Amor de la infancia (Jeff, Liu y tu)

Capítulo 43

*Narra Liu*

Sonó el timbre, y con la noticia de que _____ volvería a clases estoy algo feliz. En verdad que no me esperaba esa noticia, pensaba que Jeff haría de las suyas para que ella se quedase más tiempo con el y poder apartarla de mi el mayor tiempo posible.

Me levanté con mucha energía, y cuando iba a entrar al baño, la voz de mi compañero me detuvo con su pregunta.

—¿Por qué tan feliz? —Me preguntó Eyeless desde su cama.

—Cosas mías. —Le contesté animado.

—¿Quizás una chica? —Preguntó con un tono de voz algo pícara.

—Quizás. —Me encogí de hombros sin poder ocultar una sonrisa.

—Bueno, eso lo confirma todo.

—¿Confirmar qué? —Pregunté algo confuso.

—Que estás enamorado. —Afirmó con diversión.

—E-eso no es verdad. —Dije con nerviosismo.

—Yo sé que si es verdad... ¿Quién es? —Preguntó con insistencia.

—Tengo prisa, adiós. —Desvié el tema, y con rapidez entré al baño.

¿Tanto se me notaba el estar enamorado de alguien?

Y pensandolo, no soy un genio cambiando de tema, pero no se me da tan mal cambiarlo. De todas formas el amor que siento por ella lo sabré solo yo, no me gusta que otras personas sepan mis secretos, a excepción de _____, aún así no tengo agallas para confesarme, pero esperaré por ella por que sé que aún no está enamorada de mí, me ve como su mejor amigo, solo eso. Pero esperaré lo que haga falta hasta que me vea con otros ojos.

Tras meditar un poco lo sucedido recientemente, me duché, me vestí y salí del baño dejando pasar a Eyeless. Pasado unos 10 minutos el salió justo a tiempo cuando sonó el timbre y bajamos a desayunar.

Y allí estaba sentada la hermosa chica...
Me acerqué a la mesa con mi bandeja y me senté junto a ella.

—Hola. —Le saludé sentándome a su lado.

—Hola Liu. —Me saludó dándome una sonrisa.

—¿Cómo has descansado? —Le pregunté.

—Bien, ¿Y tu?

—Muy bien. —Contesté alegre.

Estuvimos hablando un poco más y entramos a la clase, yo iba con una pequeña sonrisa, que se desbaneció cuando la ví sentarse junto a Jeff.

*Narra Jeff*

Extraño pasar tanto tiempo con ella, pero al menos me puedo quedar contemplándola mientras ella presta atención a lo que dice Slenderman. Ella entró con Liu a la clase y después se empezó ha acercar a nuestro pupitre. A medida que ella se iba acercando me ponía más nervioso y creo que empecé a sonrojarme.

¿Pero por qué me pasa esto? Hace unas semanas esto era normal y no me comportaba así.
¿Por qué demonios me sonrojo? Parezco un marica.

—Buenos días Jeff. —Me saludó sacándome de mis pensamientos.

—Bu-buenos días. —Tartamudeé.

Vamos, ¿es enserio? ¿Primero me sonrojo y luego tartamudeo? ¿Qué será lo siguiente? ¿Una pancarta con un corazón en nuestro pupitre?
De seguro parezco idiota e inseguro.

—¿Estás bien? —Me miró confusa.

—Sí, estoy bien. —Contesté mirando hacia abajo.

Genial... Se ha dado cuenta de que me pasa algo. Muy bien Jeff, la besas y ahora se te acerca y te pones nervioso ¿Enserio?

Tras ese momento entró Slenderman, y como es de constumbre después de poner sus cosas sobre su mesa, se puso a explicar cosas demasiado aburridas.

No pensaba escuchar al cascarrabias de Slenderman explicar algo que ya sabía de sobra. Así que le escribí una nota a _____ para matar el tiempo, y por que quería escribirle.

—"Extraño que seas mi enfermera personal." —Le escribí en la nota.
Se la pasé, ella no tardó en verla y la leyó, ví como el color de sus mejillas se volvían de un tono rojizo. Ella empezó a escribir en la nota y me la devolvió.

—Y yo extraño tus idioteces. —Ponía devuelta en la nota. Amplíe mi sonrisa divertido.

—Eso dolió :( —Le devolví la nota.

—Sabes que no lo decía en el mal sentido. —Me escribió.

—No te creo. —Le devolví la nota, y parecía que estaba ofendido, pero en realidad no lo estaba, simplemente quería jugar un poquito con ella.

—En ese caso perdóname.

—Te perdonaré si haces algo por mí, ¿Estás dispuesta? —Me hice un poquito de rogar, pero tenía una buena idea.

—Está bien. —Me escribió.

—En ese caso... Me debes un beso.

Le pasé la nota y al leerla se quedó algo paralizada, quizás no se esperaba eso. Se puso roja como un tomate, a lo que yo solo reí un poco tapándome la boca para que no me descubriera Slenderman.

—No te rías. —Me devolvió la nota con un poco de timidez.

—Vale, vale, pero espero mi beso.

La leyó pero no me la pasó, estaba sonrojada, y atendía a Slenderman. La verdad era muy tierna cuando se sonrojaba. Eso no estaba planeado, pero no me salió nada mal, además, ella no se ha negado pudiéndolo hacer. Puede que signifique que me estoy ganando su corazón poco a poco. Luego ya veré como le doy el beso, por el momento no quiero que se asuste o se espante, quiero ir lento, pero no puedo, no hay tanto tiempo ni tampoco soy el único que la quiere. Liu vuelve a la carga, y probablemente ambos estemos pisándonos los talones por estar junto a ella.

Pasadas las horas sonó el timbre y ella salió como una bala, pero es por que aún seguía como un tomate y no quería que me diera cuenta. No pude evitar reírme levemente.