Capítulo 12

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*Narra Jeff*

—Hola. —Le saludé cuando llegó hasta donde estaba yo.

—Hola. —Sonrió.

—Vamos a la sala de prácticas. —Comencé a caminar a la sala de practicas y escuché sus pasos detrás de mi.

La llevé a la sala de prácticas, era una sala muy grande, tenía de todo para entrenar. Además, la sala estaba cerca del patio.

Cogí un cuchillo, se lo dí y nos pusimos en frente de una diana. Ella se volvió a tensar.

*Narra _____*

Me puse en frente de la diana, cogí el cuchillo que me dio y estaba dispuesta a lanzarlo, pero Jeff me detuvo agarrándome la mano en la que tenía el cuchillo.

—Así no es. —Giré un poco mi cara para verle, pues estaba al lado un poco más atrás de mi.

—Lo siento. —Me disculpé con una mueca.

—Mira.

Se colocó detrás de mí, sujetando la mano en la que tenía el cuchillo. Sentí mis mejillas enrrojecer, nunca había estado tan cerca de un chico de esa forma.

Jeff movió mi mano haciendo que lanzara el cuchillo y dando en el centro de la diana.

—Bien hecho. —Dijo con orgullo soltando mi mano y poniéndose a mi lado.

—Ha sido gracias a ti, yo no he hecho nada. —Admití mientras notaba que el color rojo de mis mejillas se iba y mirando solo a la diana.

—Bueno, entonces hazlo ahora sin mi. —Le miré algo insegura, y noté un brillo divertido en sus ojos.

Fuí hacia la diana y cogí el cuchillo que estaba clavado en ella. Volví al mismo sitio donde me coloqué antes, me puse de la misma manera en la que Jeff me colocó. Lancé y dí justo en el centro. Me sorprendí bastante, no pensé que pudiera haber aprendido eso tan rápido.

—Ves, ya sabes. —Sonrió ampliamente.

—Muchas gracias Jeff. —Le agradecí con una gran sonrisa.

—De nada, ¿Nos vamos? —Me preguntó mirándome atentamente.

—¿A donde? —Pregunté con curiosidad.

—Al patio, o donde tu quieras. —Se encogió de hombros restándole importancia.

—Al patio. —Contesté. No sabía a donde ir, y esa era la opción más fácil.

—Vale, vamos. —Dijo animado y me agarró de la mano.

Me puse como un tomate, pero ¿Por qué me agarraba de la mano? No le dí mucha importancia y fui al patio con el.

—Oye _____. —Captó mi atención ya que estaba mirando a mi alrededor, no había casi nadie.

—Dime. —Nuestras miradas conectaron.

—Si alguna vez necesitas ayuda, no dudes en pedírmela ¿Vale? —Si, realmente no es el capullo que pensé que era.

—Vale. —Sonreí y el hizo el mismo gesto. En ese momento el timbre sonó.

—Te veo más tarde. —Se despidió el.

—Adiós. —El se adelantó a ir al comedor, después llegué yo.

Me senté a cenar. Cuando terminé de cenar me fuí a la biblioteca a coger un libro para leerlo antes de dormir. Cogí un libro, y me senté a leer.

Ví a un chico que estaba dibujando, se le daba bastante bien. Yo continué con mi lectura y cuando me cansé de leer me llevé el libro a mi habitación, ya que estaba permitido llevarselos para leerlos. Me fuí a mi habitación y solté el libro en la litera de abajo.

Me comencé a sentir cansada, así que me puse mi pijama y me acosté.

*Narra Liu*

Terminé de cenar, me fuí a mi habitación y me acosté en mi litera que es la de abajo. Mi compañero de habitación aún no había llegado. Me puse a pensar tranquilamente, ya que habían unos pensamientos rondando mi cabeza.

¿Por qué ella habrá ido a entrenar con Jeff? Sé que solo entrenaron pero... ¿Por qué el? ¿Por qué tuvo que ser Jeff? Había más compañeros de clase. Pero lo peor de todo es ¿Por qué pienso tanto en ella? Quizás es por que es mi amiga, pero quizás sea que me estoy enamorando de _____. Tengo que dejar de pensar en eso, no puede ser posible, sólo quiero a Susan…

No paraba de hacerme preguntas hasta que mi compañero de habitación entró y me interrumpió los pensamientos.

—Pensé que ya estabas dormido. —Dijo Eyeless Jack cerrando la puerta de la habitación.

—No, solo estaba pensando. —Comenté.

—¿En qué pensabas? —Preguntó con curiosidad.

—Cosas mías... —El no tenía por que saber de mi debate sobre mis sentimientos.

—Está bien, pero duermete ya, tengo sueño. —Y yo que pensaba que los fantasmas no dormían.

—Está bien.

Apagué la luz y al principio no podía dormirme como normalmente hacía, por que los pensamientos aún no me dejaban. Eran un vaivén de preguntas y respuestas, respuestas o quizás excusas, no lo sé realmente. Pero finalmente conseguí dormirme.

Amor de la infancia (Jeff, Liu y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora