Capítulo 55

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*Narra _____*

—No, nada, olvídalo. —El negó con la cabeza y le restó importancia.

—Bueno, tengo sueño, adiós. —Me despedí y le dejé la bolsa con hielo encima de la mesa.

—Adiós. —Se despidió con la mano.

Me fui a mi habitación, no tenía ganas de pensar en nada, solo quería dormir y olvidarme de todo. Por suerte lo conseguí.

(...)

Sonó el timbre, eso significa que ya eran las 10:30, me aseé y me vestí y bajé al comedor para desayunar.

Me senté y poco después llegó Liu.

—Hola _____. —Me saludó sentándose a mi lado.

—Hola Liu. —Le devolví el saludo mientras curvaba mis labios para dedicarle una sonrisa amable.

—¿Estás mejor? —Preguntó preocupado.

—Sí, estoy un poco mejor. Después te cuento lo que ocurrió ayer.

—Está bien.

Nos terminamos el desayuno, nos fuimos al patio y nos sentamos en el lugar en el que nos solemos sentar.

—Entonces... ¿Qué fue lo que ocurrió ayer? —Su tono de preocupación no se iba.

—Toby me dijo por la mañana que fuera a la sala de prácticas después de merendar, eso ya te lo conté. El problema es cuando me iba a preguntar algo, antes de que me preguntara Jeff vino y le golpeó. Después se formo una pelea entre ellos pero logré separarlos. —Le conté todo a Liu algo apenada.

—Bueno, ya sabes, Jeff es muy impulsivo y a veces hace algunas cosas de las que luego se arrepiente. —Trató de consolarme, pero se sentía como si se estuviera disculpando por el también.

—Lo sé, pero duele mucho ver como dos amigos tuyos se pelean. —Admití mientras las lágrimas volvían a escaparse.

Odiaba ser tan llorona, pero no lo podía evitar. Durante muchos años traté de no llorar y ser fuerte, pero ahora me derrumbo con más facilidad.

—Tranquila, verás como tarde o temprano esos dos vuelven a ser amigos. —Me abrazó y yo le correspondí el abrazo, escondiendo mi cara en su cuello.

—Gracias Liu, aún no sé como siempre lo consigues. —Dije separándome de el.

—¿Conseguir el qué? —Preguntó algo curioso.

—Siempre consigues calmarme... Gracias. —Le agradecí mientras le dedicaba una sonrisa.

—No tienes por que darme las gracias. —Me contestó mientras me devolvía la sonrisa.

*Narra Masky* 

Después de desayunar, Hoodie, Toby y yo nos fuimos a mi habitación. Toby se tendió en mi litera de abajo, y Hoodie y yo nos sentamos en la litera de arriba. Mientras Toby nos contó el por qué de sus moretones.

Ahora entiendo porqué me dijo Toby esta mañana que nos sentáramos en una mesa diferente. Ya que al parecer Jeff y Toby se habían peleado, y no fue discutiendo precisamente, sino a golpes.

—¿Seguro que estás bien? Jeff te ha dado unos buenos golpes.

—Si, estoy bien. Pero no volveré a sentarme en la misma mesa en la que el mapache se siente.

—Si que eres dramático... —Suspiró Hoodie.

—No soy dramático, esto es una situación de orgullo, y pelea por amor.

Reí un poco, Toby parecía hablar como en las novelas de caballería donde se enfrentan dos hombres con las espadas.

—¿Tu y cuántos más estais peleando por ella? —Pregunté.

—Jeff y yo. Aún que Liu creo que también está enamorado de ella, pero el no pelea.

—¿Y no has pensado que no le guste ni Jeff, ni Liu, ni tu? —Hoodie preguntó con cierta lógica.

—Somos sus únicos amigos, no creo que le guste otro.

—¿Y si no le gusta nadie? —Aporté yo.

—Espero que no sea así.

Toby me daba algo de pena sinceramente.

*Narra Liu*

—Eres un aburrido. —Dijo mientras me despeinaba el cabello.

—No soy ningún aburrido. —Contesté haciendo puchero.

—Si que lo eres. —Se burló de mi y me sacó la lengua.

—Así que soy un aburrido ¿No? —Pregunté con una ceja alzada y una sonrisa divertida.

—Sí, eres un aburrido. —Sentenció.

—En ese caso...

Me acerqué a ella y le empecé a hacer cosquillas, ella no paraba de reirse y de pedirme que parase.

—¿Y ahora qué? ¿Soy un aburrido? —Pregunté mientras seguía haciéndole cosquillas.

—No, pero para. —Dijo casi llorando de la risa.

—No te he oído, dilo más fuerte. —Sonreí.

—No, no eres ningún aburrido. —Dijo más fuerte, mientras seguía riéndose.

—Ya sabía yo que no era ningún aburrido. —Sonreí triunfante mientras paraba de hacerle cosquillas.

Ella se sentó en mi litera para descansar un poco de tanto reirse. Sinceramente, me encanta verla sonreir y cada vez me doy cuenta de como es ella. Es cariñosa, sensible, simpática, agradable, divertida, etc. Podría pasarme la vida entera describiéndola...

Ojalá estos momentos fueran eternos, si ella le correspondiera sería mucho mejor, pero no puedo obligarla a tener otros sentimientos por mi. Con esto le conformo por ahora, el hecho de verla así después de todo lo que le ha pasado últimamente es genial.

Amor de la infancia (Jeff, Liu y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora