36) DE VUELTA A CASA

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-Que haré contigo?, -dije mirando a aquel chico detenidamente.

Escuché la puerta y miré sobresaltada.

-Hola Kate, como has pasado la noche?, -dijo Blake trayéndome un café.

-Oh gracias, que falta me hacía esto, -dije riendo.
-Algo cansada, en realidad muy angustiada.

-Te entiendo. No sabes que hacer, cierto?, -dijo el chequiando los vitales del chico.

-Tengo miedo Blake, quiero que este chico se ponga bien, es mi culpa que esté así, pero a la vez me siento que estoy haciendo algo que no deberia. -dije dando un sorbo al café.

-Amiga ya al menos el está fuera de peligro. Ahora solo debe descansar y nada de desarreglos. Cuando le demos el alta, lleválo a tu casa Kate, has lo que creas que sea conveniente. Cuenta conmigo amiga, esto queda aqui, nadie a visto a este jovén, nadie lo a ayudado esta bien? -dijo el dejándome las cosas muy claras.

-Gracias Blake, asi lo haré. Dime cuantos días el estará aqui?, -dije curiosa.

-Una semana amiga, el perdió bastante sangre en la cirugía y sus vitales se descontrolaron.

-Dios mio, -dije nerviosa.
-Espero que su terquedad no lo haga reaccionar de otra manera.
-dije pensando en como se abía ido del hospital la primera vez.

(5 Horas mas tarde)

Escuché quejidos y me levanté sobresaltada. Miré a la cama y el chico se movía. Caminé hacia el.

-Tranquilo, tranquilo, estoy aqui a tu lado.

-Don, don de es toy?, -dijo con la voz entrecortada

-En el hospital, -dije mirando su reacción

Una que no tardó en reflejarse, tratando de sentarse en la cama sin resultado y lo único que provocó aquel movimiento fue un gran quejido de dolor.

-Tranquilo, no te muevas, -dije asustada.

-Estoy herido, -volvió a quejarse mirándome.

-Estás bien, tranquilo, no te muevas mas, te han operado de emergencia. -dije pasando mi mano por la suya.

Se agarró la cabeza, gimiendo.

-Ay Dios santo, me encantó que te preocuparas tanto por mí, pero has cometido un gran error, -dijo nervioso mirando a todos lados.

-Me hubiera preocupado de cualquiera que hubiera recibido un golpe en la cabeza y unas heridas tan peligrosas en su cuerpo como las tuyas. -dije sintiendo otra vez la angustia que había sentido al verlo tirado en el suelo.
-Primero me destrozastes mi auto y para ti no fue nada, entonces ahora te quejas porque me he preocupado por ti? -dije mirándolo.

-Debistes ser mucho mas precavida, te dije que la policia me busca.

-Lo he hecho, despreocúpate. Ahora lo mas importante es tu salud.

-Le has dado demasiada importancia a eso, te dije que alguien dependía de mi, no puedo estar postrado en esta cama.

-Sigues con tu terquedad, es que no entiendes que ibas a morirrrrr, -le grité furiosa
-Tenías el bazo roto, aparte de tus costillas y los golpes en tu cabeza.

El me tomó la mano, con el pulgar recorrió mi muñeca.

-Gra, gracias, te debo la vida entonces, -dijo con una leve sonrisa.

-Gra, gracias, te debo la vida entonces, -dijo con una leve sonrisa

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EL GUARDAESPALDASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora