Amor de la infancia (Jeff, Liu y tu)

Capítulo 60

*Narra _____*

Sonó el timbre y Liu retiró su mano de mi mejilla, noté su mirada entristecida. Se levantó y me extendió la mano, la cual acepté y nos fuimos a clase.

Toda la clase pasó rápida, ignoré a Jeff por completo incluso cuando me miraba directamente, sonó el timbre para el almuerzo. Cuando llegué al comedor y me serví dudé en sentarme o no junto a Liu de nuevo, pero no quiero que crea que estoy enfadada con el. Es duro, porque no se merece esto. Decidí sentarme junto a el, le observé y estaba pensativo, tanto que ni siquiera notó mi precensia. Hasta que salió de sus pensamientos y me miró.

—Ah, hola. —Me saludó.

—Hola Liu. —Le devolví el saludo con normalidad.

—¿Estás bien? —Me preguntó algo preocupado todavía.

—Sí, ¿Y tu? —Pregunté al ver sus ojos, no lucía bien.

—También estoy bien. —Contestó con una sonrisa algo falsa.

Sabía que el estaba así por como me estaba comportando con el, pero es por su bien. Terminé de almorzar, me dirigí a mi habitación para pensar tranquilamente.
Pasó la tarde hasta la hora de la merienda a la cual no fui ya que no tenía ganas de merendar y así no me tendría que sentar con Liu.
Ya estaba aburrida de estar en mi habitación y me fui a la biblioteca, escogí un libro y me senté en una mesa a leer.

Vi a un chico que estaba sentado en otra mesa. Estaba dibujando, cosa que a mi me gustaría hacer pero no se me da muy bien que digamos.
El chico llevaba una camisa de botones de color azul, unos pantalones negros, una chapita amarilla con una carita feliz y una máscara.

Cerré el libro y por curiosidad me levanté de la mesa y me acerqué a la del chico para ver que dibujaba. Me quedé sin palabras, pues el dibujo era hermoso, y por lo visto al chico se le daba genial.

—Que bonito. —Se escaparon las palabras de mi boca. El chico se sobresaltó un poco ya que el no había notado mi precensia al estar detrás de el. —Perdón, mi nombre es _____, dibujas muy bien. —Dije sentándome frente a el en una de las sillas de esa mesa.

—Me llamo Helen Otis, pero soy más conocido por Bloody Painter y gracias.

—No hay de que Helen Otis. —Dije con educación.

—Dime Bloody. —Su voz sonaba amable.

—Está bien, ¿Eres de la clase B? —Pregunté curiosa.

—Sí, y al parecer tu de la clase A. —Afirmó.

—¿Desde cuando llevas dibujando? —Pregunté observando su dibujo.

—Desde pequeño, y... ¿Tu dibujas?

—No, pero me gustaría. —Sonreí.

—Si quieres yo te puedo enseñar a dibujar y algunas técnicas. —Se ofreció amablemente.

—Claro. —Dije alegre. Esto me serviría de distracción y quizás consiga un amigo.

—En ese caso, todas las tardes aquí, ¿Te parece bien? —Asentí rápidamente.

—Sí, gracias. —Contesté ilusionada.

—Puedes quedarte con este dibujo si quieres. —Me extendió el dibujo.

—Gracias. —Cogí el dibujo con una sonrisa.

El tiempo pasó rápido sin darme cuenta, sonó el timbre para la cena, bajé me serví la cena y me senté con Liu. Ninguno de los dos hablaba, todo era un silencio incómodo entre el y yo. Cuando terminé mi cena me levanté de la mesa.

—Adiós. —Dijo antes de que me girase e irme a dormir. Se notaba desilusionado.

—Adiós Liu. —Dije un poco cortante sin mirarle.

Me fui del comedor, hoy ha sido una de las pocas veces en las que no le doy un beso en la mejilla antes de irme. Realmente me dolía ser así con el, siempre que he tenido un problema desde que llegué el era la primera persona que estaba conmigo para consolarme y ofrecerme su ayuda. Pero si realmente le quiero, esto es lo mejor que puedo hacer por su bien.

Lo bueno de todo el día es que tal vez pueda tener un amigo más, eso en parte me ayudaba a no venirme tan abajo.

Me puse mi pijama y me dormí rápidamente. Estaba agotada, sobretodo emocionalmente.