Amor de la infancia (Jeff, Liu y tu)

Capítulo 21

*Narra Jeff*

Estábamos sentados todos en la clase, yo como siempre al lado de _____. Slender estaba con sus aburridas clases y yo como de costumbre un poco en babia con _____. Terminó la clase y ella se fué al comedor y se sentó con Liu, y yo con mis amigos.

—¿Os cae bien _____? —Pregunté.

—A mi me cae genial. —Afirmó alegre Toby.

—Ya veo... —Dije fusilando a Toby con la mirada pero creo que no lo notó. —¿Y al resto?

—Sí. —Contestaron los demás al unisono.

*Narra _____*

—¿Dónde estabas en el recreo? —Me preguntó Liu. Yo intentaba evitar contarle lo sucedido con Jane y su grupo.

—Con el "Grupo Smile". —Sonreí intentando hacer que parezca más real.

—Me tenías preocupado. —Hizo una mueca.

—No sé por que te preocupa tanto, pero aún así lo siento.

—¿Y por qué te fuiste con ellos? —Preguntó y me puse algo nerviosa.

Esa es la pregunta que quería evitar, no quería contarle lo que pasó con Jane y las otras, pero no se me da bien mentir, y probablemente esta no fuese una excepción.

—Pues... —Pensé rápido en una escusa. —Por que me aburría, si eso, me aburría. —Dije nerviosa.

—Vale... —No parecía muy convencido por mi respuesta.

Terminé de almorzar y me fuí a mi habitación. Entré al baño, me puse en frente del espejo y me quité la sudadera. Empecé ha observar los moretones que me hicieron por las patadas, me dolía mucho, pero lo estuve ocultando cuando estuve con Liu, Jeff y los demás, no quería preocuparlos. Me puse la sudadera y me tumbé en la cama para descansar y que se fuera un poco el dolor. Finalmente me quedé dormida.

(...)

Sonó el timbre para la merienda, pero me seguía doliendo mucho y no bajé ha merendar. Pasé todo el día en la cama, hasta que llegó la noche y bajé ha cenar, Liu estaba solo y me senté con el.

—_____ ¿Estás bien? —Me preguntó mirándome fijamente.

—Sí. —Desvié la mirada, no podía verle directamente a los ojos para mentirle. —¿Por qué lo preguntas?

—Estás extraña, sabes que puedes confiar en mí.

—Tranquilo, no es nada importante. —Le miré y sonreí tratando de convencerlo.

—Bueno, está bien. —Dijo inseguro.

Terminé de cenar al igual que _____, ella se fue ha su habitación por lo que yo también me fui a la mía, y me tumbé en la cama.

*Narra Liu*

¿Qué le pasa? ¿Ya no confía en mí? ¿Hice algo malo? ¿Se abrá molestado por que la dejé sola en el recreo? ¿Jeff le habrá dicho o hecho algo?

Todas esas preguntas pasaron por mi cabeza, rondando sobre que le podría estar ocurriendo, la noto extraña. Se hizo más tarde, me puse el pijama y me fui a dormir.

(...)

Sonó el timbre, me aseé, bajé a desayunar y me senté con _____. Tenía la esperanza de que no siguiera extraña o al menos me contara que le sucedía, para poder ayudarle en lo que pudiese o al menos apoyarla.

—Hola. —Le saludé.

—Hola Liu. —Me devolvió el saludo sonriente.

—¿Cómo descansaste? —Le pregunté examinando cada uno de sus gestos para ver se miente.

—Bien. —Observé que no mentía exactamente, pero tampoco era la verdad. —¿Y tu? —Me preguntó.

—Más o menos. —Dije rendido, pues no me lo iba a contar, y quizás esté enfadada conmigo, aún que no sé por qué.

—¿Por qué más o menos? —Me mira preocupada.

—Estas extraña, creo que estas enfadada conmigo. —Dije agachando la cabeza.

—No, no estoy enfadada contigo. —Dijo poniendo su mano en una de mis mejillas para que levantara la vista. Mis mejillas comenzaron a calentarse sobre su mano, la cual me ponía algo nervioso y hacer de mi estómago un circo. También al mirarla directamente a los ojos, haciendo que nuestras miradas choquen. Sus ojos me demuestran cariño y armonía, son cautivadores.

No pude evitar sonrojarme ante todo aquello, lo único que espero es que no lo note, pero, creo que será difícil.

—Me alegro de que no estés enfadada conmigo. —Sonreí levemente y ella también.

En un abrir y cerrar de ojos me sorprendí, había retirado su mano de mi mejilla y me abrazó, yo le correspondí en cuanto reaccioné.

—No es nada grave, tranquilo. —Susurró en mi oído provocando que se me erizara el bello de la nuca, y un fuerte cosquilleo en el estómago.

Yo me limité a asentir aún abrazado a ella. Cuando se separó me sonrió cálidamente, como suele hacer. Yo le devolví la sonrisa, realmente me había calmado.

Nos terminamos el desayuno, entramos a la clase y cada uno se sentó en su sitio. Yo le eché una última mirada a ella antes de que Slender comenzará la clase.