Diversas situaciones en las que el lindo Hyunjinnie se siente pequeño, y sólo desea hacer lo que todo bebé ama:
Jugar con sus peluchitos, tomar de su biberón, y recibir muchos abracitos por parte de sus compañeros, que, por cierto, lo miman demasiad...
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"¡Por favor, no me dejes!" Jeongin suplicó, siendo arrastrado por Chris, pues se había abrazado a una de sus piernas para que no pudiera irse de la habitación.
"Sólo serán tres horas, Innie" El rubio rio, rindiéndose ante la idea de continuar caminando porque era imposible con su compañero aferrado a él como una pulguita. Una de sus manos le acarició la cabeza, revolviendo sus suaves cabellos rojizos cariñosamente. "Sobrevivirás..."
"¿Eres consciente de que estás pidiéndole a un pobre niño que cuide a dos demonios?" Le recriminó con una fingida indignación que le provocó nuevas risas al mayor.
"Definitivamente, cielo. Pero eres el único que pudo terminar de grabar las partes de las nuevas canciones y, por ende, te toca mantener vivos a los chiquitos hasta que el resto complete las suyas..."
"¡Van a asesinarme apenas cruces esa puerta!" Chilló en un lloriqueo, aún abrazado a las piernas de su líder.
"¡No seas exagerado, Innie! ¡Sólo son unos bebitos!"
"¿Bebitos? ¡Esas cosas no son bebitos, Chan! ¡Son la reencarnación de Satanás! ¡En especial, ese!" Jeongin señaló al pequeño Know Know, quien dormía pacíficamente en la cama de Chris mientras succionaba su pulgar con suavidad y abrazaba a su osito de peluche; sus largas pestañas estaban reposadas en sus sonrosadas mejillitas, una de ellas, aplastada de forma adorable contra las almohadas.
El rubio carcajeó, sintiendo ternura al ver a Minho tan bonito, cuando acaban de compararlo con una criatura maligna.
"¿Qué es exactamente a lo que le temes?"
Jeongin hizo silencio por unos segundos, reviviendo un antiguo trauma que no era capaz de superar.
"La hora del almuerzo..." Susurró por lo bajo, como si decirlo más alto pudiera causar una catástrofe universal.
"¿La hora del almuerzo?" Chan rio, creyendo que aquel miedo era bastante absurdo. "¿Qué hay de complicado en alimentar a unos pequeños?"
"¡Lo complicado es, justamente, alimentarlos, Chan! No van a querer comer conmigo porque están acostumbrados a hacerlo contigo, Binnie o Lixie"
"Ellos se portan bien..."
"¡No es cierto! ¡Mira esto!" Jeongin tomó su propio celular y buscó rápidamente a Jisung entre sus contactos para poder llamarlo. "¡Sung! ¿Cual es la peor actividad para hacer con los niños?" Preguntó apenas su compañero hizo presencia del otro lado de la línea, colocándolo en altavoz.
"El almuerzo" El contrario respondió sin siquiera dudarlo, provocando emoción en Jeongin, quien volteó en dirección a su líder con una expresión de autosuficiencia. "La última vez que intenté alimentarlos, Hyunjin se puso a llorar y Minho tiró el plato al suelo en un berrinche. Fue horrible, aún tengo pesadillas..."
