Los ojos de ella se fueron hacia Moncada. Logré sentirme incómodo. La miré con seriedad y le hice señas para que saliera del cuarto.
-Es Moncada, trabaja en tu casa, tambien con tu padre, me ha traido los respuestos del auto, tambien le pedí ropa y una que otra cosa. -dije notando su curiosidad.
-Ho, hola, -dijo ella mirándolo, pude jurar que de pies a cabeza.
-Hola Señorita Luca, -dijo respetuosamente Moncada.
-Al parecer mi padre si me tenía bastante escondida. -dijo con algo de humor.
Me reí sin ganas de hacerlo. Caminé hasta la mesa y ellos lo hicieron tambien. Empecé a servir la cena sin percatarme mucho de la mirada insistente de Aurora. Al llegar a la mesa fue que pude notarlo.
-Eh, espero que todo este completo Cayetano. -dijo Moncada rompiéndo el silencio incómodo que allí reinaba.
-Desde cuando trabajas con mi papá. -dijo ella sin quitarle la vista a Moncada.
Ya sabía yo que la pregunta vendría. Miré a Moncada quien al parecer me pedia permiso con la mirada para poderle hablar a Oneca.
-No, no hace tanto tiempo Señorita Luca, a decir verdad unos cinco años.
-Que bien, pensé que llevabas mas.
-Cayetano y Loui llevan mucho mas tiempo que yo. -dijo el riendo.
-Bueno, y te quedarás aqui? -dijo curiosa.
-Solo el fin de semana.
Me levanté de la silla caminando hacia la nevera y puse jugo en la mesa.
Al hacerlo Oneca me miró con ganas de liquidarme. No comprendí su mirada, pero no dije nada.****************
Era la una de la madrugada. Como siempre, no había podido dormir. Salí a la cocina y busqué una botella de licor. Me senté frente a la chimenea y empezé a saborearla.
-Tanto te molesta la conciencia que no duermes?, -dijo ella provocándome un salto.
-Por favor Aurora, deja esa costumbre, no ves que estoy armado. -dije molesto.
-Que hace ese chico aqui?, le pedistes que se quedara para no tener mas encuentros conmigo?
Me rei de su ocurrencia y bebi otro sorbo.
-En cuanto pueda, volveré a escaparme.
-No aprendistes la lección? -dije mirándola.
-Lección, lección, llamas a esto lección, tenerme encerrada todo el dia?
-Tu eres la única culpable. Me desafiastes.
-Porqué me rehuyes tanto Cayetano? -dijo acercándose.
-Volvemos a lo mismo Señorita Luca.
-Oneca Aurora -dijo molesta para que la tuteara.
-Señorita Luca, soy la persona que está a cargo de su seguridad, nada mas. -bebí otro sorbo
-Si supieras cuántas veces me hecho la misma pregunta. Me miras y me tientas, pero aún asi no quieres nada.
Empecé a reir a carcajadas, su comentario me desconcertó.
-Eres un imbécil -dijo furiosa. -Vas a arrepentirte de haber firmado ese nuevo contrato con mi padre, ya verás Cayetano. -dijo molesta caminando hacia el cuarto.
Se me desdibujaba la sonrisa de la boca. Acaso me amenazaba? Quien se creia ella? "Maldita mocosa engreida". -dije terminando la botella
****************
-Que crees que tiene?, -dije mirando hasta el fondo del motor.
-No estoy seguro todavía, tendré que sacar unas piezas y verificarlas. Rogemos que sea eso y no algo mas.
-Bueno, entonces hagámoslo -dije ayudando a Moncada a empujar el tractor.
Al cabo de unas horas ya parecia problema resuelto. Habia sido mucho mas sencillo de lo que creia yo. Solo se había atascado una pieza.
-Bueno, entonces me iré, -dijo el riendo. -Ya no tengo porque quedarme el fin de semana.
-Entonces, pue,, -dejé de hablar repentinamente al ver a Oneca llegar. Estaba husmeando hacia ratos.
-No Moncada, no te irás, -dijo ella dejándome sorprendido. -Quiero que te quedes, que compartamos un fin de semana juntos. Este tiempo con el Señor Ruiz se me ha hecho muy largo, a decir verdad bastante aburrido. -dijo ella dejándome totalmente perplejo.
-Bueno, si asi gustas, yo encantado, ya que tu padre siempre me da los fines libres. -dijo el riendo
-Bien, tienes inconvenientes Señor Ruiz?, -me miró bastante seria.
Su cambio de actitud y palabras lograban desconcertarme. Que demonios se traia ahora?
-Claro que no tengo problemas, Moncada es como mi hermano. -dije dando una palmada en su hombro.
-También podria ser tu hijo no?, -dijo sarcástica
La miré frunciendo el ceño, iba a hablar cuando ella volvió a interrumpir.
-Que edad tienes Moncada? -dijo Oneca con cierta malicia en su mirada.
-Veinticinco Señorita Luca.
-Te ves mucho mas joven, pero sí, creo que podrías pasar por hijo del Señor Ruiz, igual que yo, -dijo riendo.
Me molestaba su sarcasmo, pero no dije nada. Solo me concentré en bajar el equipo de herramientas del tractor.
**********
Amaneció
Bajé a la cocina y me sorprendio lo que ví.
-Tus manos de hada en la cocina? -dije devolviéndole parte de su sarcasmo.
-Es para Moncada, -dijo mirándome
-Para Moncada?, -quise curiosear.
-Si, algún problema?, Señor Ruiz?
-Ninguno Señorita Luca, -dije devolviéndole sus sarcasmos.
La vi tirar la cuchara sobre el fregado, cogió la taza de café y quiso salir a toda prisa.
-A donde vas tan rápido?, -dije interfiriendo sus pasos
-Donde Moncada, dejáme se le enfriara el café.
-Te advierto una cosa niña, no intentes jugar conmigo. -dije mirándola con enojo.
-Estás celoso acaso Señor Ruiz?
Me reí sin ganas, lo cierto era que sus atenciones con Moncada y sus miradas hacia el me habian molestado.
-Hago solo mi trabajo Señorita Luca, y espero que la visita de Moncada aqui, no nos traiga problemas con su padre.
Esta vez la que empezó a reir fue ella.
-Con mi padre?, -rió sarcástica otra vez,
-Con permiso, -dijo empujándome para pasar.La miré mientras se alejaba con la bandeja y solté un buen suspiro.
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EL GUARDAESPALDAS
RomanceOneca Aurora, una chica de dieciocho años, engreída, caprichosa, arriesgada, hija única del empresario millonario, Corrado Luca. Al morir su madre en un accidente de tráfico, su padre la empezó a concentir en todo. Cayetano Ruiz, trabajador fiel...