2) CAYETANO

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Firmé el nuevo contrato y salí a mi cuarto. En dos días comenzaría un nuevo reto para mi. Llevaba en aquella casa quince años trabajando y nunca me abia sentido como me sentía ahora.
Tocaron a la puerta y enseguida me levanté a abrir.

-Que quieres Moncada?, -dije desanimado al verlo.

-Hablarte, es mas que evidente tu frustración, sé que te disgusta lo que vas a hacer, me imagino que pensastes que Corrado te pondría a la responsabilidad de los negocios, o me equivoco?

-No, no te equivocas, tienes razón Moncada, no puedo asimilarlo todavía. Sabes lo que me espera?, dime Moncada, lo sabes?, estar tras la sombra de una mocosa que ni siquiera conozco. -dije molesto

Moncada se rio.

-No tendrás paz Cayetano, -volvio a reir, -he escuchado que la chica es la concentida de Corrado, tan es así que la ha mantenido escondida de todos.  -dijo riendo sin importarle mi cara de enojo.

-Que mas da, ya hemos firmado.  Además le debo mucho a Corrado.

-Bueno amigo, ya en dos dias todo cambia, que te puedo decir, solo te deseo suerte.

-Gracias Moncada, igual a ti.

Volví a quedar solo en el cuarto y no pude dejar de pensar en mi trabajo.  Llevaba quince años trabajando para Corrado.  En aquella casa abia hecho de todo.  Desde portero, a taxista, luego me encomendaron mas responsabilidades, abia sido guardaespaldas del viejo por cinco años, pero ahora la cosa parecia ser algo mas complicada.

Era su hija, su única hija.  La luz de sus ojos, como le decía el.  Era mucha mas mi responsabilidad, y para complicar la cosa, tenia solo dieciocho años.
Corrado siempre abia mantenido a su hija al margen de todo. La chica ni siquiera compartia con la servidumbre de la casa.  Tenía su escolta, sus profesores, sus enfermeras, toda su vida abia sido una de lujos.  Pero ahora al parecer la chica abia cumplido sus dieciocho años y su padre le daba un giro a su vida. Por lo que abia leido en mi contrato yo estaria al pendiente de cuidarla, de escoltarla, de llevarla a todos lados y quizas esperarla.  La chica se abia internado en un Colegio y eso era un nuevo reto para mi.

-No, no, no me gusta la idea.  -dije bastante malhumorado.

No quise pensar mas, y me dirigí al baño. Abrí la ducha y entré.  Luego de un rato me metí en la cama quedándome dormido.

******************

-Está muy caliente, -dije tomándo un sorbo de café.

Moncada me miró.  Estaba a mi lado en la mesa.  Siempre desayunábamos juntos.
Iba a hablarme cuando llegó Eysan.

Eysan era una chica que trabajaba en la casa. Era cinco años mas joven que yo. Siempre nos abiamos tratado con confianza.  Eysan vivía enamorada de mí, pero yo la verdad la veía con otros ojos. No porque no me atrayera, mas bien mis razones eran otras.  No queria concentrarme en otra cosa que no fuera mi trabajo.  Siempre abia pensado que una mujer en mi vida inmiscuiría mi libertad.  Llevaba años solo, llevaba años en aquella casa. Tenía paz y tranquilidad y esa vida me gustaba.  No me faltaba nada, a decir verdad nada.

-Como están?, -dijo Eysan trayendo mas rebanadas de pan a la mesa.

-No tan bien como tu, -dijo Moncada mirándome al tiempo que le daba un mordisco a su pan.

Ella sonrió sin dejar de mirarme.

-Y eso porque? -dijo riendo

-El trabajo se duplica Eysan, lo sabias?, Corrado vuelve a irse y esta vez no vuelve en meses. -dijo Moncada

-Si lo sé.  Nos acaban de reunir a los demás empleados.  Ahora estaremos a cargo de Loui.  Espero y nos trate bien. -dijo riendo

-Lo hará. No te preocupes por eso. -dije yo bebiendo mas café.

-Y tu?, no te vas con el? -dijo extrañada.

Respiré profundo y miré a Moncada.

-No, esta vez no. -dije en una mueca.

-Que raro, no te creo Cayetano, Corrado siempre te lleva a sus cosas. -dijo sin creérselo

-Bueno, esta vez no lo iso.
-dije levántandome de la silla para irme.

-Que le pasa a ese? -pareciera de malas -dijo Eysan a Moncada

Moncada sonrió.

-Esta en desacuerdo Eysan, no le gustó su nuevo contrato. 

-Y eso?, que hará Cayetano ahora? -dijo ella curiosa.

-Eysan, concéntrate en lo tuyo si?, -bueno ya es tarde, me voy.

Moncada se levantó de la silla y sin decir mas salió.
Eysan se quedó con la duda y la curiosidad de saber mas.

****************

La tarde pasó rápida y la noche muy lenta.  Solo me quedaba un dia de vacaciones para volver a empezar mi nuevo contrato.  Estaba esa mañana dándole la ronda al establo cuando ví llegar a Eysan.

-Buenos dias Cayetano?, no vas a desayunar?

-No Eysan, gracias.

-Que haces?

-Tengo que dejar cosas en orden para que Loui no me regañe. -dije riendo.
Ella tambien rio.

-Me encanta verte así, sonriendo. -dijo Eysan con la mirada clavada en mi.

La miré y me encontré con su mirada insistente.
Volvi a ponerme serio.  No queria que Eysan confundiera gestos, siempre abia sido claro con ella.  Sabia que vivia enamorada de mí.  Y en una ocasión hasta se me abia declarado, pero yo hombre respetuoso al fin, la abia respetado, poniendo los puntos claros sobre la mesa.  Le abia dejado saber que ella para mi no era mas que una compañera de trabajo, tal vez un poco mas, una amiga.  Eysan vivia con la esperanza de que algún dia yo cayera en sus redes.

-Bueno, vine solo a preguntar si desayunarías, que tengas lindo dia Cayetano. -dijo sin dejar de sonreir.

-Gracias Eysan, al rato paso por la cocina.  -dije entrando un potro al establo.

La vi alejarse y la miré.  La verdad Eysan era muy bonita, no abia ningun problema con ella.  El problema era yo, pensé.

EL GUARDAESPALDASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora