Diversas situaciones en las que el lindo Hyunjinnie se siente pequeño, y sólo desea hacer lo que todo bebé ama:
Jugar con sus peluchitos, tomar de su biberón, y recibir muchos abracitos por parte de sus compañeros, que, por cierto, lo miman demasiad...
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Christopher estaba triste. ¡Muy triste!
Su pequeño Hyunjinnie no se encontraba dentro de su Little Space y había rechazado el biberón que él le había preparado con cariño, ¡Para beber en una taza! ¡Una taza de niños grandes!
¡Y había almorzado sentadito en una silla, sin pedirle que lo subiera a sus piernas, que le cortara la comidita o le sirviera juguito en un vasito entrenador!
¡Y eso no era lo peor!
¡El menor le había dicho "Buenos días, Channie"!
¡Channie! ¿Quien era Channie? Él no conocía a ningún Channie. ¡Él era papi!
Además, ¿Cómo iban a ser buenos sus días si su bebé no le decía papi tras saludarlo por la mañana?
¡Ah! ¡Jamás se iba a recuperar psíquica y emocionalmente de tal tragedia!
Allí se encontraba el devastado rubio, con un leve puchero marcando sus labios mientras ayudaba a Changbin a componer una canción, quien, por otro lado, había estado toda la mañana dándole a su amigo pequeñas tareas para mantenerlo distraído; ninguno de sus bebitos estaba en Little Space y Chris realmente necesitaba sentir que cuidaba a su grupo, por lo que el rapero le había pedido una mano para cosas simples como abrochar su camisa, servirse un vaso de agua, e incluso atarse los cordones. ¡Hasta se había dejado peinar para ir a la empresa!
"¿Crees que Jinnie necesite su chupete?" El australiano preguntó mientras jugaba nerviosamente con el dije de un collar que pertenecía al castaño, y trataba de encontrar algún pretexto para acercarse de forma protectora a él.
"Hyun no se ha deslizado ni una sola vez en estos tres días, Chan" Changbin trató de recordarle de forma suave, pero se arrepintió cuando lo vio agachar la mirada, perdida en sus pies. "Cuando desee usar su chupete, vendrá a buscarlo..."
"Quiero a mi bebé" Murmuró por lo bajo, tragando saliva con intensidad, como si esta pudiera arrastrar consigo aquel nudo que se le había formado en la garganta por pensar tanto en la ausencia de su Little. "Quiero que me diga papi y que me pida que lo cargue"
El pelinegro lo observó con pena, y tras un suspiro, se acercó para contenerlo entre sus brazos, acariciando su espalda con lentitud cuando las primeras lágrimas cayeron de sus tristes ojos:
A pesar de que sus niños dejaran de sentirse pequeños, él era incapaz de dejar de ser un cuidador, y su corazón se rompía cada vez que los días pasaban y ninguno le pedía mimitos.
"No sé estar sin mis nenes..." Balbuceó contra la ropa del contrario. "No sé, ni pienso aprender, Bin..."
"Ay, Channie..."
"Me he pasado estos tres días preparando biberones que nadie toma y no puedo dejar de sentir ganas de llorar cuando lo recuerdo" Se lamentó. "Hyunnie no trajo a Copito a la empresa hoy, ¿Sabías? ¡E-Es su peluche favorito en todo el mundo y lo dejó en casa!"
