Capítulo 1

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Mi nombre es _____ Jones y tengo 14 años, mi cabello es (TCC), mis ojos son de color (TCO), soy de estatura (TE) y de piel (TCP). No soy muy feliz que digamos, mis padres me maltratan desde que era pequeña, cuando tenía 3 años y puedo recordar ciertaa cosas, hasta los 12 solo me decían cosas como: "No nos dejas ser felices" , "Eres una inútil", "Te debería haber abortado cuanto tuve la oportunidad", etc. Pero a los 13 años esas palabras se convirtieron en golpes. Aún que en la escuela me hacen bullying por ser tímida y no tener amigos. Sé que suena todo un poco trágico, incluso la típica historia de la chica que sufría mucho y que tiene una triste historia que siempre la acompaña, pero ya estaba acostumbrada a esto. Me afectaba por supuesto, pero no me dejaba derrumbar por la situación, al menos no todavía.

(...)

Empezó a sonar la alarma que estaba sobre mi mesita de noche y la apagué con un poco de odio. Se me olvidó desactivar la alarma, hoy es sábado y me despierto a las 7:30 a.m, "soy tonta", me repetí varias veces en mi cabeza. Bueno ya no importa, me levanté de la cama, fui al baño, tomé una ducha y me vestí, fui a desayunar mientras que mis padres seguían durmiendo como de costumbre.

Puse la televisión mientras desayunaba unos cereales con leche, al encender la televisión estaba puesto en el canal de noticias y cogí el mando para cambiar de canal cuando veo en las noticias a un reportero diciendo: "Hoy día 13 hubo un choque de coches..." . No terminé de oír lo que dijo el reportero porque me quedé en "mi mundo" pensando en que... ¡Hoy es mi cumpleaños! Genial ya solo faltan... ¡3 años más para ser mayor de edad e irme de aquí! Me tranquilicé un poco en mi mente y volví a pensar que solo faltaban 3 años para ser mayor de edad y poder irme de esta casa, para no volver a ser golpeada o insultada. Aparte de eso, digamos que se me olvidó que era mi cumpleaños, pero lo veo normal, yo no tengo a nadie que me lo recuerde o felicite.

Después de estar en "mi mundo" un rato pensando en eso, terminé mi desayuno y fregué el bol donde desayuné, en ese momento llegó mi madre.

-¿Qué día es hoy? -Me preguntó en un tono de voz que parecía con resaca.

-Hoy es 13, mi cumpleaños. -Le recordé, porque sabía de sobra que ella no se acordaba.

-Ya sé que es tu cumpleaños, ¿O es que me estas diciendo que soy una mala madre que no se acuerda del cumpleaños de su hija? -Me miró con odio y a la vez con cara de decir eso solo para tener una excusa para golpearme. Típico de ella, al parecer lo disfruta.

-No yo... yo solo te lo quería decir para que fueras la primera en felicitarme y ser la mejor madre del mundo. -Hice una sonrisa falsa, para intentar no ser golpeada.

-Felicidades. -Soltó de mala gana y con una mirada de: "Te libraste solo por esta vez."

Después de librarme de una golpiza de parte de mi madre, bajó mi padre.

-Buenos días. -Saludó con la voz ronca.

-Buenos días. -Mi "madre" devolvió el saludo.

-¡He dicho buenos días! -Gritó mi padre, mirándome a mí con odio.

-Buenos días... -Me quedé parada viendo su expresión de enfado, el me provocaba miedo. Parecía algo malhumorado, la mayoría del tiempo lo está, sobretodo cuando me ve.

-¡Venga, vamos, no te quedes ahí y prepárame a mí y a tu madre el desayuno! -Ordenó a voces con el ceño fruncido.

-Si papá... -Fui a la cocina y preparé unos huevos fritos con bacon, se los llevé a la mesa, donde mis padres se encontraban sentados.

-¿Y el zumo de naranja? -Me miró de mala manera mi padre.

-Ya te lo traigo... -Me dirigí a la cocina de nuevo mientras oía los insultos de mi padre hacia mi.

-¡Espabila de una vez estúpida! -Siguió gritando. Realmente le odio mucho, siempre ha sido así conmigo y no entiendo el por qué.

Abrí el refrigerador, con la mirada busqué el zumo, era algo difícil de encontrar ya que había muchas cervezas, de mis padres por supuesto. Suelen tomar a menudo y fuman tanto que la casa apesta a tabaco todo el día, dejando un aire ahogante y pesado. Por fin encontré el zumo, lo agarré, cerré el frigorífico y con el me dirigí a la mesa.

-Toma el zumo. -Le extendí el zumo a mi padre.

-¿¡Cómo que toma el zumo!? -Me gritó, posteriormente me agarró del brazo y me pego una bofetada. -¡Llename el vaso de zumo ahora mismo! -Me ordenó con una mirada fría. Yo por mi parte traté de no seguir viéndole a los ojos, concentrarme en llenarle el vaso a el y después a mi madre, para no volver a ser golpeada.

-Con permiso, me voy a mi habitación. -Después de anunciar que me iba a mi habitación ninguno de mis padres dijo nada. Así que me retiré de allí y comencé a subir la escaleras.

Mientras subía las escaleras intentaba evitar llorar, pero mis ojos no consiguieron retenerlas por mucho más y escaparon, viajando por mis mejillas. Odio mi vida, mucho, no sé que le hice para que fueran así conmigo, jamás les di motivos, siempre fui obediente, sin quejarme de nada, intentando sacar las mejores notas posibles para pornerles contentos, pero nada de eso les hacía felices. Simplemente lo que les cabreaba soy yo, haber existido, seguramente fui un error, un error del que debieron librarse hace mucho tiempo. No sé siquiera porqué esperaba que hoy se portaran mejor conmigo solo por ser mi cumpleaños, cuando ni siquiera se acuerdan.

Terminando de subir el último escalón que quedaba, caminé hacia mi habitación y me encerré.

Amor de la infancia (Jeff, Liu y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora