Amor de la infancia (Jeff, Liu y tu)

Capítulo extra

*Pov narrador externo*

—Jeff, ¿Cuándo te piensas ir de aquí? —Slenderman le preguntó al pelinegro.

—Cuando yo quiera. —Respondió vagamente.

Desde que cada uno se fue por su lado y aunque pasaron varios años, Jeff no conseguía olvidar a _____, la buscó por un tiempo, pero todo fue en vano. Lo único que se le ocurrió fue quedarse en aquél bosque, tal vez algún día ella apareciera, sus esperanzas eran realmente bajas. La mayoría del tiempo se la pasaba merodeando por el bosque, incluso le robaba el trabajo a los proxy's matando a aquél que entrara en el frondoso bosque. Estaba pendiente a cada cosa que ocurría a su alrededor, quién salía o quién entraba, incluso un ruido cualquiera hacía que se pusiera alerta en busca de cierta chica.

—Vete de una vez, no es por ser aguafiestas, pero aquí sobras. Nos estorbas y nos quitas el trabajo. —Masky perdió su paciencia nuevamente.

—Es cierto, deberías irte ya. —Suspiró Hoodie con pesadez.

—Iros a la mierda, haré lo que yo vea más conveniente. —Jeff ni siquiera les miró.

Seguía sentado en el suelo con su espalda apoyada en un árbol, mientras que los proxy's y Slenderman estaban a unos metros de él, todos reunidos para intentar de una vez por todas que se diera por vencido y que abandonara el bosque, este no era su lugar.

—Todos hemos intentado ser comprensivos contigo Jeff, pero todo tiene un límite. Incluso la locura, y la obsesión... —Hizo una pausa. —Si estás buscando a _____ dudo que alguna vez aparezca por aquí. Ella estará haciendo su vida en otro lugar, lejos de este bosque que poco tiene que ver con ella. —Slenderman trataba de tener algo de tacto.

—No seas tan suave con él, dile cómo son las cosas. —Masky se había hartado de ser comprensivo y sereno.

—Es cierto, ya es suficiente. —Hoodie asintió dándole la razón a su fiel compañero.

Slenderman guardó silencio. Es cierto que Jeff era problemático y casi siempre tenía muchos conflictos con él, sin embargo, le costaba tener mano firme y decirle las cosas tal y como eran. En cierto modo le tenía cariño.

—Veo que lo tendré qué hacer yo. —Suspiró Masky. —Jeff, hasta Toby ha superado lo de _____ ya, así que deja de lloriquear y sigue con tu vida. No va a volver, no va a compartir su vida contigo, es así, te duela lo que te duela, y tú sabes perfectamente qué es así. —Soltó como un balde de agua fría sobre el pelinegro.

Jeff lo miró furioso, casi psicótico, se levantó para atacar a Masky, corrió hacia él pero antes de llegar fue detenido por Toby, quién había estado detrás de Hoodie y Masky guardando silencio, por fin decidió hacerse presente.

—Tienen razón, déjala ir, merece ser feliz. Y tú, deberías seguir con tu vida y no quedarte parado en el tiempo, eso no hará que vuelva, tampoco hará que las cosas vuelvan a ser como antes. Mantén los recuerdos que tienes de ella como algo bueno y que eso te sirva de fuerza para seguir adelante si quieres, pero no como unas cadenas. Yo ya tuve que aprender eso, ahora es tu turno. —Toby, que rodeaba con ambos brazos el cuerpo de Jeff, sintió como algo que caía sobre su hombro, mojando su ropa.

Todos los presentes quedaron atónitos al ver por fin una expresión de tranquilad, de paz. Como si se hubiera liberado y descubierto la verdad cuando por fin dijeron las palabras que él necesitaba oír. Unas lágrimas recorrían su rostro, pero no daban la sensación de ser a causa de la tristeza.

Si Slenderman tuviera boca, sonreiría al igual que sus Proxy's, alegres por conseguir que Jeff entrara en razón.

Unos días más tarde Jeff se marchó del bosque, volvería a ser aquél asesino que se divertía tallando sonrisas a las personas y mandándoles a dormir, como en los viejos tiempos.