Diversas situaciones en las que el lindo Hyunjinnie se siente pequeño, y sólo desea hacer lo que todo bebé ama:
Jugar con sus peluchitos, tomar de su biberón, y recibir muchos abracitos por parte de sus compañeros, que, por cierto, lo miman demasiad...
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Chan no debería sentirse celoso. Pero vaya que lo hacía.
Se suponía que ya había dejado de ser un adolescente con conflictos de autoestima hace tiempo, sin embargo, el simple hecho de ver a Hyunjin recibiendo su biberón mañanero entre los brazos de Felix, causó que aquella sensación regresara.
Sus ojos estaban clavados en la manera en la que su pequeño bebía su leche tranquilamente, apoyado sobre el pecho del australiano que lo alimentaba con cariño.
No pudo evitar frustrarse. Chris se había levantado tarde aquel día, y su amigo simplemente había tomado su lugar para que el bebé no se perdiera el desayuno, pero el rubio no pudo controlar esos estúpidos celos que lo llevaron a apretar sus manos de forma inconsciente.
Se sentía patético. Felix no era ni siquiera una amenaza; ninguno de los miembros de su grupo lo era. Hyunjin era su bebé y nadie planeaba interponerse ante aquel hecho, sin embargo, esa extraña necesidad de reclamar su lugar, terminó por invadirlo completamente.
Él quería ser quien le diera el biberón al pequeñito. Su pequeñito.
A paso lento se acercó a los chicos, recibiendo una sonrisa por parte de ambos.
"Buenos días, Channie"
"¡Papi!" Chilló el castañito, detrás de la tetina del recipiente que tanto adoraba.
El rubio no fue capaz de contestar al instante; su cabeza estaba enfocada en lo mucho que quería sostener a Hyunjin. Prácticamente se lo arrebató a Felix, tomándolo por debajo de sus bracitos para poder alzarlo y llevarlo con él hasta otra silla, donde se sentó y posicionó al chiquito sobre sus piernas.
"Creí que ya habías superado la etapa de los celos" El pecoso rio dulcemente, acercándole el biberón al mayor para que este pudiera agarrarlo y continuar alimentando al pequeño; no le molestaban los actos de su amigo, pues en cierta forma, lograba comprender el apego emocional que le tenía a ese momento en específico, y al bebito.
"Lo sé, Lix. Pero que le dieras el desayuno fue un golpe muy bajo para mi ego de cuidador, ¿Sabes?" Christopher observó a Hyunnie tomar su leche como si nada hubiese ocurrido, incluso comenzando a quedarse dormidito, como siempre solía sucederle. "Mi parte favorita del día, es sostenerlo cerquita y simplemente admirar cómo termina su biberón..."
Aquella situación en especial, causaba que Chan se sintiera conectado con el menor a niveles estratosféricos. Sólo eran ellos dos; papi y su lindo príncipe, en una bonita relación repleta de amor y buenas intenciones.
El rubio agarró de forma un poco brusca al pobre pequeño, acercándolo a su rostro para poder llenarle la carita de besos; había comenzado a sentir una gran necesidad de demostrarle su cariño. Se paseó por su frente, descendiendo en un suave camino por el puente de su naricita hasta llegar a la punta de la misma, donde se movió hacia un lado, rozando sus labios contra las mejillitas del dulce bebé, quien con sus ojitos cerrados, disfrutaba de los mimitos de su lindo cuidador.
