocurrió.
Él se olvidó de ponerle seguro a la puerta, y los astros se alinearon para que Christopher sintiera la necesidad de saber cómo se encontraba su amigo; encontrándolo en el suelo alfombrado de su habitación, sintiéndose más pequeño que nunca.

No iba a negar que fue una situación realmente extraña, y no tuvo idea de qué hacer cuando el chico frente a sus ojos se echó a llorar desesperadamente al ser descubierto.

Hyunjinnie! - Stray Kids, Little Space! 🍼✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora