Amor de la infancia (Jeff, Liu y tu)

Capítulo 63

*Narra _____*

He estado aguantando todo este tiempo, ha sido muy difícil. Pero ver a Jeff arrodillado y con una mirada suplicante todo lo hacía más complicado. Y la duda comenzó. ¿Realmente Jeff habrá aprendido por fin? ¿Dejará de ser tan posesivo? ¿Cesarán las peleas? Si ese fuera el caso no me importaría volver a hablar con el, Liu y Toby. Era lo que yo deseaba, pero solo a condición de que nadie sufriera más por mi culpa.

-Está bien, pero no quiero que haya más peleas ¿Vale? -Lo miré con seriedad.

-Vale, lo prometo. -Me abrazó con fuerza.

Sonó el timbre para cenar. Bajamos al comedor, el se fue feliz, casi dando saltitos, a su mesa junto a sus amigos. Yo cogí mi bandeja y dudé un poco, pero decidí sentarme con Liu, ya era hora de que hablara con el y le contara todo. Debía arreglar las cosas, disculparme y recuperar el tiempo perdido.
El estaba pensando, por lo que no notó que me senté a su lado.

-Hola Liu. -Dije algo tímida y el salió de sus pensamientos. Al verme abrió los ojos, me miraba realmente sorprendido.

-Ho-hola. -Reaccionó como pudo.

Ninguno de los dos sabía que decir, pero decidí hablar yo.

-¿Cómo has estado? -Pregunté lo primero que se me vino a la mente.

-Bien, y tu... ¿Cómo has estado? -Se le notaba algo cortado. El ambiente era algo extraño, quizás incómodo. No sabíamos como comportarnos el uno delante del otro.

-Bien, y... Creo que te debo una explicación de porqué me aleje. -Dije algo avergonzada.

-¿Eso significa que todo será como antes? -Me miró con una sonrisa de oreja a oreja y una mirada esperanzadora.

-Sí. -Afirmé con felicidad.

-Gracias. -Me abrazó con fuerza y sentí su cuerpo más relajado. -Y ahora, explícame por que te alejastes.

-Me alejé por que temía que Jeff y tu volvieran a pelear. -Suspiré.

-Entiendo. -Dijo comprensivo y nos separamos.

Hablamos un rato más sobre varias cosas que nos habían sucedido durante esas semanas, no había gran cosa que decir sobre eso. Pasó un rato y decidimos irnos a dormir, no sin antes abrazarnos y darle un beso en la mejilla, la vieja costumbre.

*Narra Liu*

Me fui a mi habitación, estaba feliz. Al fin todo volvía a la normalidad, ya comenzaba a echarle mucho de menos, a decir verdad demasiado. Ya comenzaba a sentirme vacío y sin nadie, a pesar de que Jane intentara acercarse a mi, además, le considero como a una amiga, pero ella nunca llenaría el vacío que dejó _____, pues es ella la única que podría llenarlo y por suerte ha vuelto para hacerlo.

Me tumbé en mi cama, con una sonrisa digna de un idiota enamorado, un idota feliz.
Cuando estaba a punto de dormirme entró Eyeless Jack, haciendo que se me fuera un poco el sueño.

-¿Aún despierto? -Preguntó mientras se subía a su litera.

-Iba a dormirme antes de que entraras. -En realidad dudo de que me vaya a dormir temprano.

-Lo siento, descansa.

*Narra Jeff*

-Lo logré Hobbit, al fin ha vuelto. -Me estirazé en mi litera felizmente.

-Gracias a mi consejo mapache, no lo olvides. -Ben se estaba tirando flores.

-Para ser tan pequeño como un Hobbit y tener un cerebro pequeño lo sabes aprovechar bien. -Me burlé.

-Tu también lo sabes aprovechar bien, al fin y al cabo los mapaches se las arreglan para comer cualquier cosa del suelo por supervivencia ¿No? -Me la devolvió.

-Al menos admites que soy inteligente. -Dije triunfante.

-Sí, para comer lo que otros dejan. -Soltó una risa.

-Hobbit...

-Mapache...

-Tengo sueño, duérmete Petter Pan, te recuerdo que eres un niño todavía. -Traté de fastidiarle una ve más.

-Muy chistoso. -Dijo sarcástico. -Que descanses.

Pasó un rato y Ben ya se había dormido, lo sé por sus ronquidos. Yo seguía despierto, no dejaba de pensar en que al fin no se alejaría. Ella es mía, por eso cada vez que se intente alejar de mí la convenceré para que vuelva, por que ella y yo somos como imanes, aún que ella se niegue a amarme sé que tarde o temprano lo hará. Seguro que cuando conozca mi lado cursi se enamora de mi, haré que ella misma admita que es mía y de nadie más.

Con esos pensamientos y feliz de que por fin todo se solucionara caí rendido frente al sueño.