Diversas situaciones en las que el lindo Hyunjinnie se siente pequeño, y sólo desea hacer lo que todo bebé ama:
Jugar con sus peluchitos, tomar de su biberón, y recibir muchos abracitos por parte de sus compañeros, que, por cierto, lo miman demasiad...
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Después de los berrinches de Hyunjinnie, todos habían quedado exhaustos. La mayoría se había ido a dormir, a excepción de Christopher; este no iba a detenerse hasta completar sus tareas como líder y productor. Su grupo apenas estaba comenzando a hacerse conocido y cada lanzamiento era crucial para que más gente viera el gran esfuerzo que ellos le colocaban a su música. Chan había esperado tanto tiempo para debutar con sus chicos, que ya no podía bajar los brazos y rendirse; ¡Apenas estaban iniciando!
Minho soltó un tierno bostezo que provocó que se le cayera el chupete que tenía en la boca; estaba sobre el regazo del rubio, restregando una de sus mejillitas contra el pecho del mismo en señal de cariño, como un lindo gatito. Luego de unos segundos, gimoteó a modo de queja ante el sueñito que tenía, apretando el hoodie del mayor para hacerle notar que se quería ir a la camita, junto a Hyunjinnie, quien dormía pacíficamente entre sus mantas, abrazado a Copito.
El lobito de Chan había pasado por muchas emociones en un corto lapso de tiempo; entre los regaños que recibió de la mayoría de su grupo, el accidente que había sufrido, y la necesidad de mimos, había quedado completamente agotado. Su papi lo había vestido con ropa suya porque sabía que su olor personal lo calmaba, y le permitió descansar para recuperar energías. Minho quería ir con él.
"H-Hyunnie..." Pidió el bebé, agitando sus manitos de forma insistente.
"En un ratito te llevo con él, bonito. Quédate conmigo un poco más, por favor..."
"¡P-Pero, Channie! Know Know sueño..." Puchereó, mirando sus rodillitas; una de ellas estaba decorada por una bandita que Lixie le había colocado tras tropezar mientras practicaban las nuevas coreografías.
Chris no quería enviar al niño a dormir porque si lo hacía, el trabajo se volvería incluso más molesto de lo que ya era; Minho estaba siendo el remedio antiestrés del mayor, y lo único que lo detenía de no caer en la locura.
"¿Qué tal si te hago un biberón, uh? Lo terminas, y te dejo en la camita..." Intentó hacer tiempo, pero el castañito negó suavemente, frotando delicadamente el dorso de sus manitos contra sus párpados. ¡Estaba muy cansado! "Vamos, Minnie, ¿No tienes ganas de tomar leche calentita? Tú siempre quieres..."
El chiquito pareció pensarlo; Los biberones de Chan eran increíblemente deliciosos y aquello lo hizo dudar de sus respuestas.
"Por favor, gatito..."
"E-Está bien" Balbuceó bajito, permitiendo que Chris lo apretujara todo.
"¡Ese es mi bebito!" Fue felicitado, pero a él no pudo importarle menos. Tenía sueño y simplemente aceptó las propuestas de su cuidador porque si se negaba, este no dejaría de hablar y molestarlo. ¡No quería que Channie comenzara a hacer un berrinche porque no estaba siendo respetado como el papi que era!
Lino se aferró al contrario con sus bracitos, dirigiendo uno de sus deditos a su boca para entretenerse mientras lo llevaban a la cocina. Fue dejado sobre la encimera, donde únicamente se dedicó a succionar su pulgar, observar al rubio preparar la leche, y tratar de no quedarse dormidito en el intento.
