Amor de la infancia (Jeff, Liu y tu)

Capítulo 36

*Narra Jeff*

Ella y yo estuvimos hablando y bromeando hasta que sonó el timbre para la cena, ella bajó a por la bandeja. Creo que ya no está incómoda por el beso o eso creo. La verdad es que me sentí algo mal, tardó mucho por que no quería verme, pero por obligación debía hacerlo.

Sí, quiero enamorarla, pero no de esa forma, no de una en la que le de asco o se sienta obligada.

_____ entró con una bandeja en la cual estaba mi cena y la dejó encima de mis piernas. Pero no se sentó a mi lado.

—Como hoy te has comido solito la tarta, también podrás comerte la cena solo, mientras iré a cenar al comedor. —Colocó ambas manos en su cintura mirándome acusatoriamente.

—Está bien... —Dije con mi voz más entriztecedora posible. Pero ni se inmutó.

—Cuando termine de cenar subiré a bajar tu bandeja. —Sentenció mientras salía de la habitación.

Genial, ahora ella iba ha estar abajo cenando con Liu. Siento que todo lo que haga es en vano, mejor dicho, cada vez que ella se acerca a el siento eso. Es como si ellos dos estuvieran juntos, tras una muralla que no puedo romper. Todo mi esfuerzo se va al caño justo cuando ella le dice "hola" o simplemente se sienta junto a el.

Pero no puedo hacer nada. Hoy noble pude decir nos sentimientos, ni siquiera cuando le di un beso demostrando lo que sentía por ella. Pero me de la impresión de que creyó que quise bromear o jugar con ella, no cree que yo pueda tener sentimientos que no sean de amistad hacia ella, ¿Pero por qué?

*Narra _____*

Al fin podré ver a Liu, le echo de menos. Apenas me había cruzado con el, no había hablado ni nada. Y eso en el fondo me inquieta bastante, siento como si le fuera a perder, y me angustia mucho.

Bajé pero Liu no estaba sentado, me acerqué a la mesa donde estaban los amigos de Jeff para saber si ellos sabían algo, era extraño que Liu no estuviera.

—¿Sabéis donde está Liu? —Pregunté una vez frente a la mesa donde estaban sentados.

—Hola _____ —Dijo Toby enseguida muy animado animado.

—Hola Toby. —Toby se levantó y me abrazó, yo le correspondí el abrazo. No estoy acostumbrada a tener ese afecto con el, pero no me incomodaba, nunca me sería desagradable tener otro amigo.

—Ví a Liu venir hasta aquí, pero se cogió una manzana y se fue. —Dijo separándose un poco de mi.

—Que pena, tenía ganas de verle. —Comenté algo desanimada, con una pequeña mueca.

—¿Te quiéres sentar con nosotros? —Me preguntó Toby entusiasmado, y algo suplicante con la mirada.

—No, voy ha cenar rápido para seguir cuidando a Jeff. Mejor otro día. —Le di una pequeña sonrisa.

—Vale. —Se notó algo desilusionado. Me di vuelta pero me detuve al oír que volvía ha hablar. —Por cierto, ¿Cómo está Jeff? —Su voz sonaba algo seria.

—Bien, se está recuperando. —Contesté solo girando un poco la cabeza para verle darme la espalda sentado de nuevo en su sitio.

—Vale... Suerte.

—Gracias. —Me fui a coger mi bandeja y me senté sola en una de las mesas vacías.

Espero que Liu esté bien, y no se haya enfermado o algo.

*Narra Liu*

Bajé al comedor, pero no tenía ganas de cenar, solo tenía ganas de ver a _____, pero ella bajará a por la cena de Jeff y se irá, así que me subí a mi habitación y allí me comí una manzana.

Llamaron a mi puerta, y fui a ver quien era, no me agradaba quien llamó a la puerta en absoluto y no estaba de humor.

—¿Qué quieres Jane? —Pregunté algo cortante.

—Solo quería preguntarte una cosa. —Su voz sonó algo seria, fuera de coqueteo ni nada por el estilo.

—Dime entonces que quieres preguntarme. —Dije impaciente, solo quería que de largara y estar solo.

—¿Te has dado cuenta de lo que está haciendo Jeff? —Preguntó con algo de burla, pero sin perder la compostura.

—¿A qué te refieres con decir a lo que está haciendo Jeff? —Pregunté sus saber a lo que se refería, y algo ansioso por que no estuviera tramando nada.

—Me refiero a que te está quitando a _____ por momentos, Jeff le salvó la vida, y ellos dos solos, en una habitación sin nadie que les moleste... ¿Qué cosas crees que podrían haber hecho? —Sentí como sangre me hervía pero me contuve.

—_____ no es como tu. —Espeté con algo de asco y rabia.

—A mi no me trates así, no la pagues conmigo por que Jeff te gane. —Dijo cabreada dándome una cachetada. —Si Jeff se revuelca con esa zorra no es mi culpa. —Dijo con burla.

—Mejor largate de aquí Jane. —Contesté apretando mi mandíbula, y puños. Estaba conteniéndome para no decirle todo lo que opino de ella.

—Como quieras. —Dijo con indiferencia, para después largarse.

Cerré la puerta de mi habitación, me puse mi pijama, y me acosté. Estaba de mal humor, quería olvidarme de todo.

*Narra Jane*

—¿Qué has hecho? —Preguntó Nina cuando entré en nuestro cuarto.

—Decirle a Liu la verdad. —Ella ya sabía a que me refería.

—¿Y qué ganas con eso?

—Es parte de mi plan. —Cintesté con una sonrisa algo maliciosa detrás de mi máscara.

—¿Qué plan? —No le había informado, pero ya va siendo hora.

—Tengo pensado hacer que Liu mate a Jeff, así me vengaré de lo que me hizo a mi y a mi familia, _____ se distanciará de Liu por matar a su querido amigo Jeff y podré acercarme a Liu, mientras que Toby intenta ligarse a _____ para asegurar que Liu no intente acercarse a ella. —Dije orgullosa por mi gran plan.

—¿Y por qué no matas a _____? Es más rápido y eficaz.

—Por que si la mato, Jeff y Liu me intentarán matar, o al menos Jeff lo intentará y Liu me odiará por el resto de su vida. —Suspiré.

—Y Toby... ¿Por qué? —Preguntó extrañada, esta no se da cuenta de nada.

—Por que se nota que Toby está enamorado de ella, y por eso le ayudaré. —Expliqué con algo de obviedad.

—Clockwork te matará, recuerda que ella está enamorada de Toby. —Parecía preocupada.

—Y yo estoy enamorada de Liu, es obvio que alguna de las dos se tiene que sacrificar, y deja ya de hacerme preguntas. —Comenté con exasperación.

—Vale.

*Narra Jeff*

—Te lo digo por tercera y última vez, acuestate ya si no quieres besar a la almuhada.

—¡Ja! Prefiero besarte a tí. —Ironicé un poco la voz, pero era cierto.

—¡Ahora si vas ha besar a la almuhada! —Empezó a pegarme con la almuhada en la cara.

—Ya, ya para, me acuesto, tu ganas... —Levanté las manos con rendición. Pero ella estaba sonrojada, seguramente por mi comentario.

—Buenas noches.

—¿No te vas? —Pregunt3 fijándome en que se sentó en una silla que había en frente de la litera.

—No, yo me quedo hasta que te duermas.

—No es necesario, pero como quieras. —Me puse mi antifaz para dormir, me acomodé y dejé que el sueño me ganase.